Stereo Hearts || Robby Keene

3

Alice Mills

Llevaba en la ciudad tres semanas contadas. La verdad no me quejo del rumbo que estaba tomando mi vida.

Las cosas en casa están siendo un poco tensas, mi madre intenta mostrarse fuerte pero ambas sabemos que por dentro esta intentando sobrellevarlo como puede.

Una semana atrás había conocido a la familia de Sam y tengo que decir que fueron muy majos conmigo. Su madre era encantadora, su hermano Antonhy era el típico niño adicto a las pantallas y su padre según me contó fue uno de los mejores karatekas de su época, entrenando por Miyagi-Do

Unos días después también tuve la oportunidad de conocer a la madre de Miguel debido a que tuve que hacer un trabajo con él. Pude darme cuenta que no estaba a favor de que su hijo entrenase Karate con su vecino de al lado, Johnny.

-¿Me estas escuchando?

-Lo siento Sam- disculpé volviendo en mi.

-Decía que primero debo llegarme al concesionario de mi padre.

-No te preocupes, vamos- sonreí llevando la pajita de mi batido a los labios.

-Luego ya nos iremos a mi casa.- finalizó pagando.

-Bien.

Sam se había convertido en una amiga muy cercana a mi.

Durante estas últimas semanas ha intentando mostrarme la zona y presentarme a gente. Sin duda fue un milagro perderme ese día.

-¿Quién es tu amiga Sammy?- preguntó alguien nada más pusimos un pie en nuestro destino.

-Louie- llamó Sam a mi lado- Ella es Alice, una amiga.

-Encantada- sonreí.

-Esté es mi tonto tio- rió ganándose una mala mirada por parte del hombre.

-Sam hazme el favor de venir un momento- pidió Daniel llegando con nosotras- me alegro de verte Alice.

-Lo mismo digo Daniel.

Mientras ellos arreglaban los asuntos que tuvieran, me dediqué a dar vueltas por el sitio. Louie había desaparecido de mi vista por lo que estaba sola en combate.

El lugar era bastante grande y habían coches preciosos.

Paré de lleno en una gran etiqueta "Concesionario LaRusso ".

Un apellido peculiar.

-¿Necesitas algo?

-Dios- maldije llevandome una mano al pecho- podrías hacer más ruido al llegar.

-Lo siento- rió relajando su rostro- lo repetiré de nuevo,  ¿puedo ayudarte en algo?

-No gracias, estoy esperando a una amiga- sonreí fijándome en sus ojos verdes.- ¿no eres muy joven para trabajar aquí?

-¿Y a ti no te han dicho que ser tan cotilla trae problemas?

-No estés siempre a la defensiva- exclame cruzando los brazos sobre mi pecho.

-Me llamo Robby- soltó extendiendo su mano- Robby Keene.

-Alice Mills- le devolvi el saludo con una sonrisa nerviosa.

Ninguno de los dos pudo decir nada más ya que llegó Samantha seguida de su padre.

-Oh, ya conoces a mi nuevo trabajador- dijo Daniel- Robby esta siendo muy eficiente.

-Nosotros ya nos vamos papá- anunció agarrando mi brazo- hoy hay noche de chicas.

-Bien, nos vemos en un rato- besó la frente de su hija y a mi me envolvió en un medio abrazo.