Blank the series fanfic - Un dulce amargo.

Ella es para mí

  Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, cuando la vi por primera vez en el mercadillo, su mirada indiferente cuando me armé de valor para hablarle y le pedí que me hiciera un boceto. Era como si una presión llegara a mi pecho por su belleza y el aura de nobleza inalcanzable que emanaba. Me sentí torpe y tímida al principio, la había seguido por días, pero mi curiosidad y necesidad de saber más de ella me superaban. Lucía tan imponente con su caballete, sus manos grandes y firmes con el lápiz y su fría mirada. Oh  realmente llamó mi atención. Ella tenía un nombre similar al mío. ¡Tal vez era el destino! ¡Quizás ella estaba marcada para mí! Mi abuela era rica, por lo tanto, me daba mucho dinero para emergencia. Normalmente no lo usaba, lo dejaba en un cofrecito en mi cuarto, aún así, desde que la conocí, me di cuenta de que el dinero me ayudaría. ¡Ella es una artista muerta de hambre, así que no puede rechazar el dinero! Me llené de emoción por mi justa revelación. Todo los días llevaba una cantidad justa y necesaria de dinero, los teléfonos con cámara dañaban sus posibilidades de clientes, así que yo era su habitual. Disfrutaba mirarla y al final, me enamoré perdidamente de ella.  

—¡Oye! ¿No tienes una mejor cosa en la que gastarte el dinero en vez de venir aquí? —Preguntó ella al verme de nuevo y yo sonreí.

—Ar-Neung. ¿No necesitas dinero? —pregunté mostrando el montoncito de billetes para otro dibujo, ella giró los ojos y lo tomó de mis manos, me alegré y sonreí mientras ella me dibujaba.

  Mi madre no me quiso, no tengo padre y mi abuela es estricta porque no quiere que acabe como mi madre, con un bebé muy joven. Lo entendí a pesar de mi soledad y el maltrato, aun así, cada vez que iba al mercado, ella se preocupaba por mí como nadie. Al final, me determiné a que ella fuera para mí, mi todo… mi felicidad.

—Ar-Neung. —Dije en uno de esos días corrientes donde yo le pido un dibujo y ella se queja, porque yo siempre ocupo la silla que ella dice que podría ocupar otro cliente, cliente que rara vez aparece.

  En este tiempo me di cuenta de muchas más cosas, una de ellas es que Ar-Neung es muy inexpresiva, no tiene interés en ninguna persona en particular. Ella estaba por encima de cualquier mortal. Definitivamente ella tenía que ser mía, mi pareja tenía que ser una persona superior, una edición limitada como yo. Nadie más era digno de ella y sabía que eso me incluía, de momento, pero lucharía para serlo, pero de momento, tenía que marcar mi territorio. Así que acomodé mis gafas y alisé mi falda antes de pararme frente a ella con mi mejor sonrisa. Ella me miró con desagrado. ¡Dios, cuanto la amo! Era ahora o nunca, especialmente ya que muchos hombres y mujeres le echaban una mirada. ¡Ajá! ¡Ellos la miran y ni siquiera le compran un dibujo! No importa, yo estoy aquí para cubrir sus necesidades. Afortunadamente escuché su estomago rugir como un león. ¡La oportunidad perfecta!

—Ar-Neung. —Dije alegremente y ella me miró con una ceja levantada.

   Mi amor necesitaba alimento y yo podía dárselo, claro, una cosa es que la abuela me diera dinero, otra que fuera una millonada, por lo que tenía en la cabeza que tanto podía gastar, especialmente ya que no me puedo quedar sin dinero para los dibujos. Además, dudaba que Ar-Neung fuera muy exigente, mucho menos con el bolsillo de una estudiante.

—¿No tienes algún club o algo al cual ir? —Preguntó y negué con la cabeza.

—Te invito a comer.

—Ve a gastar tu dinero en alguien más, necesito trabajar.

—Pero nadie ha venido en los 30 minutos que llevo viéndote. —Dije y ella pareció disgustada.

—¡Oye! ¿Esa es la forma de hablar a los mayores?

—Ar-Neung. —Llamé y tiré de su brazo para que se levantara de la silla. Necesito declararme en un lugar especial, así que insistí. —Ven a comer conmigo, yo pagaré, por favor.