Niños

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Lilith Frost

- Su vida esta fuera de peligro - informo el doctor calmando los desesperados corazones de todos - Debe pasar unos día bajo observación pero por lo demás, pudimos extraer la bala con facilidad, tuvo un paro cardíaco en medio de la extracción pero pudimos recuperarlo - suspire pasando mis manos por mi cabello

- Muchas gracias doctor - agradeció la pelirroja abrazando a su madre ambas con lagrimas de alivio en sus ojos

- ¿Podemos verlo? - pregunto Dalie con el rostro ya más calmado

- Pueden, claro, pero lo mejor sería que fueran de uno en uno - aclaro y todos asentimos, teníamos bien claro quien entraría de primero - ¿Quien sera el primero? - nos miro dudoso

- Yo doctor, soy su esposa - dijo al doctor para después adentrarse en la sala donde estaba nuestro amigo

Un rato mas tarde, cuando todos habíamos visto a Nico, decidí regresar a casa para darme un baño y quitar la sangre de mi ropa, por suerte no tuve que coger un taxi ya que Alex nos llevo a mi y a Katherine en su auto

- Lilith - llamo el castaño y murmure un {si} como respuesta - ¿Por que te fuiste? - suspire cerrando los ojos ¿acaso todos se habían puesto de acuerdo para preguntar lo mismo el  mismo día? 

- Alex, preferiría no hablar del tema - mire por la ventana el paisaje con nostalgia recordando  todos las veces que recorrí esas calles cuando era adolescente

- Nos hiciste sufrir mucho, pero en especial a Eduardo - lleve mi mirada al espejo buscando la mirada de la pelinegra

- El no fue el único que sufrió - dije cortante volviendo la mirada a la ventana no queriendo hablar mas del tema

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Narrador

- ¡¿Cómo carajos los dejaron escapar?! - el señor de mayor edad estaba eufórico, cuando sus hombres le informaron sobre lo sucedido en aquel supermercado no tardo ni dos segundos en ponerse a gritar y lanzar todo por los aire; estaba muy enojado

- Habíamos atrapado a la mujer de su esposo pero se nos escapo - pobre hombre, su peor error fue hablar, cuando su jefe oyó aquello no demoró en tomar su arma y depositar un tiro certero  en el medio de su frente

- ¿Me explican como una mujer sin ningún entrenamiento o arma se les escapa a personas que si tienen todo eso? - pregunto entre dientes

- Señor, no

- ¡¿¿Donde esta el infeliz de mi hijo!? - interrumpió gritando a los cielos, inmediatamente el chico apareció en sala con elegancia y pasos firmes

- Eres un viejo gritón - le dijo cuando estuvo frente a el - ¿Para que soy bueno? -

- ¡Para nada! - grito empujándolo, el joven solo volteo los ojos - Prepara a los mejores hombres que tenemos, iremos a la casa de esos infelices - ordeno

- Padre no estas pensando con la mente fría, no voy a organizar un ataque a plena luz del día en un lugar muy poblado, me niego a correr el riesgo que nos vean - se negó

- ¡Soy el puto jefe de la mafia!, puedo hacer lo que se me de la gana y si alguien los ve, con mandarlo a matar tengo suficiente - lo tomo del cuello de su camisa negra arrugandola un poco  - ¿Quedo claro? - el ambiente se sentía tenso, ambos, padre e hijo mantenían el contacto visual retándose

- No haré nada hasta la noche - empleando un poco de fuerza hizo que su padre le soltara - Y tu tampoco lo harás - dijo y salio de allí sin importarle lo enfadado que estuviera su padre por haberlo desafiado

Casi corriendo entro a su habitación en aquella casa y saco su teléfono buscando con desesperación el contacto de su mujer

- Responde joder - murmuro recibiendo como respuesta la contestadora - Lilith espero que cuando oigas este mensaje aún tengan tiempo, van a atacar vuestra casa en la noche, ¡necesitan salir de ahí ya! - dejo el mensaje en la registradora rezando para que su esposa no tardara en oír aquel mensaje

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Lilith Frost

Por suerte en el resto del camino no hablamos más sobre el tema de mi desaparición, cuando llegamos no topamos con una desesperada Brenda, la pobre se había bajo el cuidado de todos los niños y estoy segura que le estaba siendo difícil cumplir su tarea

- ¿Qué paso aquí?, parece que paso un tornado - los tres estábamos de pie en la sala viendo el desastre que había por todos lados

- Que bueno que llegaron, juro que me volvería loca en cualquier momento - contuve una risita, si se viera en un espejo se espantaría - Carlitos se quedo dormido recién pero los demás no, es como si no se les acabara la batería - se desplomo sobre el sofá agotada

Negué sonriente, me agache y tome a Anabel que estaba en el suelo junto a sus jugetes - ¿Y Dylan? - pregunte buscando al pequeño con la mirada

- Debe estar por ahí dibujando las paredes de la casa - rodé los ojos, esta niña ni siendo madre dejaba de ser inrresponsable

- Voy a buscarlo - con la bebita en brazos recorrí la casa en busca del niño, no tarde mucho en hacerlo, el pequeño escurridizo estaba en la cocina dibujado en un cuaderno

- ¡Tía! - al verme dejo lo que estaba haciendo y corrió hacía mi - ¿Papá, mamá? - miro detrás de mi buscando a sus progenitores, como pude me agache con la niña en brazos

- Tus papis se quedaran un rato con el tío Nico, mientras tanto yo te voy a cuidar ¿vale? - acaricie su melena negra

- ¡¡¡Si!!! - salto de alegría

- Vamos, les daré un baño a ambos - me enderece y lo tome de su diminuta mano guiando lo a mi habitación 

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Un rato mas tarde, ambos niños descansaban sobre la cama, Anabel cayó rendida pero Dylan parecía no tener ni una gota de sueño

- Enano ¿no piensas dormir?, ya es de noche - me cruce de brazos frente a la cama, tenia la toalla envuelta en el pelo ya que me lo había lavado y eso le pareció muy gracioso al niño ya que estallo en risas al verme

- No soy enano, soy muyyyy grandee - elevo sus manos el ciego - No tengo sueño - levante ambas cejas sorprendida

- Para tener tres años hablas muy bien - me senté en la cama junto a el mientras me quitaba la toalla de la cabeza

- Mami dice que soy un niño súper dotado, aunque no se que es - Emma tenía razón, nunca antes había conocido a un niño de tres años que hablara tan bien, se ve que es hijo de su padre

- ¿Y que te gusta hacer Dylan? - pregunte queriendo saber mas del pequeño

- Me gusta mucho dibujar igual que a mamá - sonrío de oreja a oreja - ¿Tienes hijos tía? - su pregunta me tomo por sorpresa, sonreí mientras lo tomaba de los brazos y lo sentaba en mi regazo 

- Si -

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¡¡¡OMG!!! Estoy segura que no esperaban eso, aunque creo que era demaciado obvio 😅

Las cosas se comienzan a poner buenas, veremos qué tiene planeado hacer el padre de Lían en la noche

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Vínculos que PerduranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora