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Alice Mills

Los Ángeles, la ciudad que según mi madre iba a abrirme nuevas puertas y nuevas aventuras.

Tras el abandono de mi padre, nuestras vidas cambiaron por completo. De España ya no necesitabamos nada y la mejor opción que pudo escoger mi madre fue EEUU, concretamente California.

-¿Estas segura de esto?- pregunté bajando del coche.- Este sitio no nos pega nada.

-Mi infancia la pasé aquí.

-Lo sé- sonreí tomando mi maleta- me has contado esa historia mil veces.

-Dale una oportunidad Alice, California tiene sorpresas para todo el mundo.

-Las tuyas no fueron muy buenas- reí recordando todas las historias de su infancia que me había contado desde bebe.

-Tuvo sus cosas buenas, aunque el amor nunca fue mi fuerte.

-Ni el mio, mamá.

Lo cierto es que mi madre creció en una familia adinerada, aquí en los Ángeles. Fue animadora en la escuela secundaria donde yo acudiría dentro de unas horas.

Era la típica chica genuina e independiente, o así se pintaba ella misma.

En el verano de 1982 conoció a un chico cuando veía con sus amigas la película Rocky III. Iba con su grupo de amigos, los cuales se comportaron como unos auténticos idiotas. Tiró su cubo de palomitas por encima del pelo rubio del chico y se retiró con todo su orgullo.

Días más tarde, el mismo idiota de esa noche intentó invitarla a salir.

¿Cuántas veces?, creo que perdió la cuenta.

Aunque finalmente por la curiosidad que le generaba, aceptó. La llevó a Golf and Stuff, donde acabaron besándose en la noria y comenzando una relación que duró dos años y no, antes de que os apresureis, no es mi padre.

Por desgracia es el de ahora.

¿Qué sucedió?, son motivos que desconozco todavía pero lo que si sé es que tuvieron una fuerte discusión que los llevó a separarse y cuando intentó arreglar las cosas, mi madre ya había conocido a otro chico.

Que tampoco es mi actual padre.

La vida amorosa de Ali Mills era muy completa y llena de nuevas temporadas. No podías percibir cual sería su siguiente movimiento.

-¿Te gusta?- preguntó dejándome ver la entrada de nuestro nuevo hogar.

-Sabes que lo que sea me gustará, se adaptarme a todo entorno.

-Eres la mejor- besó mi frente con cariño- ¿por qué no das una vuelta por la zona?, te compartí la ubicación para que sepas volver.

-Cenaremos en breve.- excuse sin ganas de andar

-Venga, aún tengo que ordenar algunas habitación- explicó atandose el pelo en una coleta alta.- Luego pediremos algo.

-Esta bien- cedí sin ganas- aunque si me pierdo te denunciaré.

-Lo que sea.

La relación con mi madre era demasiado buena para ser verdad, teníamos una complicidad tan marcada y la confianza que me proporcionó desde que era niña había fortalecido todavia más nuestros lazos.

Me tuvo a muy temprana edad por lo que es algo parecido a una mejor amiga, aunque sabe poner límites entre nosotras.

Al fin y al cabo debía darme ejemplo.

Stereo Hearts || Robby KeeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora