Anacrónia

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Veo el reloj y pongo el documento sobre mi rostro mientras recuesto mi cabeza sobre la silla ejecutiva de oficina, y me giro como un limpia parabrisas.

Estoy un poco agotada por el trabajo, como toda labor este empleo me ofrece muchos beneficios, pero también es demaciado exigente cuando se lo propone, como hoy que son las 2:37 de la madrugada y sigo aquí revisando la documentación para mañana a primera hora hacer inspección en algunos buques que llegan al puerto.

Como son buques internacionales la mayoría de su documentación viene en inglés, y por alguna razón leer en otro idioma que no es mi lengua natal, me causa sueño.

Además que no es tan interesante saber cuántos compartimientos tiene, el grosor de su metal y el tipo de maquinaria mecánica que posee, cuántas inspecciones se le han realizado, el tipo de salinidad al que se somete, que tipos de aceros necesitan mayor atención etc...Pero tengo que leer cada minima linea, analizar cada tabla, firmar cada bendita hoja si no quiero que me demanden por una inspección de mantenimiento mal realizada o peor aun que se hundan a medio mar por una negligencia.

Podría dedicarme solo al ramo de la construcción debido a mi carrera pero la verdad es que no es tan interesante, prefiero despertar cada día y no saber si haré una mecánica de suelos, un levantamiento topografico, una inspección de buque, trabajos verticales en ducterias, un análisis de proyección, estudios petroquímicos o tomare cafe tranquilamente en la oficina mientras mis compañeros me cuentan sus aventurillas.

Después de todo amo mi trabajo, pero a las dos de la mañana es un poco difícil recordarlo.

Una notificación hace que mi móvil vibre y lo tomo, es una historia compartida en una red social...

En ella el inmenso y oscuro Golfo de México se hace presente entre luces de torres y estructuras marinas, un flare encendido ilumina el panorama  y una canción sintoniza la fotografía.

En letras cursivas se lee "angel de la madrugada" sobre la imagen de fondo.

Sin pensarlo empiezo a escribir una respuesta...

—Ante la oscuridad y el océano, en lo último que pensaría sería un ángel ja,ja,ja
—ja,ja,ja ¿Que haces despierta a esta hora?
—sigo en la oficina
—ya es tarde ¿Tienen mucho trabajo?
—algo, tenemos que desocupar algunos contenedores ya que los petroleros pronto bajarán y transportarán miles de barriles de crudo
—ja,ja,ja que eficientes petroleros— responde Christian y puedo ver su rostro de arrogancia
—mas o menos
—todos modos debes de tratar de descansar un poco
—Eso hacia pero me llegó la notificación de tu historia
—¿Tienes timbradas mis publicaciones para que te notifiquen?

¡Demonios! yo no debería conversar en la madrugada

—obvio
—¿Por que?
—porque tal vez un día se te crucen los cables y me quemes a nivel público confesando que me amas encontra de tu buen juicio,  si eso pasa quiero ser la primera en verlo para matarte
—ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja nunca haría eso

Auch ¿No haría que? 
Pero soy conciente de que me veré muy estúpida si pregunto y me dice que aceptar algo entre nosotros públicamente

la mayoría de mis historias siempre son para ti
—¿A si?—digo un poco sorprendida porque lo había pensado pero me he obligado a no darme alas falsas yo misma
—si, cómo esta
—es una canción muy interesante Lagos
—Bastante, y tengo más que siempre me recuerdan a ti

El sueño se a ido dejándome una bola de nervios en el estómago

—Te haré una lista de canciones y la compartiré contigo para que la escuches

Desde AltamarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora