Mistake ࿔ Shadonic

𝟬𝟬𝟵

Shadow había salido del laboratorio de Tails, listo para dar una queja a Sonic.

El erizo cobalto estaba con una limonada en su mano y en la otra tenía el control remoto, cambiando de canal a canal en la televisión buscando algo entretenido. Shadow, que tenía a los dos peligrosos en sus brazos, suspiró al darse cuenta de que Sonic se había olvidado de los tres.

—Estúpido —volteó su mirada al escuchar el insulto— ¿No crees que el laboratorio del zorro sea peligroso con estos?

—¿Shadz? ¿Laboratorio? —recordó—. ¡Ah, cierto! En unos días lo vamos a arreglar para no causar problemas.

Dio un bostezo, sintiendo sueño.

Iba a responderle, pero no pudo por recibir un golpe suave, sabiendo que la responsable fue Iris. Se sentó en el sofá y dejó que los dos menores fueran a hacer sus cosas.

—Shadow —el oji-rubí respondió con un sonido entre labios, asintiendo—. Amy me va a matar si sigo ocultando esto de Shannon.

—¿Y el problema?

—No eres tan importante, pero estás involucrado —entrecerró los ojos—, así que vas a apoyarme en esto sí o sí.

—Qué lástima, no podré.

Se miraron mutuamente.

—¿Por qué?

—Porque no quiero.

Soltó un soplido por la respuesta. Sabía que no lo obligaría, así que lo esperaría para poder conversar con el Team sobre los pequeños peligrosos; además, los menores estaban intentando salir y su único apartado era el patio. Si Shadow seguía sin aceptar, sería obligado por Sonic.

—Azul.

—¿Hmm, ¿qué?

—¿Dónde está Iris y Shannon?

—Oh —revisó a su alrededor con la mirada—, no sé —recibió un golpe— ¡Ah, no lo sé!

—Imbécil, anda, vamos a buscarlos.

Se levantaron y fueron hacia el patio, pero no los encontraron. Tampoco estaban en las habitaciones ni en el laboratorio. Sonic sugirió revisar de nuevo en el patio, mientras que Shadow decidió ir a la cocina, pero no se comunicaron al respecto.

Los pequeños erizos estaban en la mesa con dos cucharas y un gran plato de pudín, se dieron cuenta de que el mayor estaba entre ellos y se asustaron.

«Si no me muevo, no me ve», se dijeron a sí mismos al mismo tiempo.

Shadow se acercó a ellos apunto de quejarse, pero se detuvo al ver que tenían pudín. Sus ojitos brillaron.

«Pensándolo bien, no sería mala idea comer pudín también». Shadow se dirigió a la heladera, agarró uno y se sentó para comer con los dos menores.

Empezó a dar un bocado del pudín, dando una mueca de satisfacción, pensando: «¿Desde cuándo el Faker es tan bueno en la cocina? Claramente voy a robarme esto».

—Papá, ¿te gusta el pudín?

Tosió, sorprendido por el llamado. En las semanas anteriores no habían dicho nada al respecto de eso.

—Sí...—asintió levemente.

Siguieron comiendo en silencio.

•••

—Mira nada más, qué bonito... —dijo Sonic, detrás de ellos.

Había unos platos en la mesa, sucios y con las cucharas por ahí. Claramente habían agarrado el postre sin su permiso.