Mi nombre completo es Khun Nueng / M.L. Sippakorn Anuntrakul, debido a eso crecí con cierto carácter y arrogancia. Nunca antes me había sentido más estresada por algo que no debería ser gran cosa. ¿No? En mis más de tres décadas de vida y en mis pocas incursiones con el sexo, nunca había tenido problemas y siempre había sido satisfactorio. Había una placentera sensación de rebeldía en el acto, especialmente el hecho de que mis parejas siempre eran mujeres, como por ejemplo Wan Viva, la doctora a la que A-Neung odia tanto, me preguntó qué sentiría si le dijera que la novia de Wan Viva me desprecia, estoy segura de que Wan Viva tiene recuerdos muy agradables e inolvidables conmigo. A veces me pregunto qué es lo que A-Neung quiere de mí. Ella se ve pequeña, suave y frágil, luego actúa de un modo travieso o inmaduro y me hace querer castigarla, mostrar que soy superior y tengo que ser obedecida. A-Neung me mira con falsa inocencia, pero ella consigue que cumpla sus deseos. ¿Quién realmente tiene la correa? No quiero herirla, aunque deseo que chille mi nombre mientras se ahoga de placer, su cuerpo convulso, lleno de sudor y lágrimas, mientras sus jadeos me muestran su placer, cuanto adora mis manos apretando su carne, enterrándose profundo de ella. Su clímax es poderoso mientras devoro sus labios. Ahora, en este momento, tenía que maximizar todo lo que le daba y lo que recibo de ella. Tengo miedo de excederme, que me pierda en mi propio placer al verla sometida. Abrazarla y fusionarnos hasta ser una. Sí, ésta chica traviesa me enloquece. Una vez ella dijo que no amé a nadie esperando a que ella naciera, lo dijo llena de convicción y me burlé. Nadie es digna de ésta M. L. Sippakorn, nadie lo sería, ¿por qué ella sí? Mis propios sentimientos y deseos son confusos mientras los exploro con ella, no obstante, lo único cierto es que la amo. Ya no puedo negarlo o escapar de ello. Amo a A-Neung. Si Sam y Mon dicen que está bien si lo disfrutamos, ¿Por qué me negaría? Me sentía cada día culpable por mancillar a la hija de mi mejor amiga y mi ex prometido, pero ella me buscó primero, necesitándome, me enredo en sus juegos hasta que no pude escapar, así que ella pagaría. Por lo que aproveche que A-Neung estaba en la cocina con Mon y pedí a la tía Nim comprara unas cosas básicas para probar. Aún no tenía la confianza suficiente para algo demasiado elaborado.
—Espero que estés lista para ser mi juguete. —Dije con picardía y ella sonrió y tragó saliva. Antes de hacer cualquier cosa, necesitaba estar segura de algo, así que, con mi semblante normal, dejé mis objetos en la cómoda y me senté junto a la chica desnuda. —Leí algo que me pareció interesante. SSC: sensato, seguro y consensuado. Necesito estar segura de que vas a estar bien. No haré nada demasiado rudo, vamos a ir poco a poco, pero si sientes alguna señal de incomodidad o dolor que no puedas tolerar, quiero que m lo digas o yo misma lo pararé. ¿De acuerdo?
—No hay nada que Ar-Neung haga que pueda desagradarme.
—Neung. —Dije su nombre cómo advertencia. —Lo digo en serio, pararé si veo que no eres sincera conmigo.
—Lo prometo, te diré que pares si algo no me gusta.
—Bien. —Asentí y me levanté de la cama. Arrimé mi cabello hacia tras de mi cabeza con los dedos y cambié la mirada. Era hora que ésta dama noble fuera obedecida. —Recuéstate en la cama, voy a jugar un poco con tu cuerpo, si llegas a hacer algún sonido vas a ser castigada. ¿Quedó claro? —Pregunté y ella asintió antes de acomodarse en la cama, por lo que tomé el pincel y lo remojé en el chocolate fundido. Hice un corazón sobre uno de sus senos, el dibujo rodeando su pequeño y tierno pezón. Ella pareció erizarse con el contacto de las hebras del pincel sobre su piel sensible. Me incliné y lamí el chocolate, ella apretó las mantas bajo su cuerpo y seguí dibujando en su piel, por sobre el ombligo, lamí y ella se movía inquieta por las cosquillas debido a las pinceladas. Era como si ahora A-Neung fuera mi lienzo. Mordí en los lugares en los que ella siempre soltaba un chillido y la traviesa mordió su labio para tratar de retenerlos. Después de un buen rato entre pinceladas, lamidas y mordiscos ella estaba llorosa y se movía inquieta. He de admitir que soportó muy bien. Por lo que tomé una freza y la forcé dentro de su boca. —No la muerdas o serás castigada. —Ordené y ella asintió, sus lágrimas cayeron y sonreí victoriosa. Ella no la pasaba nada fácil. Dejé un reguero de besos en su torso hasta llegar a sus muslos, mordí la piel y ella casi saltó, me mantuve alrededor de su intimidad, pero no demasiado cerca. Raspé con las uñas romas los muslos internos y volví a morder el hueso pélvico. Ella no pudo más, gimió y mordió la fresa. Sonreí victoriosa. —Mi chica desobediente.
—Lo siento.
—Te daré lo que mereces. —Dije con suficiencia y me senté en el borde de la cama. —Recuéstate aquí sobre mis piernas y muéstrame tu culo. —Ordené autoritaria y ella e ruborizó. Sería la primera vez que la nalguearía. Obedeció y su estómago estaba sobre mis piernas, su pecho en el colchón, aunque coloqué almohadas para su comodidad. Estaba segura de que ambas estábamos nerviosas, pero no dije nada o intenté tranquilizarla. Yo era su señora y ella mi juguete. Acaricié una de sus nalgas y ella cerró los ojos al verme levantar la mano. Le di una nalgada moderada, porque todavía no me sentía lista para ser muy brusca con ella. Su piel se tornó ligeramente rosácea y ella gimoteó, pero no me detuvo, así que le di otra en el mismo lugar. Después de la séptima ella ya no podía soportar, me di cuenta por su piel ahora de un rojo intenso y los ojos acuosos de A-Neung. Acaricié su zona maltratada con ternura. —Buena chica. —Alabé y ella sonrió. —Te recompensaré por soportar bien. Acuéstate boca abajo. —Dije y ella obedeció, por lo que besé su piel maltratada y mis labios dejaron más besos en toda su espalda, la giré y ella se mostró incómoda, imaginé que era por la piel sensible contra la sábana. —Puedes abrazarme. —Ella lo hizo y mi mano viajó entre sus piernas sintiendo una copiosa cantidad de humedad. Sonreí al verla ruborizada y entré en ella, mis labios tomaron los suyos y nos mecimos mientras ella era envestida. Chilló dulcemente en su clímax y se relajó, aferrándose a mí. Besé su cabeza y la arropé. —Neung. ¿Cómo te sientes?
—Ar-Neung es tan perfecta. —Dijo y se aferró más a mí. Sonreí y besé su frente, la abracé y me alegré de que le hubiese gustado. Tal vez nos costaría un poco ir más lejos, pero, por ahora, íbamos bien. No recuerdo dormirme, pero si despertar con algo moviéndose bajo las sábanas y entre mis piernas. A-Neung, la pequeña descarada estaba comiéndome y no pude quejarme, solamente gemir hasta que yo misma llegué al clímax. Ella sacó su cabeza traviesa y me miró con picardía.
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Blank the series fanfic - Un dulce amargo.
Fiksi PenggemarLuego de casi perder a A-Neung y Khun Neung ahora tratando de llevar la relación con una chica más joven, todo parece miel sobre hojuelas, pero eso no quita que Chet siga buscando novios a la joven o que la mayor deje sus complejos. Una relación abi...