Capitulo 4

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Tristán ya estaba harto. Harto de estar ahí. Harto de Arturo. Solo quería desaparecer en ese momento. Se odiaba a si mismo por ser un imbécil, un imprudente. Lancelot tenía razón. El no sabía cuidarse por si solo. Era un niño mimado...
Hace un día Arturo había ido hacia su celda, a amenazarlo, a provocarlo. Sus amigos correrían peligro si el se hiba de ahí, pero también correrían peligro si se quedaba ahí. Estaba confundido. No sabía que hacer. Estaba preocupado, preocupado por sus amigos, pero estaba más preocupado por Isolda. Era obvio. Isolda era su amiga más cercana y una de las que más apreciaba. A pesar de estar preocupado, estaba perplejo. Sentía a kilómetros la magia de Percival. Ese Percival. El imbécil que había provocado todo esto. El había provocado que estubiera atrapado ahí, era imperdonable. La rabia y la ira se estaban apoderando de su cuerpo. Lo odiaba. Odiaba a Percival lo odiaba. Ya no le importaba si aquel fallecía. Para el, ya no eran más amigos. Su amistad se había acabado el día que decidió marcharse y dejarlos a todos a su suerte. En ese momento, Tristán se dió cuenta de que se estaba descontrolando. Su magia demoníaca estaba tomando el control de su cuerpo. En ese momento se tranquilizo y su magia volvió a estabilizarse. Si. Tristán había logrado tomar el control total de su lado demoníaco. Eso fue posible por dos razones importantes:
1. Estaba solo. Cuando estaba solo, no lastimaría a nadie
2. Estaba atado. No podía moverse, así que tubo que recurrir a un entrenamiento mental.
Eso para el ya no importaba. El joven de los ojos tristes por primera vez en mucho tiempo tubo un brillo en sus ojos. Un brillo malicioso.
En ese momento,las cadenas se rompieron. Tristán se levantó con su magia demoníaca activada. Realizó unos estiramientos y vio a su alrededor. Se había liberado al fin, ahora solo necesitaba otra cosa : salir de ese lugar. En ese momento recordo unas palabras que Gawain le había dicho en el Reino demoníaco
" La magia de la luz y la oscuridad se cancelan" El caos creo todo lo que existía, incluidas las razas de las diosas  y demoníaca ¿Y si utilizaba la luz y la oscuridad a la vez? ¿ Lograría salir de ahí?
Tristán no lo sabía, pero no perdía nada con intentarlo. Activo su ojo demoníaco y su ojo de diosa y expandió su magia a todo lo que si ojo podía  ver. La luz que había emanado su magia se había desvanecido. Se encontraba en una habitación casi vacía. Con solo una chimenea y un sofá. Tristán solo sonrió. Lo había logrado. Había podido salir de ese horrible lugar. Casi al instante se había puesto serio. No había que celebrar aún. No estaba seguro en ese lugar. Tenía que salir del castillo. Logro salir de esa habitación sin ser detectado. Pudo evadir a los guardias con mucha facilidad hasta llegar a los jardines del castillo. Estaba escondido entre unos arbustos hasta que escucho una voz femenina llamándolo.
- ¿ Que crees que haces?- Dijo una joven de su edad, con cabellos castaños, ojos verdes, piel palida y que media alrededor de 1,60.

- No te metas niña, no es de tu incumbencia.
- Pues la verdad si ¿ Estás intentando escapar verdad ? Pues yo estoy haciendo lo mismo
Tristán al escuchar eso se volteo a ver a la niña y la miro con desconfianza y curiosidad.
- ¿ Cómo sabes que estoy escapando?
- Te vi evadir a los guardias del palacio. Eres muy hábil.
- ¿ Cual es tu nombre?
-  Cuál es el tuyo.
- Me llamo Tristán.
- ¿Tristán? ¿ El hijo de Meliodas el dragón de la ira ? Vaya vaya ...
- Ahora sí niña. ¿ Cual es tu nombre?
La joven lo miro unos momentos con una sonrisa que emanaba inteligencia y astucia.
- Me llamo Brangel

En otro lado de Camelot, Isolda y el resto estaban paseando por el pueblo mientras Kay compraba suministros. Isolda se detuvo a ver unos hermosos vestidos de una tienda, pero se dió cuenta de que unos hombres la estaban mirando, por lo que se fue rápidamente con Gawain.
Donny y Anne estaban discutiendo como siempre, pues Donny quería ir a comprar armas a una herrería, mientras Anne quería ir a comprar joyas y perfumes.
Nasiens y Percival estaban paseando por los negocios charlando alegremente. Cualquiera que los hubiera visto juraría que eran una pareja de enamorados.

Tristán x isolda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora