数; 𝟏𝟐

134 23 5
                                    

Después de unos cuantos minutos donde se cambio nuevamente y recobro la compostura, decidió que era hora de llamar a Lia para que cuidara de Hyunjin. El rey Jeon le había dicho que darían un paseo a caballo; así que por esta vez se separaría de su bebe aunque no se sintiera cómodo, ya que llevar a su cachorro mientras cabalgaban no le parecía una buena idea, después una eso, tomarian la cena al final del recorrido.

Lia entro saludando respetuosamente como siempre, sonriéndole mientras se acercaba a él.

—No se angustie —trato de tranquilizarlo al ver la viva preocupación en su rostro—. Le prometo que cuidaré muy bien de Hyunjin.

Asintió tratado de sonreír, acarició el cabello de su niño y suspiro tembloroso.

«Hyunjin estará bien»
Su lobo le consoló.

—Joven Kang —su mucama le habló para sacarlo de su estupor—. Creo que ya lo están esperando.

Guió su vista hacia donde estaba la de la joven, a través de la ventana de su habitación, pudo ver a Jeon junto con Mingyu a listando un par de caballos, ya era hora.
Se armó de valor dándole un último abrazo a su cachorro para luego con un gran esfuerzo entregárselo a Lia.
Camino fuera de su cuarto, yendo directo a la entrada principal, una vez que estuvo ahí, tomó una gran respiración tratando de serenar a su lobo, siempre que el olor de aquel alfa estaba presente, parecía hacerlo entrar en tracé y bajar la guardia.

Salió del castillo llevando sus ojos hacia donde estaban los dos hombres, se acercó muy poco haciendo una reverencia.

—No tengas miedo —Jeon hizo un ademán con la mano para que estuviera más cerca—. Son muy tranquilos.

—Jamás había visto unos tan enormes —acarició el lomo de un caballo.

Eran bastante grandes, llegaban a sobrepasar un poco al pelinegro.

—Tratamos de alimentarlos bien; este es Mantis y aquella yegua es Amatista. —sonrió señalando a la que estaba a lado de su amigo—. Antes de irnos, tengo algo para ti.

Notó como el Rey se acercó a Min, quien le entregó algo envuelto en papel pergamino. Sostuvo el paquete con ambas manos caminando de vuelta a Yongmin, le sonrió incitándolo a abrir aquel misterioso envoltorio; el omega extendió una hermosa y larga capa de terciopelo tan azul como el cielo. La acarició sorprendido sin saber que decir, era muy bonita.

—Porqué no te la pruebas —le dio el papel en donde venía, al castaño.

Y eso hizo, la colocó encima de sus hombros, amarrando el cordón en su cuello para que no cayera, afortunadamente cubría todo su cuerpo sin arrastrarse.

—Te mantendrá caliente cada que salgamos a montar —agregó colocando la capucha sobre la cabeza de Yongmin muy despacio. Reprimió el deseo de acariciar el cabello del joven.

Sintió como su cuerpo se llenaba de nuevo de esas emociones, tal parecía que siempre que estaba cerca de Jeon no podía evitarlo.

—Muchas gracias mi rey — volvió a hacer una reverencia.

—Yongmin, llámame Jungkook —lo miro a los ojos, transmitiéndole al terco joven algo de seguridad—. Debemos dejar atrás las formalidades.

El de cabello largo asintió tratando que los nervios no lo consumieran.

—Bien. Es hora de irnos —Jeon palmeo el lomo del caballo—. Por esta ocasión yo guiaré a Mantis, después de que aprendas; podrás hacerlo tu.

Le pidió al joven que retrocediera un poco para subir rápidamente sobre la montura, haciéndolo en un ágil movimiento, vio como el otro alfa se acercó a ellos.

歴史; サンアンドムーンWhere stories live. Discover now