Capitulo 4.

115 9 2
                                    

A la mañana siguiente desperté sudada y zarandeada por Gab.
-¿Qué haces aquí?- Dije restragandome los ojos e incorporándome en la cama.
-oí ruidos desde mi cabaña y vine preocupado , te encontré gritando y moviéndote como una loca.
Aquella noche volví a tener la misma pesadilla sobre mi padre , fue una escena muy traumática para mi y aun no lo e llegado a superar.
-No es nada...-Me levanté y lo observe.
-Te ves muy guapa así Viana.- me miraba de arriba abajo con una sonrisa macabra.
Me tape con mis manos como pude mi camison que dejaba ver parte de mis pechos.
-Eres un cerdo.
-Como quieras , vistete tenemos que trabajar.
-¿Tenemos?-dije mientras le cogía de los hombros y le daba la vuelta para que mirara hacia la puerta.
-Me gustaban mas las otras vistas- Se encogió de hombros- Si , tenemos que trabajar ya que parece que se avecina una tormenta.
-¡¿Qué!? - acabe poniendo mi blusa rápido y mis pantalones desgastados con unas botas negras con barro- ¿Cuanto tiempo queda? Tenemos que cerrar las ventanas y puertas con tablones.
-si claro  , ¿Y de dónde sacamos unos? Estamos Jodidos Viana , jodidos.
Salí corriendo hacia la puerta y mire hacia el cielo.
-¡No parece que venga ya! , tenemos tiempo. - Gabriel se quedo a mi lado.
-Yo iré a por comida , tú mientras...
Este se fue corriendo a su cabaña para coger lanzas mientras salia y se iba dejando la frase a medio.
-Genial... Me toca buscar palos.
Empezé a andar hacia ningún lado hasta encontrar alguna rama por ahí y algo mas ...
-Vamos pequeño , no te are nada. -Cogí el palo con cuidado y este se acercaba más a mi haciendo sonidos raros , como intentando respirar pero con dificultad.
Cogí el palo y salí corriendo , pero parece que no aprendí la lección y este salió detrás mía tirandome al suelo abriendo su gran boca.
-¡Suelta!- se enrolló en mis piernas con fuerza y mordió.
Gab apareció de la nada y con su lanza acabó con ese bicho.
-¿Estas bien?-Dijo alzandome la mano.
-¡No , ese asqueroso bicho se abalanzó a mi!-cogi su mano y intenté levantarme pero no pude.
-te mordió... Esta bien , sube a mi espalda señorita.
-No hace falta puedo sola.
Gabriel miro hacia atrás y observó al igual que yo la gran tormenta que se dirigía hacia nosotros.
-¡Vamos joder!-Gritó Gab.
Me subí con su alluda como una recién casada y apolle mi cabeza en su pecho mientras el corría lo que podía hasta llegar a su cabaña.
-¡E dejado comida abajo , corre , yo cogeré lo necesario para arreglarte esa herida!-Me dejo en el suelo con cuidado y arrastrando mi pierna bajé por una escaleras de madera.
-¡Gab! - grité tirandome al suelo.
-Ya estoy, tranquila- me aparte un poco y el dejó caer comida que había cazado.
-Vaya.. Si que has traído.
-Pasaremos un largo tiempo hasta que la tormenta pase , los dos solos- sonrió.
-¿Te divierte?
-Me gusta la idea de pasar tiempo contigo, nada más.

*Minutos después*

Gab me vendó la pierna con unos trapos viejos y ahora estaba acurrucada a su lado.
-Para- Le agarre la mano que acariciaba mi muslo.
-¿Nerviosa Viana?
-¡Si y como no pares te la arranco!
-ay... Quiero tener hijos.
-¿Qué? - miré su "brageta" y luego a el- ¡Eso no imbécil!-
-Me encanta cuando te pones roja- Rió y posó su nariz con la mía.
-Si que nos espera un laaaargo tiempo...

Ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora