2 Louis

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Era perfecto.

Louis limpio su cuerpo con delicadeza, sus manos, piernas, brazos y su pecho luego sintió que estaba listo para regresar al palacio junto con su familia. Se estaba por poner su ropa cuando alguien le tapó la boca y sin ningún tipo de vergüenza quiso profanar su cuerpo y su virginidad.

Louis intentó luchar, pero fue inútil al recibir un fuerte golpe en la espalda por parte de aquel hombre o animal, lo último lo pensó bien.

— Alto — escuchó una voz — Deja a mi muchacho.

Era la voz rasposa y áspera del Duque.

Louis sintió un brillo de esperanza al escuchar la voz de Benedic, no sabía que hubiera pasado si aquel hombre lograba aprovecharse de su inocencia y debilidad. Luego solo vio como el hombre lo soltó y comenzó a correr apurado, a lo lejos solo vio como el Duque logró derribarlo hacia el suelo con una roca de gran peso.

— Desgraciado — dijo Benedic para después voltear hacia su hijo — ¿Estas bien Louis?

Sin duda aquella escena sería un trauma para Louis quien aún con poca ropa corrió a los brazos de su padre, lo abrazó con fuerza y se escondió en el pecho de aquel hombre a quien después de años volvía a ver.

— Tranquilo. Todo estará bien hijo — dijo Benedic para después mirar el cuerpo derrumbado de aquel viejo asqueroso.

— ¿Me lo prometes? — pregunto el muchacho preocupado — No soy lo que esperabas.

El cuerpo del joven temblaba, Benedic lo podía sentir y a la vez la misma corriente eléctrica que tuvo desde que lo vio bañarse en el río volvió a él. Era increíble aquella nueva sensación en su cuerpo, en vez de estar molesto por la poca masculinidad de su hijo estaba siendo indulgente.

No, no quería ser un hombre perverso ni un maldito pues aquel joven que temblaba en sus brazos era el niño que un día su esposa recogió en el horfanato del pueblo.

— Veo que eres muy sensible Louis — dijo Benedic sonriendo.

— ¿Le molesta señor? — pregunto el joven con vergüenza.

Benedic negó con la cabeza y sonrió de nueva cuenta.

— Tal parece que te hice falta muchos años jovencito tendré que enseñarte a defenderte. Un día tú tendrás que ir a la guerra en mi lugar — dijo Benedic confiando creyendo que eso podría pasar.

Luego cuando vio que el abrazo había durado una eternidad el propio Louis se apartó lo suficiente del Duque, cada uno tomó su caballo pero sin antes hacerlo el mayor amarro al delincuente y violador en un arbusto mientras mandaba a alguien para llevarlo ante las autoridades.

— A la otra vendré contigo — dijo Benedic.

Louis asintió.

Mientras cabalgaban al palacio Louis miraba al hombre que iba más adelante como un héroe frente a él. Era increíble la forma en la que de una manera inteligente y arriesgada logró quitar al hombre encima de él.

— Es increíble señor. Gracias enserio — dijo el muchacho con una sonrisa.

Por un momento ambos se pararon antes de llegar al palacio, Louis fue el primero en hablar.

— Mi madre me contó tantas historias de usted amo — dijo Louis — Y hoy me he dado cuenta que cada una de ellas son ciertas. ¿Usted ama tanto a mi madre verdad?

— Como no tienes idea Louis, tu madre y tú son mi vida entera — dijo Benedic — Estos años en la guerra me sirvieron para extrañar mi familia y mi tierra.

El Amante Del Duque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora