Realmente me sentía culpable, debí empujar a Love mucho antes, pero mi cabeza estaba hecha un lío. Los que no quieren que esté con una mujer y los que no quieren que esté con alguien mayor. ¿Si Ar-Neung fuera un hombre sería diferente? ¿Y si fuera una chica de mi edad? No estaba segura de si eso era lo que tanto le molestaba al mundo, o era sólo que nos odiaban a Ar-Neung y a mí juntas, independientemente de el sexo o la edad. ¿Ar-Neung me perdonará si lo descubre? Traté de consentirla, pero no me hacía sentir mejor, acabé solamente siendo un fastidio para ella. Los últimos días en la escuela traté de evitar a Love, pero ella era muy insistente.
—A-Neung, tenemos que hablar. —Dijo Love cuando iba a ir a mi coche para ir al palacio. La esquivé, sujetando mi bolso contra el pecho.
—Yo no quiero hablar contigo.
—¡Por favor! —Gritó ella sujetando mi muñeca, deteniéndome. Traté de sacudírmela, pero ella era realmente fuerte. —Escúchame, por favor. ¡De verdad te amo!
—Dios… —Giré los ojos y volvía tratar de soltarme de su agarre. — ¡Suéltame ya! ¡No eres diferente a un acosador!
—¡¿Por qué te gusta esa mujer?! ¡Tiene la edad de tu madre!
—¡¿Y tú eres mucho mejor?! ¡Dices ser mi amiga y no respetas ni mi relación ni nuestra amistad! ¡Ya no quiero tener nada que ver contigo! —Grite antes de conseguir soltarme, entré a mi coche y deseé regresar para ser abrazada por Ar-Neung. Todo esto me estaba superando.
—A-Nueng. ¡A-Neung.! —La escuché a lo lejos, pero no di marcha atrás.
Cuándo Ar-Neung descubrió el beso, una parte de mí estaba feliz, la culpa era demasiado grande. Por otra parte, mi corazón se destruía. Ella decía que teníamos que separarnos. ¿De verdad ella estará allí cuando me gire? Tenía tanto miedo de no volver a verla. Los primeros días fueron una pesadilla. Quería ir al palacio, deseaba verla. Me encontraba deprimida diariamente, la abuela se quedó conmigo, al menos un tiempo.
—Quiero vivir sola. —Dije de repente una tarde, la abuela me miró detenidamente.
Me había costado mucho convencerla, por lo que le pedí a mamá que me ayudara, al final, la abuela se mudó con ella y vendieron la casa, consiguiéndome un departamento pequeño, algo que era conveniente por el dinero, aunque me hicieron prometer que llamaría todos los días. Papá me visitaba y parecía palpablemente satisfecho de no ver a Ar-Neung, no dije nada al respecto, preferí que pensara lo que quisiera. Después de mucho tiempo conseguí que me contrataran en la emisora de radio que quería, hice nuevos amigos, me divertí y fui a fiestas, sin embargo, una parte de mí se sentía vacía, cómo si algo importante debería estar junto a mí y ya no estaba.
—Eres realmente bonita. —Dijo avergonzado un chico en una de las fiestas. Sonreí, pues su interés era sincero.
—Tengo novia, lo siento. —Respondí, esperando que mis palabras todavía fueran ciertas.
Ar-Neung no estaba, sabía dónde encontrarla, pero no podía ir. Un año pareciera corto, pero, para mí, no pasaba suficientemente rápido. ¿Qué tenía que experimentar? ¿Qué me haría realmente madurar? ¿De verdad servía de algo estar separadas? Simplemente vivía mi vida, nada era demasiado trascendental. Me sentía sola, las personas reían a mi alrededor, pero yo no me sentía feliz. La recuerdo abrazándome, sujetándome, cuidándome, mientras me sonríe. También la recuerdo regañándome y llorando. Todo de ella me parecía hermoso, porque, de todas las personas, ella me apoyaba. No tenía que avergonzarme de esta parte traviesa de mí, tampoco mis sueños de ser DJ, solamente lloraba y sabía que ella me sostendría hasta que mis lágrimas cesaran. Tal vez realmente fui castigada, por eso me privaron de tu presencia. Una vez mi deseo de ser escuchada en un programa de radio era algo mundano, ahora, espero que mi voz pueda alcanzarte, Ar-Neung, y no te olvides de mí, hasta que pueda buscarte de nuevo.
—A-Neung, vamos a una fiesta en…
—Lo siento, hoy no puedo. —Dije alegremente mientras le mostraba a mi amiga un folleto.
—Una galería de arte. ¿No sabía que te gustaban?
—Me enseñaba a dibujar la dueña.
—Ah, ya veo. Diviértete.
—Lo haré, gracias.
Me vestí lo mejor posible para ir al evento en la galería, a lo lejos, vi a Ar-Neung, tan elegante y hermosa como siempre. Por un instante tuve miedo. “¿Ella me recordará? ¿Todavía me amará?” Tragué dolorosamente, forzando el poco valor que poseía en ese momento. La había extrañado tanto que me dolía hasta las lágrimas.
—Ar-Neung. —Dije y sonreí, ella correspondió a mi sonrisa.
—Ha pasado un tiempo, Neung. —Contestó y no pude soportar las lágrimas. Su voz, la amaba totalmente, especialmente cuando decía mi nombre.
—Tenía miedo de que te olvidaras de mi, temía que…—Mis palabras murieron por el tierno beso. Así que extendí mis brazos para abrazar su cuello, ella me sostuvo estrechamente y suspiré cuando nuestras bocas se separaron.
—Te extrañé, Neung.
—¡Por favor, no me pidas que vuelva a alejarme de ti! ¡No podría soportarlo!
—Nunca más, mi chica traviesa.
—Ar-Neung, te amo.
—Te amo también. —Dijo, sonriéndome y evaluando mi rostro, mientras ella limpiaba mis lagrimas con los dedos. —¿Quieres mudarte al palacio? —Preguntó sorprendiéndome, pues esta vez venía de ella.
—¡Si quiero!
—Te lo prometo, Neung. Esta vez no te dejaré ir.
Pasaron algunos días antes de que pudiera mudarme oficialmente. Lo recuerdo, Khun Sam y Mon, ambas me habían hecho una fiesta de bienvenida. Miré el anillo en mi dedo, la promesa de Ar-Neung. Ella me miró con una sonrisa y sujetó mi mano, besando sobre el anillo.
—¿En qué piensas?
—Pienso… en que ya no aguanto a que tengas canas. —Dije alegremente y ella me miró con horror.
—¿Y eso por qué?
—Porque quiero que todos vean cuanto te amo, sin importar los años que lleguen a pasar… que vean… que estaban equivocados sobre nosotras.
“16 años después.”
A ambas nos gustaba el mar, podría decirse que es nuestro lugar favorito después del palacio. Tenía una bandeja de frutas y vino y las coloqué en la mesita, Ar-Neung estaba recostada en una silla de playa con los lentes oscuros sobre los ojos, miré al mar y allí pasaba una chica morando a mi pareja, por lo que hice un puchero de disgusto.
—Ar-Neung… Estuve ausente unos segundos, ¿y ahora estás mirando a otra chica? —Pregunté disgustada y me acomodé junto a ella, dejando mi cabeza descansar en su hombro, mientras la abrazaba. “ELLA ES MÍA.” —Déjame ver si estabas mirando a otea chica. —Dije y le quité los lentes oscuros. Ella abrió los ojos y me miró directamente.
—Estaba descansando. No miré a nadie.
—Hmm… Como no tengo ninguna evidencia, te daré el beneficio de la duda. ¡Oh, te traje algunas frutas! —Dije tomando la bandeja, dispuesta a alimentarla. —Déjame alimentarte… Por favor come un poco. —Pedí alegremente. —Vamos, aquí tienes.
—Ya soy bastante vieja. ¿Realmente tienes que alimentarme?
—Vamos. ¿Quién dijo que eres vieja? Te ves hermosa como siempre… Déjame alimentare. Por favor, come algunos… Por favor…Aquí. —Pedí dulcemente y ella me miró con picardía, aceptando la uva que le daba con el tenedor. —Siempre haces lo que quiero… Eres la más linda.
—Siempre me tomas el pelo. ¿No te sientes avergonzada frente a los demás? —Pregunto Ar-Neung con una ceja arqueada.
—A nadie le importamos. Además, ahora el mundo tiene una mentalidad mas abierta. Es normal que las mujeres estén juntas… Creo que hay gente que me tiene envidia. No importa dónde vayamos, siempre habrá chicas mirándote. —Dije sujetando sus manos con las mías, para apoyar mi barbilla, ella me acarició el cabello como suele hacer.
—Hemos estado juntas durante tanto tiempo y todavía te sientes celosa.
—¿Cómo no voy a tener celos? Eres tan hermosa. Especialmente cuando nos conocimos, había tantos hombres y mujeres interesados en ti. No puedo decidirme por quienes debería estar más celosa primero.
—Estás exagerando.
—Eres realmente bonita. Desde el primer día que te conocí, mi corazón casi se me sale del pecho.
—Estás diciendo tonterías ahora. —Se quejó Ar-Neung.
—¡Claro que no! ¡¿No recuerdas lo que te dije?! Eres mi amor a primera vista.
Aun lo recuerdo, aquel aburrido día, hasta que me detuve en su puesto y la vi. Aquellas grandes y elegantes manos que sujetaban el lápiz con firmeza y ese hermoso rostro, que parecía que jamás se fuera a iluminar por otro ser humano. Esa mujer estaba ennoblecida y era superior a cualquier mortal. Una edición limitada. Días y días hasta que finalmente reuní el valor para hablarle.
—¿Cuánto por un dibujo? —Pregunté tímidamente y ella me miró con indiferencia. ¡Ella es tan genial!
—100 baht. —Dijo con brusquedad y saqué el dinero del bolsillo de mi falda, ella lo tomó y me senté para que ella comenzara a dibujarme. No pude apartar la mirada. ¿Realmente podría existir en el mundo alguien tan hermoso?
—Phi, (Hermana) ¿Cómo te llamas?
—¿Phi?
—Sí. Mi nombre es A-Neung. ¿Y el tuyo?
—Soy mucho mayor que tú. No creo que puedas llamarme Phi.
—Vamos. Yo te dije mi nombre. Al menos dime el tuyo también.
—Mi nombre es Neung.
—Ar(Tía)-Neung. Te llamaré Ar-Neung. —Dije con una sonrisa, ella no me sonrió.
—Ar-Neung, ¿sabes que me tomó muchos días para reunir e coraje para hablar contigo? —Le dile a la mujer frente a mí, a más de 17 o 18 años de conocernos. Ar-Neung me acariciaba mientras mirábamos el mar.
—¿Por qué te enamoraste tan profundamente de mí? Ni siquiera nos conocíamos antes.
—Te amo a mi manera. La forma en la que te amo aún no ha cambiado desde el primer día. ¿Qué hay de ti?
—¿Cómo puedes hacerme esa pregunta? —Preguntó y luego besó mi frente con ternura.
—¿Puedes darme otro más? —Pedí y ella volvió a besarme la frente, pedí muchos más y ella seguía complaciendo mis peticiones. Ar-Neung siempre me complacía. Me senté y tiré de su brazo. —¡Vamos a jugar al mar!
—Neung. —Reprendió cariñosamente y le sonreí, ella suspiró pesadamente y se levantó de la silla, para poder mojar nuestros pies en el agua salada.
—Ar-Neung. ¿Cómo te sentías antes de conocernos?
—Yo…—Ella pareció pensarlo por un momento. —Me sentía como una página en blanco. Completamente vacía. Todos decían: “Te amo” pero yo no podía sentirlo, no conocía ese sentimiento. Luego llegaste, te pegaste a mí en contra de mi voluntad y escribiste: “Te amo” con unas palabras tan grandes que fueron difíciles de ignorar.
—Ar-Neung, ¿qué tal si te pidiera escribir: “Te amo”, sobre mi piel. ¿Lo harías?
—Es muy temprano para jugar. ¿No te parece, chica traviesa?
—No lo creo. —Hice un puchero sujetando mis manos tras la espalda. —Todavía me gusta que Ar-Neung me domine… aunque sea sólo con la mirada o tu voz, puedo sentir tu control sobre mí, en mi piel.
—¿Aún por ésta mujer mayor?
—Siempre por ésta mujer mayor. —Sonreí. —Ar-Neung es una edición limitada para mi edición limitada. ¿Por qué te dejaría ir? Además, eres mía. Te amo, ¿sabes? Todo el tiempo te amo.
—Yo también te amo.
—Ar-Neung, mira, es como si el sol fuera devorado por el mar. Es hermoso.
Ar-Neung tiró de mi brazo y me besó tan efusivamente y sensualmente como hace 16 años, como siempre lo hacía. Todavía estamos esperando sus primeras canas, ya que, aunque cualquiera de las dos envejezca, nuestro amor nunca lo hará. Estoy totalmente segura.
FinHola, espero que les gustara este capítulo final, he pasado por muchos problemas de salud y bueno, la cosa es que adoro a la parejita y me gustó mucho el final de la serie, para mí una muestra de que siempre estarán juntas. Ahora toca seguir con Tomando posesión de ti. Denle una oportunidad a las otras historias, he de admitir que me hace muy feliz mis historias originales, al final, es mi propia obra. Un abrazo. Si están dispuestos a leer historias originales, seria lindo que lo mencionaran junto al comentario a este fanfic. Bye bye.
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Blank the series fanfic - Un dulce amargo.
FanficLuego de casi perder a A-Neung y Khun Neung ahora tratando de llevar la relación con una chica más joven, todo parece miel sobre hojuelas, pero eso no quita que Chet siga buscando novios a la joven o que la mayor deje sus complejos. Una relación abi...