13

401 34 13
                                        

Alice Mills

Sin duda mi madre todavía seguía asimilando el asunto de Cobra Kai, de sus amores pasados y de todo en general. No quería mostrarse mal delante de mí pero sabía que le había dejado descolocada y llena de dudas.

Tuve que mentirle sobre mi paradero esta última semana, ¿cómo le decía que ayudaba a Daniel en Miyagi-Do?, se volvería completamente loca por lo que opte por omitir esa información por ahora.

Va a salir mal.

-Señor LaRusso- la voz del ojiverde hizo que volviese en mi- esté puede servir.

Estábamos ahora mismo buscando nuevos muebles y objetos que nos sirvieran para abrir Miyagi-Do.

Me dolía la vista de tanto blanco.

-No, ese podría ser para colgar el estante, el tornillo haría toda la fuerza, al final el peso acabaría ganando- explicó el señor LaRusso.

》necesitamos uno de mariposa.

-Vaya señor LaRusso,  me asombra su forma de ver las cosas- bromeé apoyándome en uno de los muebles que había.- ¿Cuanto nos queda?, me duelen los pies de tanto andar en círculo.

-No te quejes tanto Mills- sonrió Robby tirando de mi mano.

-Sigo asombrado con que seas la hija de Ali- agregó Daniel mirandome curioso.

-Sigo asombrada con que tuvieras una relación con mi madre.- reí un tanto incómoda.

-Pasado es pasado

-Supongo.- me encogí de hombros tratando de evitar esta conversación,  aunque la curiosidad me estaba matando.

-Este de aqui debe servir- escuchamos la voz del chico un poco más delante.

-No- dijo al instante- es pequeño.

A partir de ese estante fue mirando otros muchos hasta que dio con uno que llamó su atención.

-Este de aqui- indicó, dandoselo a Robby.

-¿Seguro?- inquirió con rechazo.

-No es grande- dije analizando el estante.

-No pero tiene un secreto- comenzó a decir con una sonrisa- ¿Veis este soporte?, cuando atraviesa la madera se abre y usa toda la pared para sostener el estante.

-Creo que entiendo la metáfora- sonrió de vuelta el chico.

-Pues no he entendido nada- rasque mi nuca un tanto nerviosa.

-¿Está diciendo que en la vida no puedo hacer todo solo y debo confiar en otras personas?

-¿Es en serio?- intercale miradas entre Robby y el señor LaRusso?- ¿tan rebuscado?

-Nah, solo os enseñaba bricolaje- bromeó apoyando su mano en mi hombro- Pero si veis una metáfora en todo esto, sois mejores alumnos que yo.

-¿Estáis hablando en un idioma que solo los hombres entendéis?- pregunté frustrada.

-Olvidalo- ambos rieron dejandome atrás.

Por esto odiamos a los hombres.

-Gracias por dejarme atrás, muy caballeroso de vuestra parte- reclamé llegando a su lado con varios saltitos.

Sus piernas son mil veces más largas que las mías y no llegaba a su ritmo.

-No te enfades bonita.

¡bonita!

Voy a derretirme aquí mismo. ¡Amo a este hombre!

¿Te recuerdo lo que nos hizo?

Cierto.

Stereo Hearts || Robby KeeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora