数; 𝟐𝟐

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Minhyuk observaba muy detenidamente el mapa de toda la región, estaba casi seguro que si investigaba más, podría conseguir información que le permitiría tener todo a su favor. Llamo a Solar inmediatamente.

—¿Si mi Rey? —dijo una vez que estuvo presente.

Se irguió por completo para encararla, mirándola con una idea en su cabeza.

—Volverás a irte —dijo decidido mientras se acercaba—. Buscaras más información acerca de esta guerra, necesito saber todos los detalles, te iras más allá de las fronteras y reunirás lo pedido.

—Pero... nadie conoce ese territorio —murmuró un poco asustada.

—Es precisamente por eso que debes ir —se cruzó de brazos mirándola directamente—. Si los rumores de que esta supuesta guerra son ciertos, podré buscar el lado del mejor postor para así poder de una vez por todas deshacerme de Jeon y sus aliados.

Solar lo miro con una sensación de inseguridad bajando por su cuerpo al recordar a los demás líderes.

—No tienes nada que temer —suspiro al ver su cara, leyendo sus pensamientos—. Con tu parte animal pasarás desapercibida y si eres inteligente lograrás tu objetivo.

Se giró para ir de vuelta a su escritorio donde había muchos pergaminos.

—Pero primero debo arrebatarle a Jeon a ese precioso omega —sonrió con malicia—. ¿Cómo se llamaba?

—Yongmin —respondió sabiendo que todo esto era un plan macabro.

—Exacto —alzó la mirada hacia su rostro—. Después de todo si consigo gobernar en todos los reinos debo tener una pareja a mi lado.

Se quedó callado por un momento.

—Bien... eso es todo. Partirás mañana —le hizo una señal con la manos para que se fuera—. Y Solar.

Paro justo en la puerta.

—No me decepciones.

Dijo finalmente para ver asentir a la chica. Esto no era una buena señal.

Yongmin rebotaba de vez en cuando al escuchar el sonido del hacha contra la madera, quien era partida por Jeon. Debía admitir que —aunque ya lo sabía— la fuerza del alfa era más de la que se imaginaba. Llevaban así casi media hora, no había ido a ayudar con los huertos ya que Jeon se negaba a dejarlo ir una vez que había aceptado su cortejo.

—Creo que deberías descansar —dijo algo tímido mientras miraba al más alto limpiar el sudor de su frente con el dorso de su mano.

—Ya casi termino —le sonrió—. Además necesitamos provisiones, el invierno se acerca.

El omega asintió mientras se levantaba para darle un poco de agua, le sonrió algo nervioso. Avanzó con los últimos pedazos de madera y guió su vista hacia el de cabello largo, estaba algo decaído.

—¿Esta todo bien? —se acercó cuando su tarea se vio terminada.

El más bajo se levantó para ofrecerle un paño y así pudiera limpiar su sudor.

—Solo... estoy algo preocupado por Hyunjin —se encogió de hombros, pensando en su bebé, quien estaba con las institutrices y Lia.

No quería aceptarlo, pero Jeon lo sabía. Los padres son muy aprensivos con sus cachorros, en especial cuando pasan por situaciones peligrosas como lo había hecho él omega.

—Yongmin tranquilo —acarició su cabello—. Se que te asusta, pero tu temor solo hará que Hyunjin en lugar de ser precavido, tenga miedo todo el tiempo.

歴史; サンアンドムーンWhere stories live. Discover now