Muy orgullosa de su linaje de sangre pura y de su apellido Black. Desde pequeña, ha sido criada con ideales de superioridad, lo que la hace arrogante y distante con aquellos que considera inferiores, especialmente los nacidos de muggles. A pesar de...
Mientras los alumnos conversaban animadamente en la entrada del castillo, esperando ser llamados al Gran Comedor, una figura destacada apareció: La Profesora McGonagall, quien se encargaba de la ceremonia de selección de casas.
Con un gesto de autoridad y una mirada atenta, la Profesora McGonagall comenzó a hablar a los nuevos estudiantes.
"¡Bienvenidos a Hogwarts!" comenzó McGonagall con voz firme. "Antes de que puedan disfrutar de la vida escolar aquí, primero deben ser asignados a una de nuestras cuatro casas. Estas casas son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin."
Explicó brevemente las características y valores de cada casa: la valentía y la determinación de Gryffindor la lealtad y la dedicación de Hufflepuff, la sabiduría y la creatividad de Ravenclaw, y la astucia y la ambición de Slytherin.
Con un gesto solemne, la profesora indicó a los alumnos que la siguieran. Su porte serio y decidido imponía respeto, y los estudiantes nuevos, entre ellos Adhara, no dudaron en seguirla.
McGonagall se detuvo brevemente, observándolos con atención, y luego, con una señal casi imperceptible, las puertas se abrieron ante ellos, revelando el impresionante salón iluminado por cientos de velas flotantes.
"Adelante," dijo McGonagall con firmeza, conduciéndolos al interior.
Los alumnos ingresaron al Gran Comedor, sus pasos resonando en el suelo de piedra mientras observaban el impresionante techo encantado que reflejaba el cielo nocturno lleno de estrellas. La emoción y los nervios eran palpables en el ambiente. Todos sabían lo que estaba por venir: el Sombrero Seleccionador, el artefacto mágico que decidiría a qué casa pertenecerían durante su tiempo en Hogwarts.
Adhara observaba cada rincón del salón, sintiendo un ligero cosquilleo de anticipación en su estómago. A su lado, Pansy mantenía una expresión confiada, aunque Adhara podía notar el leve temblor en sus manos.
Frente a ellos, sobre un taburete en el centro del comedor, descansaba el viejo Sombrero, preparado para determinar el destino de cada uno.
"Para determinar en qué casa pertenecerán, cada uno de ustedes se sentará en frente del Sombrero Seleccionador," continuó McGonagall señalando un taburete con un sombrero viejo y raído encima de él. "El Sombrero les asignará a la casa que mejor se ajuste a sus cualidades."
Los estudiantes nuevos, miraron con expectación al sombrero mientras cada uno de ellos se sentaba para ser clasificado.
"Recuerden," concluyó McGonagall con solemnidad, "la casa a la que pertenezcan será como su familia aquí en Hogwarts. Traten de honrar sus valores y trabajar juntos."
Los estudiantes se dirigieron hacia la mesa de los profesores, donde el director Dumbledore, un hombre anciano con una larga barba plateada y ojos brillantes, los recibió con una sonrisa amable.
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