El Amante Del Duque

5 Corazones

Las flores más hermosas

Los lugares que aún no se conocen

Recuerdos guardados en el corazón

La tarde había caído, el silencio inundaba el hogar del Duque y su familia, los sirvientes y demás dormían plácidamente después de una tarde llena de actividades, unos solos ojos aún se mantenían despiertos en medio de la oscuridad mirando la completa oscuridad y la luna que brillaba con tanta intensidad.

— ¿Aún estás despierto, Louis? — pregunto una voz rasposa y gruesa.

El muchacho vió la silueta del mayor en la puerta de sus aposentos, no tenía expresión en su rostro por la oscuridad. Benedic se acercó a Louis y le sonrió con suavidad. Había algo en su mirada, como si lo conociera de antes, como si aquellos ojos ya los hubiera visto... en otra vida.

— Por lo que veo, si — dijo Benedic nuevamente con su voz rasposa y gruesa que lo hacía temblar — ¿No puedes dormir?

El menor asintió, realmente no podía dormir porque tenía insomnio. Los ojos de Louis se iluminaron por la luz de la luna que contrastó con ellos, nuevamente Benedic quedó maravillado por la mirada inerte y bella del muchacho.

— A veces uno no duerme bien, señor — musitó Louis — Y no sé por qué, mirar la luna me da mucha tranquilidad.

Está vez Benedic sintió un dejavu de su juventud, uno que lo hizo recordar el pasado que tanto lo atormentó. Un flashback llegó de repente en otro momento de su vida, en otro lugar, en otra historia que vivió junto a alguien que amó con toda su alma.

Un amor que te llevará a la muerte segura

Un amor que debes sacrificar por tu futuro

Un amor que no durará, un amor que te castigará con la perdida de quienes amas

Y todo volvió como aquella historia en su cabeza.

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Lejos de su padre, de su familia y de los que amaba.

Benedic era el segundo hijo del Rey y de la Reina Consorte, su padre le pidió ir a la guerra junto con su hermano el Príncipe de la corona, a pesar de que él también creció como un príncipe no era candidato para el trono por lo que su padre le confiaría algún ducado.

El príncipe sin derecho al trono estaba enamorado de un muchacho que conoció en el campamento de la guerra, aquel joven era hermoso y refinado, aunque fuerte y audaz como ninguno otro, era tan ágil y peleaba tan bien que lo acompañaba a él.

Lauren era su nombre, era hijo de un militar de su padre y de una dama de casa, en aquel campamento había roto varios corazones, porque sin duda estaba enamorado del Duque Benedic. Ambos se amaban con tal locura que juraron estar hasta la muerte o después de ella.

Un día el padre de Benedic fue a la guerra para ver a su hijo, el Rey que era un hombre sumamente conservador y religioso quedó horrorizado cuando encontró a su hijo embistiendo con fuerza el culo de Lauren. El grito del Rey y señor de las tierras del Reino fue tan grande que despertó a todos.

Benedic tan solo tenía diecisiete años, era muy joven y el año siguiente iría a su propio ducado, el rey lo golpeó lo arrastró por el suelo y le propinó fuerte patadas en su cuerpo, tan graves que lo dejaron totalmente herido.

Lauren no corrió con tanta suerte, dos de los hombres del Rey abusaron de él muchas ocasiones, lo golpearon, lo humillaron, lo bañaron con agua helada y volvían abusar de su cuerpo sin que se pudiera defender.
En el último suspiro de vida, le pidió al universo, a Dios, a algo más allá de la comprensión, del mundo, de la vida que le permitiera volver y poder amar a Benedic.