9 Funeral

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La muerte de Ane Marie fue un golpe duro para Louis, desde el funeral de su madre el chico no abandonó sus aposentos y se resguardo en ellos. La tristeza y el dolor de la perdida inundo su alma, estaba decaído y sin ánimos de nada. Anthony fue el primero en acercarse, el mismo Louis le pidió tiempo porque aún sentía que no merecía su cariño ni el amor que el otro chico sentía por él. El recuerdo de lo que hizo con su padre aún ardía en su corazón, la equivocacion y el camino incorrecto que tomo lo llevaron a una depresión.

Benedict se apartó de su lado unos días, aunque el mayor quiso hablar con él y pedirle que se unieran ante la lamentable perdida de su madre Louis se alejo mejor de su lado. Todo comenzó por un error, por un fuego que estaba quemando todo a su alrededor, de alguna manera pensaba que era un castigo de Dios por lo que ambos hicieron.

Por su lado Benedict se dedicó a la bebida, a embriagarse y olvidarse de los problemas que tenía. Lo único que recibió de su padre fue una carta de condolencias por la perdida de su esposa, además de eso lo invitaba a casarse nuevamente y tener un heredero legítimo. El padre de Benedict veía a Louis como alguien ilegítimo, claro que permitió su adopción como algo para consolar a la esposa de su hijo, pero ahora tras su muerte quería un verdadero hijo.

Los problemas no se detenían, la madre de Benedict vendría al pueblo en unos días para cuidar de él y su nieto a quien solo vio años atrás, con la mujer vendría la oportunidad para acercarse con su padre y una mujer, una que pondría las cosas de cabeza en su casa.

La Reina Fátima venía acompañada en su carruaje junto a una mujer a la que Benedict conoció años atrás cuando aún solo era un príncipe, la hermosa dama se destacaba por su belleza e inteligencia. Se casó, pero su esposo falleció y se quedó viuda muchos años. La Reina le pidió que viniera con ella a Gloucester para que se reencontrará con su hijo, y pudieran casarse los dos.

— Benedict tiene un hijo que Ane Marie en paz descanse y él criaron como suyo, no será un estorbo para ti es un muchacho insignificante — le dijo la Reina Fátima a la mujer a su lado.

Gala era todo lo que un hombre quisiera poseer, hermosa, bella, inteligente, astuta y difícil de roer. Su plan era perfecto, seduciría a Benedict sería la nueva Duquesa y sus hijos obtendrían un lugar en la corte. La Reina la tenía informada de los planes para hacer que su hijo le pidiera matrimonio, querían además un heredero legítimo que ocupará el ducado con su muerte.

— Louis — musitó Gala — Lo vi una vez en la capital, es un joven hermoso y simpático.

— Lo recuerdo madre, era un joven maravilloso — dijo su hija Gema.

— Sus ojos madre, bellos como él — dijo su hija Ginebra.

— Tus hijas parecen jóvenes precoces madre — dijo su hijo Gibrán.

La Reina estaba fastidiada, lo único que quería era llegar a Gloucester y que su plan tuviera éxito.

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El luto en Gloucester estaba presente.

La muerte de Ane Marie de Gloucester era algo difícil de olvidar, las personas se reunían para rezar por el alma de la mujer que les ayudo en muchas ocasiones. El corazón del pueblo lloraba la muerte de ella, la única que los procuro.

— La Duquesa era una mujer bondadosa y buena — dijo la madre de Anthony — Que Dios nuestro señor la tenga en su santa gloria.

Todos dijeron amén.

Las personas en la capilla seguían rezando el novenario por el eterno descanso de aquella mujer, Benedict se mantenía en silencio con Louis desde la primera fila. Ambos no se habían visto desde días atrás, desde que enterraron a Ane Marie. La expresión de Louis era de tristeza y de duelo. Extrañaba tanto a su madre, lamentaba no haberse podido despedir de ella aquella tarde, y más lamentaba lo que hizo con su padre.

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