Llegó a la universidad a las 7 de la mañana, estacionó el vehículo, se apeó y cuando se dirigía hacia la salida, un automóvil tocó bocina.
Taehyung se sobresaltó y quedó parado indeciso al comprobar que se trataba de Jeon.
La ventanilla bajó.
-SUBE -rugió el hombre.
Tae miró hacia la derecha e izquierda. Eran muy pocos los vehículos estacionados en ese horario.
Caminó hacia el automóvil e ingreso.
-NO QUIERO QUE VUELVAS A TOCAR A MI HIJO! -bramó -LO HICISTE PORQUE ME ODIAS! FUE UNA MANERA VULGAR DE SACARME DE ENCIMA.
-Lo que tengo con Jungkook... -dijo con seriedad, sin mirarlo.
-NO TIENES NADA CON MI HIJO -gritó interrumpiéndolo.
Tae bajó el rostro y se miró las manos, estaba esperando el sermón, pero hubo silencio... y luego el llanto casi silencioso.
Lo miró.
Jeon tenía la cabeza apoyada en el volante y los hombros se sacudían ante el sollozo.
-No fue intencional -jadeó Taehyung.
Jeon lo miró con los ojos rojos, hinchados. Estaba casi amarillento.
-Cuando quise acercarme me dijiste que no porque estabas en una relación. Te referías a mi hijo?
Se miraron. Tae lo veía destruido y no quería eso. No buscaba desarmarlo de esa manera!! Jeon había sido su primer amor! Había aprendido a amar con ese hombre.
-TE REFERÍAS A MI HIJO? -gritó.
-Si -afirmó con seriedad.
Jeon largó una risita cansada, una risita de angustia.
-Todos dicen que mi hijo y yo nos parecemos mucho. Hiciste el cambio por un Jeon más joven?
-No. -respondió con seguridad. -No se parecen.
Jeon lo tomó por las solapas del traje y lo acercó con violencia, apoyó los labios sobre los de él y lo besó. Fue un beso muy distinto a un beso de amor. Era un beso lleno de resentimiento, de amargura. Había dolor. Había desolación en ese beso.
-La hiciste bien. -jadeó apoyando la frente en la frente del rubio. -Nunca podría luchar contra mi hijo.
Luego lo soltó con brutalidad, casi empujándolo lejos de él.
-No te quiero ver cerca de mi hijo. No lo harás sufrir porque olvidaré que te amé, que te amo... y te buscaré para matarte. AHORA SAL DE MI VEHÍCULO -gritó con voz ronca.
Taehyung se apeó y mientras se alejaba, lo escuchó llorar.
*
Dio las clases de la mañana sintiéndose un tanto mareado. Le dolía el estómago. Había desayunado un poco de café porque ni siquiera tenía hambre.
-Nos vemos la semana que viene -les dijo a sus alumnos, sonriendo.
-Profe, está pálido, le debe estar faltando azúcar -jadeó una muchachita, dejando un caramelo sobre su escritorio.
Tae tomó la golosina y agradeció casi riendo. Jin también le habría gritado que seguramente le había bajado el azúcar y habría corrido por una coquita.
Tal vez era eso.
Estaba casi sin dormir, apenas con un café... seguramente era eso (o tal vez la angustia que roía los órganos).
