the sunflower garden 𝚃𝚘𝚛𝚍𝚝𝚘𝚖

Part. 9

Anteriormente...

-dos almas en la noche ya emanaban abrumacion en sus seres ante su acto que hicieron anteriormente. Sus corazones se aceleraban al minuto al estar a toda velocidad en la carretera, estaban por llegar a su destino hasta que la moto paro en seco empujando a ambos como si fichas de domino se tratasen. A lo que Tord suspiraba pesado y su contrario ya hacia en silencio al verlo, rompiendo el inmenso silencio en ambos.

‐¿Porque paras? Ya estábamos por llegar, en serio, te digo que esto es peligroso si paramos Tord.

Tord ante el llamado solo escuchaba pitidos en su oído que eran palpables en el mismo, su corazón latía con rapidez con cada minuto. Sentía que le estaba dando pánico, pero fue consolado con dos brazos que lo enrollaban por su abdomen haciendo que regresara a la realidad.

-Oye..ya no tenemos que arrepentirnos, hora estamos bien, ¿no crees?.

Sus palabras fueron roncas pero llenas de brindar calma quien lo escuchara, a lo que Tord simplemente pudo sentirse mejor ante el llamado del contrario. Asintiendo con suavidad, y tocando las manos de este de manera suave.

-Tienes razón, ahora podremos estar en paz. Vamonos de una vez, no quiero problemas aquí.

Fue lo último que dijo el chico de cuernos para partir con la moto de una manera más tranquila. Tom tan solo se abrazaba con este desde su cintura, sus cabellos volaban por su cara casi tapando sus cuencas, mientras que miraba el hermoso cielo estrellado junto a las nubes grises le traían nostalgia...

(...)

Después de parar en la casa del nórdico llegaron bien, Tom ayudó a Tord abrir la puerta del porche de este para meter el vehículo dentro. A los segundos entraron a la casa ambos, Tord entro primero ante todo y Tom..bueno el ya hacia tirado en la entrada de la puerta escuchando el pequeño estruendo, a lo que el de cuernos voltio extrañado y ciertamente divertido ante esa reacción rara del britanico.

-¿Ahora que te pasa a ti? Dios..se escucho horrible ese golpe, a veces me gustaria molerte ese cerebro tan tonto tuyo que tienes para hacerte razonar bien.

Dijo con un deje de burla y algo de reproche ante la actitud del chico de cuencas, a lo que este se quedo parado viendo neutro a su contrario.

-Cierra la boca, no es mi culpa que tú no te tires al suelo después de un día de mierda. Eso es lo que hago cuando siento mucho cansancio o porque termino muy inestablemente al sentir o percibir algo que me dejo agotado.

Hablo con algo de molestia ante las palabras del noruego, a lo que este solamente no dijo nada. Suspiro ante eso así que tambien copio lo que hacía el de cuencas tirándose al suelo ahí mismo a su lado, a lo que Tom lo miró extrañado al verlo copiar lo mismo que el.

-¿Que logras copiandome la manera en la que me relajo yo? Es ciertamente tonto.

Reprocho este con deje de suavidad en su tono ronco, mientras que miraba al noruego a su dirección. Este no se limito mucho a decirle nada, solo miraba el techo de la casa con los ojos entre cerrados por la luz que emitía uno de los focos que lo cegaba un poco. Este solo movio sus manos a su pecho un momento.