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Alice Mills

Perdí completamente la nocion del tiempo en el momento que puse un pie en casa de los LaRusso.

Samantha estaba locamente indecisa por la ropa que debería llevar, parecía que no tenía ropa y eso que tenía un enorme armario lleno de prendas preciosas.

-Sam, con todo el cariño del mundo, ¿no crees que estás exagerando mucho?- pregunté desde la mesa de su escritorio, mi cuerpo descansaba ahi- Digo, es una simple fiesta en la piscina de Moon.

-¿Todavía no lo entiendes?- negué aburrida- Miguel irá y lo último que necesito es que me vea afectada por él.

-¿y no lo estas?

-¡Claro que no!- exclamó alterada- Es una persona...que solo busco el éxito, no puedo creer que pensara tener algo serio con él.

-No era así.

-Lo sé, esa secta de Cobra Kai les ha lavado el cerebro a todo el mundo y parece que solo tú y yo nos damos cuenta.

-Dales tiempo Sammy- pedí mirando la hora en mi móvil, las ocho.- Venga que tengo que irme.

-¿De verdad vas a dejarme sola?

-Lo siento LaRusso- disculpe acercandome a su armario- mi madre me pidió que esta noche me quedase en casa.

¿Por qué le mentí?, ni yo lo sé todavía pero no tenía ganas de que supiese mi rollo con Robby o al menos lo que quedaba de él.

-Tengo que comprarme ropa.

Negué divertida mientras revisaba su armario completo.  Tops de todos los colores, faldas, vestidos, biquinis, tacones...

¿Qué no tiene ropa?

Ojalá tener yo todo aquel mogollón de prendas.

-¡Perfecto!- canturree cogiendo la elección. - Póntelo.

Consistía en un biquini celeste y una falda de hilo trasparente.

-¿No hay parte de arriba?- preguntó confusa.

-Claro que si- aseguré agarrando la parte de arriba del biquini- no necesitas más.

》últimamente se lleva mucho

-Has perdido la cabeza Mills.

-Venga LaRusso- insistí recogiendo mis cosas- vas a ir ideal y Miguel se arrepentirá de haberte dejado escapar.

-Es tu amigo

-Pero tú vas primero- sonreí- además, hasta que su agresividad disminuya no va a saber nada de mi.

-Te quiero Alice

-Yo también me quiero- reí lanzandole un beso antes de salir por la puerta.

-¿Ya te vas?- una mano apareció en mi campo de visión consiguiendo un ataque a mi corazón

-Que susto Señor LaRusso- giré mi cuerpo hacia él- lleve una campanita para avisar su llegada la próxima vez, por favor.

-Lo siento.- rió pasando por mi lado- ten cuidado

-Nos vemos

(...)

-Siento haber tardado Rob- disculpé en cuanto el ojiverde abrió la puerta de su apartamento.

-Tranquila- quitó importancia dejándome entrar- siento todo el desastre, mi madre ha estado un tanto ausente.

Hice una pequeña inspección al lugar y un sentimiento extraño se hizo presente en mi pecho, ¿era lastima?

Stereo Hearts || Robby KeeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora