Capitulo 8.

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El estruendo que se había formado ahí arriba nos despertó de nuestro trance.

-¿Gab que fue eso?- Me levanté asustada y agitada , intenté abrir la pequeña puerta pero estaba atrancada.

-Déjame a mi- Hizo lo mismo que yo y pasó su mano por la frente agotado.

-Yo hice lo mismo , porque hagas tú igual no significa que se vaya abrir.- Dije molesta , es como si yo no tuviera fuerza y él , el experto si que pudiera porque es súper fuerte.

°Es que es fuerte Viana° Dijo mis subsconciente , ruji para mis adentros y Gab empezó a asustarse por mis tremendos cambios de expresión.

-No quería que pensaras eso Viana , tú también eres fuerte no digo que no , pero bueno ya sabemos aquí que yo... Bueno.- Dijo satisfecho , lo fulmine con la mirada y busque algo alargado y duro , puede que no sea tan fuerte que él pero yo usaba la lógica.

Atrapé un largo palo de madera grueso y empecé a golpear la puerta hasta que esta se logró abrir y dejó paso a toda la arena que calló encima mía.

-¡¿Viana estas bien!?

-No no estoy bien ¡Gab ayudame no te quedes ahí!- Me arrastró fuera de esa torre de arena y me ayudó a quitarla toda de encima.

-¡Viana podemos salir!- Me soltó con cuidado a un lado y empezó a caminar nervioso mientras reía de alegría- ¡Podemos salir!- Empecé yo también a reír y antes de que me diera cuenta me cogió y me dio vueltas en el aire lo que me produjo mas risa.

Las vueltas cesaron y Gabriel me bajó poco a poco quedándonos a centímetros
Del uno al otro , llevó sus labios a los mios y esta vez no me aparté.
Lo deseaba , deseaba a Gab... Yo lo amaba.

-Te amo Viana.- Soltó derrepente abranzandome.

-Yo también te amo- cerré con fuerza los ojos, no quería llorar en ese preciso instante.
Volvió a besarme pero en la mejilla y me ayudó a salir por la pequeña puerta que daba a la salida.

[...]

Después de lo sucedido ahí abajo Gab y yo reconstruimos los podido , nos habíamos enterado por algunas muertes como la de Gringer.
Era un señor mayor de unos 70 años , al parecer la tormenta lo atrapó antes de llegar a su cabañana.

Me había quedado sola en la habitación mirando hacia la nada , pensando en como a cambiado totalmente mi vida.
Antes era una total princesa en un palacio donde tenia todo lo que quería , con Erick haciendo el tonto por ahí.
Reí al recordar varias escenas graciosas de mi hermano menor corriendo por las grandes salsas mientras mi padre lo regañaba.

O dios ... Y yo lo había matado , mi propio hermano lo he matado.
No podré perdonarmelo nunca , el día que le clave ese cristal en el pecho y lo dejé ahí muerto , me dolía.
Un fuerte dolor en el pecho volvió a mi , era tal dolor que apenas podía respirar o gritar para que Gab y el otro chico me oyeran.

Caí en el suelo frío de la habitación y me hice una bola Mientras me sujetaba el pecho e intentaba respirar.
-Gaab...- Dije intentando gritar pero solo me salían susurros , me estaba ahogando y todo lo veía borroso hasta que llegó la oscuridad absoluta, no se si estaba muerta pero oía voces cerca de mi ...

-Viana , ¿Viana estas ahí?- Note un zarandeo como si alguien me cogiera en brazos y abrí mís ojos con dificultad aunque aun no veía con claridad sabia que era él , Sonreí y me abrazó con fuerza , mi dolor de pecho estaba disminuyendo pero aun me costaba respirar.

Me recostó en la cama y depositó un beso en mi frente , ahora me dolía la espalda y me di la vuelta quedando boca abajo.

-Gab ¿Está todo bien?- Habló una voz desconocida para mi.

-August podrías traer un paño mojado ¿Por favor?- Esta vez habló Gab , me sentía bien que se preocupara por mi.

Quedó todo en silencio... Un largo silencio hasta que él empezó a levantarme mis ropas.
-¿Que haces?- Aparte su mano para que no siguiera con lo que fuese que quería hacer.
-Relajate Viana , no es nada malo.- Siguió subiendo hasta llegar a tener la ropa subida y masajeó mi espalda adolorida con sus manos heladas , solté un gran suspiro que tenia retenido y por primera vez en el día me relajé de verdad.

Después de un rato Gab terminó y se acurrucó a mi lado , lo acariciaba con cuidado y con mi dedo iba recorriendo sus facciones tan perfectas.

-¿Estás mejor?- Me preguntó tan flojo que casi no oía lo que me decía.

-Sí y tu masaje me a reconfortado.

August había aparecido dejando un paño mojado y un cubo de madera con agua.

-¿Os habéis enterado? El rey de esta ciénaga a cazado un ángel caído , lo están torturando de todas las maneras posibles.

-¿Cómo te has enterado de eso?- Preguntó Gab , no sabía que aquí había un rey que manejara todo esto , ni siquiera sabia donde estaba y si había mas gente como nosotros por aquí cerca.

-La gente no para de hablar sobre ello , están locos pensando en que acabaran muertos por ese ángel- Hizo una breve pausa y siguió- Ese tal Ángel asegura que aquí en esta ciénaga hay otro más como él.

-¿Cómo estas tan seguro de eso?- Habló Gab de nuevo.

August se encogió de hombros y salió de la habitación dejándonos solos , me puso el paño en la frente y cerré mis ojos hasta quedarme dormida.

-Viana , Viana...

-¿Quien eres?

-Soy yo... He vuelto cariño.

-¿Qué? No no... No se quien eres.

-Confía en mi , mañana al medio día quiero que vayas a la gran piedra de la Cienaga y me esperes allí.

-¿P-por que?

-Sólo ve , espero encontrarte allá. Adiós Viana.

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Que OS aparecido? Espero que os guste para las pocas personas que lo leéis ...
Si llego a algo mas de likes seguiré con la novela.

Ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora