08|| No te merece.

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Osvaldo (El Mariana)'s pov:

Habían pasado unos meses desde que Daniel y yo empezamos a salir como pareja, y obviamente no lo habíamos hecho público, ya que si los comentarios de odio hacía mi eran masivos, no podría imaginar como serían si hiciéramos la relación pública.

Ya quedaba muy, pero muy poco para la velada y Daniel estaba muy concentrado en la pelea, aparte de que se le veía bastante ilusionado, por otra parte yo estaba cansado, ya que no comía ni dormía bien, los comentarios me afectaban bastante.

---No creo que debas pelear en este estado--- me dijo mi entrenador.

---¿Qué?--- fruncí el ceño.

---Osvaldo, estás muy mal, te podría pasar algo--- dijo preocupado.

---No, no me pasará nada--- solté ---Yo peleare y todo saldrá bien.

Mi entrenador tenía razón, si peleaba en éste estado podría pasarme algo, pero no podía decir que no a esa pelea, Daniel está muy ilusionado y estoy dispuesto a arriesgarme.

---¿Estás seguro?--- me puso una mano en mi hombro.

---Sí, estoy más que seguro--- contesté.

Él sólo dió un suspiro y empezó a recoger sus cosas. Al ver que recogía sus cosas yo empecé a recoger las mías.

---Cuídate, ¿Sí?--- soltó mi entrenador.

---Sí--- di una pequeña sonrisa.

Agarré mi mochila con las cosas y salí del gimnasio algo desanimado, ya que mi día no estaba yendo bien, bueno últimamente nada estaba bien.

---¡Hey!--- me gritó alguien detrás de mí.

Me di la vuelta y vi a Daniel con unos chocolates en la mano.

Rápidamente me avalance sobre él y le di un suave beso.

---Salí antes del entrenamiento para venir a verte--- dijo ---Y te compré éstos chocolates.

---¡Me encanta!--- exclamé.

---Ya estás comiendo bien, ¿verdad?--- me miró a los ojos.

---Claro--- mentí.

---¡Bien, estoy orgulloso de ti!--- me dió un abrazo.

Al escuchar eso un nudo se formó en mi garganta y me quedé mirando a un punto fijo para después devolverle el abrazo sin decir una palabra.

No quería mentirle, pero lo hacía por su bien. No quiero que se esté preocupando por mi cuando tiene que estar concentrado en la pelea, aparte si se entera seguramente no dejará que pelee y no quiero que deje su felicidad por mi.

---Ven, yo te llevó a tu casa--- dijo contento y me agarró de la mano para que lo siguiera hasta su coche.

Al llegar a mi departamento él me acompañó hasta la puerta de mi casa.

---Escríbeme, ¿vale?--- murmuró ---Quiero saber que estás bien.

---Lo haré--- le sonreí.

Mi Rival || El Mariana y PlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora