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Alice Mills

Después del pequeño suceso que tuvo lugar hace unos días, el señor LaRusso tuvo que disculparse numerosas veces conmigo. Lo había visto todo desde las cámaras y se sentía avergonzado por lo que he tenido que pasar.

Personalmente me encargué de que la culpa desapareciese de su vida. Fui yo la que quiso ir a altas horas de la noche, además estuvo Robby ahí.

-No siempre estará Robby para salvarte.- recordó recortando un bonsais- vente a Miyagi-Do, puedes ser mi primera alumna después de Sam.

¿Qué se ha tomado señor LaRusso?

-Perdona la ignorancia Daniel pero, ¿Qué se supone que es Miyagi-Do?

-Una forma de karate, a mi me lo enseño el señor Miyagi cuando era joven.- comenzó a explicar centrando su vista en mi- son técnicas de defensas.

Ante aquellas palabras no pude evitar la charla que tuve con mi madre hace unos días.

"A veces el karate es más que defenderse cariño, suele llegar a cosas peores."

-Suena tentador señor LaRusso pero debo rechazar su oferta.

》el Karate y mi familia no se han llevado bien a lo largo de los años.

Parecía un tanto decepcionado por mis palabras pero ahora mismo no me veía aprendiendo defensa o cualquier cosa de esas.

Aunque falta nos hace.

Además a mi madre podría darle un ataque de solo enterarse.

-Mi propuesta seguirá en pie, puedes probar cuando quieras.

-Gracias por entender- sonreí entrando de nuevo a la casa.

-Veo que ya os conocéis- Dijo el señor LaRusso en cuanto llegamos con su hija.- Mi alumno actual y mi antigua alumna.

Samantha no estaba sola, Robby recargaba su cuerpo en la puerta mientras estaban siendo protagonistas de una conversación bastante entretenida

-Hola Robby- saludé con una sonrisa.

-¿Te ha intentando liar a ti también?- Sam desvió el tema hacia mi.

-Puede ser- reí encogiendome de hombros.

-Todavía estáis a tiempo de uniros.- insistió el adulto con un brillo de fe.

-Por ahora no señor LaRusso- dije lo más amable que pude.

-Nos vamos de compras con mamá y la abuela- excusó mi amiga.

-En verdad, yo no puedo ir- rasqué mi nuca nerviosa y todas las miradas recayeron en mi- Le prometi a tu hermano que me haría Maratón de videojuegos con él.

-¿Es en serio?, ¿me cambias por Anthony?- preguntó fingiendo estar dolida.

-¡No tuve elección!- solté rápidamente- me miraba con una carita...Además, me dijo que era mejor que yo.

-No sabes donde te has metido Ali- rió Sam apoyando su mano en mi hombro- suerte soldado.

-¿Le importa Señor LaRusso?

-Como si fueras ya de la familia- Comentó con una sonrisa- la casa es tuya.

-Gracias

》Nos vemos cuando llegues Sammy.

-Avísenme si hay sangre, sobretodo tú Alice- ¿yo?- Anthony suele ser muy competitivo.

-Gracias por la advertencia.

Stereo Hearts || Robby KeeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora