Normalmente duermo abrazando a A-Neung, la pequeña y alegre chica era un peluche para mí, incluso más esponjoso y adorable que el perrito blanco que me regaló en mi cumpleaños pasado. No obstante, en esta ocasión, podía sentirla sobre mí, dándome pequeños besos incitándome a despertar, la verdad es que todavía me sentía agotada por lo de la noche anterior. Aquello había requerido un nivel de planificación excepcional. Aunque no lo parezca, era casi una puesta en escena, tenía que convertirme en una actriz, tener en mente las palabras que iba a decir y no salir de mi papel, a pesar de que a veces fuera vergonzoso. Ella veía en mí a su señora y tenía que mantenerme centrada para entregárselo, mientras trataba de satisfacerla sexualmente. Cuando sentí los besos de A-Neung más insistentes en mis labios, mejillas y frente, abrí los ojos y le hice cosquillas en los costados.
—¿Qué haces, traviesa?
—¡Ar-Neung, para, no puedo más! —Chilló ella entre risas. Me detuve y la miré sentándose, al principio sujetado la sábana, luego esta cayó rozando su piel y la mañana iluminó el cuerpo desnudo de la chica alegre. En un principio me sentí un poco inquieta, pues, aunque hoy yo me veía bastante bien, en el futuro puede que no lo esté tanto. Realmente odiaba el sentimiento de inferioridad, así que me lo sacudí de la cabeza, después pediría consejos a Tuo Lek.
—Tengo que hacer unas llamadas y luego nos haré algo de comer.
—¿Unas llamadas? ¿La galería?
—No. —Sonreí maliciosamente. —Agentes de seguridad.
—Haz tu llamada, seguramente ya llegó la tía Nim, sino, puedo hacer algo yo misma.
—¿Segura? —Pregunté arqueando una ceja.
—Lo haré bien, estoy mejorando mucho. La abuela y la tía Nim son geniales enseñándome, especialmente cuando se trata de la comida que le gusta a mí Ar-Neung. —Dijo con una sonrisa llena de orgullo.
—Muy bien, prometo terminar pronto.
La tarde había transcurrido relativamente tranquila, especialmente ya que A-Neung estaba terminando algunos proyectos, de esa forma el domingo podríamos ir a visitar a Tuo Lek y a Mon. A parecer A-Neung se llevaba bastante bien con la tarta rosada. Nuestra tranquilidad fue manchada al llegar la tía Nim con una cara de amargor. Era extraño ver a la agradable y tranquila ama de llaves con ese rostro lleno de inquietud y hasta enojo.
—¿Pasa algo, tía Nim? —Pregunté al terminar algunas llamadas a la galería. A-Neung seguía sentada en el suelo con sus libros y papeles desparramados en la mesita de café.
—Khun Chet está en la entrada.
—Oh. —Solté y vi a A-Neung blanca como el papel, por lo que acaricié su cabeza para tranquilizarla. —¿Por qué no ha entrado? —Pregunté, aunque sabía la respuesta. La tía Nim sonrió con complicidad.
—Los de seguridad impedirán la entrada a todo el que no fuera el personal, Khun Sam, Khun Mon, Khun A-Neung o la propia Khun Neung y su socia.
—Excelente, iré a verlo de inmediato. Neung, no salgas, no quiero más problemas. ¿Entendido?
—Lo que diga Ar-Neung.
Me tomé mi tiempo antes de ir a la entrada del palacio. Chet estaba muy bien vestido, pero con el cabello desordenado y evidentemente furioso, mientras los de seguridad impedían su paso. Caminé más lento simplemente por el placer de verlo tan enfurecido y teniendo que enfrentarse a dos gorilas más grandes que él. Nunca pensé que la imagen sería tan placentera de ver.
—¡Khun Neung, quítame a tus gorilas de encima!
—Lo siento, pero ellos están para controlar a los intrusos.
—¿Intruso? ¿Por qué me llamas así! ¡Ya no conocemos!
—Bueno, tus últimas visitas no han sido demasiado agradables que digamos. —Dije y él se crispó al recuerdo. —¿Qué quieres?
—¡Quiero que quites a tu hermana de mi trasero!
—¿Mi hermana? ¿Qué ha hecho Khun Sam?
—¡Me ha destruido tres acuerdos de negocios hablando muy mal de mí a los inversores! ¡También me ha robado otros dos acuerdos y los tomó para ella! ¡Me está arruinando!
—Bueno, eso ciertamente no es ilegal, malvado sí, pero no ilegal. —Murmuré.
—¡¿Qué?! —Gritó él exasperado.
—No es nada, sólo olvida lo que dije. Sea como sea, Khun Sam está enojada con tu ataque hacia mí, lo empeoraste besándome. Ella es muy rencorosa.
—¡Dile que pare! ¡A este paso no podré ser gobernador!
Su desesperación y angustia era palpable y casi sentí lástima por él, casi, luego recordaba que tengo una cicatriz en la cabeza que tardará en desaparecer, si es que lo hace, también me había besado delante de su hija y ponía en duda mi derecho a estar con A-Neung.
—Khun Sam es M.L, yo también soy M.L y merecemos respeto, algo que no me haz tenido desde que salgo con A-Neung.
—Ella es una chica y mucho menor.
—Es verdad, es una chica y menor, pero ella ya es un adulto, y si ya no quiere estar a mí lado, es decisión de ella, no tuya. Podría hablar con Khun Sam mañana ya que quedé con ella, pero sólo si nos dejas en paz. De lo contrario, Khun Sam puede usar su poder e influencias para hacer lo que quiera. —Dije y pensé: “Siempre y cuando sea legal.” Pero no iba a decir eso. Él me miró con una mezcla de consternación y tristeza. Era tan patético. Es verdad, yo y Sam somos M.L, Chet era sólo un imbécil. Tal vez es por eso que A-Neung era digna y ninguno de sus padres lo eran. La chica alegre era decidida, sincera, cariñosa y más valiente que nadie que conociera. Ellos eran quienes no eran dignos de tener una hija como A-Neung. —¿Y bien? ¿Trato?
—Trato. —Contestó Chet entre dientes.
—¿Podrían acompañar a Khun Chet a su coche? —Pedí a los de seguridad que escoltaron lejos a Chet y pude respirar tranquila.
Vi partir a Chet y me sentí más relajada. La verdad fue una sorpresa lo que hizo Tuo Lek, aunque debería esperar que ella no se quedara con los brazos cruzado, me alegraba saber que podía contar con ella. Debería recordad cuando vaya a visitarla con A-Neung mañana sobre que ahora tendrá que dejar de hostigar a Chet. Bueno, al menos en lo legal. También debería recordar jamás hacerla enfadar. Regresé al palacio encontrándome con los rostros preocupados de A-Neung y la tía Nim.
—Los de seguridad hicieron un excelente trabajo. —Les aseguré y ambas parecieron soltar aire. Sonreí, pues tenía a estas dos mujeres cuidando de mí.
—Voy a hacer el almuerzo. ¿Me acompaña Khun A-Neung? —Preguntó la tía Nim y A-Neung sonrió alegremente y asintió con efusividad.
A ella realmente le gustaba consentirme aunque tenía a la tía Nim para mis comidas o yo misma. El papel de esposa era algo que, aunque algo un poco viejo en la mentalidad de unas mujeres, en otras era algo que añoraban. Bueno, la felicidad de cada quien es la felicidad de cada quien al fin y al cabo, y si eso hacia feliz a Neung, lo respetaba. ¿Cómo se comporta un esposo? Yo sólo sé ser una M.L, al parecer bastaba con eso. Tras comer mi plato favorito cortesía de dos de las personas que más me quieren, acompañé a A-Neung a su habitación y me senté en la cama mientras ella preparaba su lujoso micrófono, su computadora, auriculares gigantes, pareciendo un ratón con lo gruesos que eran. No entendí mucho de eso, yo no era mucho de tecnología más allá de lo que podía hacer en mi móvil. Fui rica, luego fui pobre y ahora soy rica, en ese tiempo en el que fui pobre, no me actualicé en nada de la tecnología de hoy en día, apenas el móvil, y eso porque Tuo Lek me lo había regalado nuevo, bonito y moderno, queriendo que botara el viejo y desactualizado.
—¿Recuerdas cuando me compraste todas estas cosas, Ar-Neung? —Preguntó con una sonrisa.
—Lo recuerdo, te pusiste celosa por Wan Viva y tuve que besarte en un baño para calmarte.
—Gracias a Ar-Neung pude empezar a hacer mi podcast, la abuela no lo habría permitido. Sólo tu me apoyaste.
—Cuando todo llegó aquí saltaste como un conejo de alegría.
—¡Sí! ¿Adivina quien es mi invitada sorpresa hoy?
—¿Hmmm? ¿Invitaste a alguien al palacio? —Pregunté sin entender.
—Invité a la novia de la presentadora del podcast.
—¡Ah! ¡¿Por qué?! ¡Yo no…!
—No te alteres tanto, no uso mi nombre real, no tienes que usar el tuyo.
—Ah…. Bueno supongo.
—En unos momentos comenzaré la entrevista. Tú sólo responde lo que yo te pregunte. ¿Bien? Estaremos en vivo.
—¿En vivo? ¿Puedes hacer eso?
—Ar-Neung es tan linda.
—¿Qué tengo de linda ahora?
—Eres tan ignorante en algunas cosas que es lindo.
—Me siento más ofendida que alagada.
—Tú serás M.L, así sabrán tu estatus y no tu nombre.
—Está bien.
—¿Preparada? Comenzaremos en 20 segundos. Respira profundo y acércate a mí. —Dijo señalando la segunda silla acolchada a su lado. ¡Con razón me hizo comprarle otra! Obedecí y me senté a su lado, ella señaló el reloj de la computadora. —Tres, dos, uno. Grabando. Buenas tardes a todos mis suscriptores. Hoy traigo cómo invitada a mi amada M.L. Ella es la persona genial de la que les hablaba antes y a la que amo mucho. Voy a leer sus comentarios mientras entrevistamos a M.L. ¿Están de acuerdo? Bien. ¿Qué tal si te presentas señorita invitada?
—Ah. ¿Hola? —Apenas pude decir por los nervios, era una sorpresa ver los comentarios apareciendo en la pantalla mientras hablábamos.
—Sí, M.L es muy hermosa. La MÁS hermosa de todas. —Dijo alegremente A-Neung respondiendo un comentario que preguntaba sobre mi aspecto. —Aquí Mochi329 pregunta cómo es ser mi novia.
—Agotador, la señorita presentadora tiene mucha energía.
—Oh, eso dolió. Nekoneko563 pregunta cómo es que te enamoraste de mí, ya que ellos saben cómo me enamoré yo de ti. —Dijo y me pregunté si todos en internet tenían que usar nombres de comida, animales y números en sus perfiles. Es tan estúpido que ni me da risa.
—Yo ya hablé de eso en otro programa. —Le recordé.
—Cierto, pero fue en otro, no con mi público y quiero oírlo de nuevo. Me hace feliz. —Dijo con una voz tierna y en los comentarios todos se reían diciendo que no podría resistirme a la voz de golosina de la presentadora y seguro la presentadora es tan bonita que me pone ojos de cachorro. Algunos hasta cuentan en forma regresiva hasta que me rompa.
—De acuerdo. —Accedí y los de los comentarios chillaron y pusieron pegatinas de muñequitos adorables.
—Al principio creí que era una chica fastidiosa, pero luego me visitaba frecuentemente a pedirme que la dibujara. Tenía una sonrisa tan hermosa que no pude evitar que me preocupara más por ella. Luego hubo un momento en el que no vino más me di cuenta de cuanto me importaba, aunque tratara de huir de ese sentimiento, ya que ambas tenemos una diferencia de edad muy marcada. —Expliqué lo más resumido que pude y el chat se llenó de comentarios de apoyo y de que los viejos no deberían entrometerse, algo que me sorprendió, por otro lado habían pocos que no estaban de acuerdo y otros que decían que mi voz era sexy. La entrevista tuvo momentos más mundanos, desde cómo era nuestra vida en pareja, si vivíamos juntas, etc. —Estoy agotada.
—Ha sido un buen programa, subieron los suscriptores y hubo mucha gente conectada. ¡Muchos me tenían envidia! ¡Ar-Neung tiene una voz muy sexy y oscura! Aunque supiste cortarlos cuando preguntaban de nuestra intimidad.
—No pienso decirle a un montón de desconocidos lo que hacemos en la cama.
—Lo sé. Ar-Neung me respeta mucho. —Dijo abrazándose a mi espalda como un mono bebé. Me la sacudí para terminar de arreglar nuestra cama y ambas nos acomodamos para dormir. Abrí los brazos para que ella se metiera en ellos y besé su frente. Comenzamos a besarnos con parsimonia, mordiendo su barbilla y restregando mis labios con los suyos, deseando devorarla completa.
—Amo la forma en la que Ar-Neung me besa. Me pone muy caliente.
—Eres tan traviesa y tienes mucha energía. ¿Estás caliente ahora? —Susurré en su oreja y ella se apartó, abriendo los botones de su pijama y me mostró los senos. Sonreí y pasé mi dedo, raspando con la uña roma entre ellos. Ella se erizó y tiré de uno de ellos.
—Muy caliente. —Jadeó y bajé los labios para besar sus pechos y mamar sus pezones. Ella sostuvo mi cabeza contra su pecho. —Quiero ser de Ar-Neung.
—Lo eres, mi vida… Siempre.Continuará...
Si les gustó suscribanse, dejenme una estrellita y un comentario que anima mucho a seguir. Un abrazo. :) <3
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Blank the series fanfic - Un dulce amargo.
FanficLuego de casi perder a A-Neung y Khun Neung ahora tratando de llevar la relación con una chica más joven, todo parece miel sobre hojuelas, pero eso no quita que Chet siga buscando novios a la joven o que la mayor deje sus complejos. Una relación abi...