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–Si esta noche llega a ser un fracaso me cuelgo del primer poste que vea, es la única oportunidad de convencer a Arizona de salir a bailar

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–Si esta noche llega a ser un fracaso me cuelgo del primer poste que vea, es la única oportunidad de convencer a Arizona de salir a bailar.

Todas mis amigas nos reímos con el chiste de Ginebra, que se concentraba en hacer una trenza sobre el cabello oscuro de Marcela.

–Esta noche es legendaria.

Yo me sonreí, mi estómago dolía de los nervios y de la felicidad del momento. A pesar de estar a punto de hacer algo que me genera mucha inseguridad, me siento bien acompañada. Por lo que los nervios son mas serenos en comparación a esta tarde.

Note la mirada interrogadora de Marcela a mi lado, repasando de arriba a abajo todo mi cuerpo. Elevé mi ceja confundida por su comportamiento, de pronto ella aplaudió sobre sus muslos.

–Ponte el vestido ese que usó Ginebra aquel día que salimos... –Chasqueo los dedos, buscando en sus recuerdos. –Hace como dos fines de semana Ginny, te acuerdas?

Yo las mire confundida, pues no tenia ni la menor idea de lo que hablaban. Recorrí la habitación de mi hermana con la mirada, buscando algún rastro de aquel vestido tan sospechoso del que hablaban.

–Este!

Ginebra, que en algun momento se habia levantado, sacaba de su armario una percha con un vestido negro de seda.

–Hollywood mini dress. –Alardeó con su perfecto ingles. –de Orseund Iris.

Yo, que me vestía con la ropa que usaba mi abuela de joven y me las mandaba en cajas desde Escocia, no pude ni identificar el interés por aquel vestido.

Mientras las demás se reían y pedían verlo mas de cerca, yo trataba de descubrir como eso me iba a entrar a mi.

Ginebra se giro hacia mi bruscamente.
–Ve al baño a probártelo.

Agarre con delicadeza la percha liviana, ósea que el vestido no debía pesar ni 20 gramos, era obvio que me iba a morir del frío.

–No es muy elegante? –Dije pasando el vestido por mi cara un par de veces.

Mi hermana solo rechisto y me empujó fuera de la habitación. Camine unos pasillos hasta llegar al baño que todas usábamos, que ahora gracias a la ausencia de la mitad de mis hermanas estaba medianamente presentable.

Me saque con delicadeza el vestido celeste que mi hermano me había regalado en navidad para ponerme el hollywood no me acuerdo cuanto. Vaya a saber cuanto cuesta y de donde lo habrá sacado mi hermana...

Im Gonna Get You Back •Hector FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora