This ain't for the best
My reputation's never been worse, so
You must like me for me
We can't make
Any promises now, can we, babe?
★ ☆☆
CHARLES LECLERC FANFIC
male!oc
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ANTI-HERO
10 de Julio del 2021 Pensilvania, EEUU
La música se había convertido en un refugio seguro para Oliver. Las horas que pasaba en la sala de música de la clínica eran las más tranquilas del día. Allí, con su guitarra en mano, las letras brotaban de su interior como un torrente incontrolable, reflejando no solo su dolor y confusión, sino también su lucha interna y su anhelo por encontrar la paz.
Estaba casi desnudo emocionalmente, despojándose de todas las máscaras que había usado para ocultar su vulnerabilidad. Las canciones que componía eran crudas, honestas, y profundamente personales. Cada acorde resonaba con la verdad de sus experiencias, cada verso era un pedazo de su alma, expuesto y vulnerable.
Un día, mientras estaba inmerso en una nueva composición, Taylor lo sorprendió con una visita inesperada.
—Mira quién vino a verte —dijo Taylor, con una sonrisa cómplice mientras abría la puerta del estudio.
Oliver levantó la vista y su corazón dio un vuelco al ver a Harry, su amigo de toda la vida, entrar en la habitación.
—¡Harry! —exclamó Oliver, sintiendo una mezcla de sorpresa y alegría.
—He escuchado que tienes algunas nuevas canciones —dijo Harry, devolviéndole la sonrisa—. ¿Te gustaría tocar algo para mí?
Oliver dudó por un momento. Las canciones que había escrito eran tan personales que compartirlas con alguien más se sentía como abrir una herida fresca. Pero al ver la mirada comprensiva de Harry, supo que podía confiar en él.
—Está bien —dijo finalmente, acomodándose en el banco frente al piano—. Pero no esperes algo alegre.
—No lo haré —respondió Harry, tomando asiento frente a él—. Estoy aquí para escucharte, sin importar lo que sea.
Oliver comenzó a tocar, dejando que las notas fluyeran libremente. La canción era melancólica, cargada de una tristeza profunda, pero también de una tenue esperanza. Mientras tocaba, las emociones reprimidas comenzaron a liberarse, y para cuando terminó, sus ojos estaban húmedos, pero se sentía un poco más ligero.
Harry lo observó en silencio, asimilando lo que había escuchado.
—Es hermosa, Oliver —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. Puedes sentir todo lo que llevas dentro en cada nota.
Además de Taylor y Harry, otros amigos también se involucraron en el proceso de recuperación de Oliver. El mundo de la Fórmula 1, con todas sus presiones y exigencias, también le brindó un inesperado apoyo. Un fin de semana, varios de sus amigos pilotos organizaron una visita sorpresa a la clínica.
