Lilith Frost
Cuando entramos en la casa, las chicas me llevaron a una habitación dónde me encontré con Alexandro y Katherine, por obligación tuve que dejar que el castaño me revisara la herida
- No es una herida profunda pero si debía ser curada, no basta con solo lavarla Lilith - terminó de limpiar el rasguño y boto las cosas que había utilizado y se dirigió al baño a lavarse las manos
- Lo dije, pero no me hicieron caso - resople mientras me bajaba la manga de la blusa, mire a Katherine quién había permanecido todo ese tiempo en silencio - ¿Cuánto tiempo llevan aquí? - le pregunte
- Tres días - respondió cortante sin verme a los ojos
Frunci el ceño sin entender su comportamiento hacía mí - ¿Qué sucede Kat? ¿Por qué te comportas tan fría? - le pregunté, ella levanto la mirada por primera ves dejando me ver lo que ellos reflejaban, dolor
- Te fuiste sin decir adiós por segunda vez, desapareciste de la faz de la tierra, ni un mensaje, ni una llamada, te olvidaste de tus amigos, y ahora vuelves como si nada, puede que los demás no lo tomen a pecho, pero yo no soy ellos - se paro dispuesta a irse pero la detuve
- Me fui, es cierto, pero nadie sabe por que lo hice y tampoco tengo la intención de decirlo, regrese porque mi vida y la vida de la persona que más amo en este mundo esta en riesgo, si no fuera por esto ten por seguro que no hubiese regresado nunca - tome el pomo de la puerta en la mano - Todos estamos aquí por proteger a alguien, concéntrate en proteger a tu bebé y olvídate del resentimiento hacía mí, en estos momentos debemos ayudarnos los unos a los otros - salí de aquella habitación y me dirigí a la sala donde oí voces
- Te dije que tenías que medir le la temperatura a la leche, esto esta frío - reí apoyada en una de las columnas de la sala viendo como Dalie regañaba a su esposo, padre primerizo
- No seas tan ruda con el mujer, es nuevo en esto de ser padre - hable haciéndome notar, todos los presentes me vieron sorprendidos menos Dalie y Emma quiénes ya me habían visto - ¿Qué? parece que hubieran visto a un fantasma - mire hacía atrás de mí buscando al supuesto fantasma
- ¿Por qué siempre tienes entradas épicas cuándo regresas? - pregunto Mateo mientras jugaba con su niño de un año
- Esta entrada no fue épica comparada con la primera - le respondí sonriente, camine hasta el sofá sentando me al lado de Nico de Dalie - Cuando preparas la leche, debes dejar caer unas gotas en la palma de tu mano para medir la temperatura sino tienes termómetro para eso -le dije al pelinegro mientras veía a la bebé, pelirroja con ojos azules, igualita al padre en esos aspectos pero las fracciones eran iguales a las de su madre
-¿Cómo sabes esas cosas? - mire a Brenda que preguntaba, me encogi de hombros
- Solo lo se y ya - mire a todos en la sala hasta que mi vista cayó sobre Eduardo, nuevamente no me había percatado de su presencia - Veo que Dalie y Katherine tuvieron a sus bebes al mismo tiempo - sonreí de lado viendo a los bebes
- Nico y Alex decidieron poner el huevo el mismo día - solto Mateo haciéndonos reír y recibiendo un pequeño golpe por parte de su mujer
- ¿Y el pequeño Dylan? - pregunte esta ves viendo a Emma
- Esta con su abuela en la cocina, ama ayudarla por que puede comer mientras - soltó mientras reía
- Me imagino, te debes sentir orgulloso Dylan, el niño tiene tu mismo color de cabello, libraste de que saliera pelirrojo - le dije al pelinegro y este asintió
Tan comunicativo como siempre - pensé
- ¿Cómo sabes todo eso? Pensé que te sorprenderías al vernos con hijos, digo, como estuviste tanto
La interrumpí - Estuve mucho tiempo fuera, pero jamás perdí comunicación con vuestras madres, esas señoras son muy chismosas - todos rieron ante mi comentario, o al menos la mayoría, Eduardo se mantenía callado sin mover ni un solo músculo, su vista no giraba, estaba clavada sobre mí y eso me estaba comenzando a cabrear
- ¿Qué fue de tu vida? - pregunto Alex que recién había bajado con su bebe en brazos - Tienes un anillo muy lujoso en el dedo anular, debe valer una fortuna - ante lo que dijo todos me vieron sorprendidos
-Oh si, llevo cuatro años casada, nos amamos mucho - les dije nerviosa, pude notar como la mirada de Eduardo se volvía oscura sobre mí
- Vaya, quien lo diría, Lilith casada con alguien que no es Eduardo, eso si no me lo esperaba - soltó Nico recibiendo un golpe por parte de Dalie
- Ya ves amigo, no todo es para siempre, todos los libros tienen su final - me encogi de hombros restándole importancia, aunque si me había incomodado supe actuar con tranquilidad
- ¿No han tenido hijos? - me atore con mi propia saliva ante el comentario repentino de Eduardo, era la primera ves que hablaba y la primera ves que lo escuchaba después de tanto tiempo
- No, ambos hemos decidido que no necesitamos un hijo para ser la pareja feliz que somos - me felicité internamente al ver lo calmada y serena de que salió mi voz
- Si se aman tanto ¿Por qué no vino contigo? - volvió a preguntar encarando una ceja, me estaba sacando de mis casillas
-Yo tampoco veo a tu pareja por aquí, ¿Dónde esta? - le rebote la pregunta con una sonrisa ladina en el rostro
- No tengo pareja, hace cuatro años tuve una pero huyó de mí sin dar explicaciones - lanzó indirectamente
-No me sorprende, todas huyen de ti, yo fui la única boba que se quedo y te supo aguantar por tanto tiempo -
Ambos teníamos una batalla de miradas, cuando Dylan se hizo sonar la garganta captando nuestra atención
- Estamos aquí - recordó
- Lo siento chicos, saben como somos - lleve mi mirada a la entrada de la sala donde se veía la figura de Verónica junto a un pequeño niño de tres años
- Bienvenida Lilith, espero que no hayas tenido ningún contratiempos para llegar aquí - saludo
- Para nada -
-Me alegro, veníamos a decirles que la comida ya esta lista y pueden pasar al comedor - anunció y todos asentimos, los dos padres primerizos llevaron a su bebes a sus respectivas cunas mientras que las mujeres se dirigían al gran comedor
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¿Qué les parecío el capítulo? De verdad que me estoy esforzardo para que les guste
Ya saben, nada de lectores fantasma, vota y comenta si te está gustando 😁
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Vínculos que Perduran
Genç KurguEn los pasillos de la Universidad, diez almas se cruzaron, inicialmente como extraños, pero el destino tenía otros planes. Eran jóvenes, llenos de sueños y expectativas, y sus risas resonaban en los pasillos como melodías de esperanza. Sin embargo...