𝘄𝗵𝗼 𝗶𝘀 𝗔𝗟? | RAILO

beach

Le daba calma el sonar de las olas contra la arena o las rocas, era algo tranquilizante y sereno. Le gustaba más por las noches, escuchar música a volumen bajo con esos sonidos lograba hacer que el estrés saliera de su sistema y al volver a casa, era casi una chica nueva.

ㅡ Te dije que era buena idea comprar esta casa.

ㅡ Pero en ese tiempo veníamos más seguido Carlos ㅡhabló Sabrina dejándo su bolso. El más grande de cuerpo y altura se quedó callado observando algo, o a alguien, una sonrisa se instaló en los labios del señorㅡ ¿Qué miras?

ㅡ Mírala ㅡseñaló con la cabeza hacia la puerta que daba directo a una terraza y a la arena. Sabrina miró y observó a su hija caminando en la arena, descalza y teniendo en manos a su pequeño cuyo marrón y blancoㅡ Hicimos lo correcto.

ㅡ Por supuesto que lo hicimos ㅡla más baja rodeó la cintura de su esposo con un brazoㅡ ¿Deberíamos decirle la verdad?

ㅡ Absolutamente ㅡdijo él.ㅡ Debe saberlo.

[♡]

Una taza de café humeante entre manos acompañado de galletas caseras era el panorama perfecto para esa pequeña familia, charlando de diversos temas con el sonido del mar de fondo acompañando al sonido con risas suaves y fuertes.

ㅡ Te gustaba mucho pasear desnuda por la casa cuando tenías 5 años, siempre te regañabamos por hacer eso ㅡCarlos secó sus lágrimas que caían a producto de las risas.ㅡ Incluso tenemos un video tuyo de eso.

ㅡ Ya~ ㅡpuchereó Rai avergonzada ante esa anécdota.

ㅡ Si quieres te lo muestro ㅡbromeó su padre.

ㅡ No gracias estoy bien ㅡrió Rai sosteniendo su estómago el cuál dolía por todas sus carcajadas.

Dió un sorbo de su café dejándole un bigotito de la crema que estaba en la parte superior del líquido. Sabrina soltó una carcajada pasando una servilleta por sobre los rosados labios de la menor.

ㅡ Mi niña, tenemos que hablar contigo sobre algo.

ㅡ ¡Fue idea de Angie yo no quería! ㅡchilló sin pensar.

ㅡ ¿Qué? ㅡel mayor la miró confundido.

ㅡ Nada ㅡrespondió rápidamente.

ㅡ Es por otra cosa, además sabemos que fue tu idea ㅡSabrina suspiró.ㅡ Creemos que ya estás en edad para saber sobre esta parte de tu historia.

ㅡ Tú sabes que no eres nuestra hija de sangre ㅡCarloscomenzó a relatar. La menor asintió enérgica.ㅡ O al menos no de sangre directa ㅡla menor se quedó quieta. ¿Qué?ㅡ Tú... eres hija de mi hermano, bueno, eras, él murió poco después de tu nacimiento, su mujer te crió de una manera completamente mala durante poco tiempo, ella se volvió drogadicta luego del fallecimiento de mi hermano ㅡhizo una pausa leve. Continuó.ㅡ El caso es que ella murió, la encontramos en su habitación muerta por una sobredosis mientras tú solo llorabas junto a ella, mi hermano nos había dejado como tus tutores legales, te contábamos lo "bueno" de tus padres pero jamás lo malo sabiendo que eras muy pequeña para entender...

Rai estaba en shock, ¿Cómo debía sentirse sobre esto?

ㅡ Gracias... ㅡsolo atinó a decir. La pareja la miraron confundidos.ㅡ Prácticamente me salvaron... yo... mierda ㅡsoltó un sollozo.ㅡ ¿Por... por qué no me lo contaron antes?

ㅡ En realidad no te lo pensábamos contar hasta que salieras de la escuela, pensábamos que ibas a actuar de manera impulsiva y... no sé, cometer una locura ㅡRai odiaba cuando su padre Carlos era directo.

ㅡ Pues como estás viendo, no estoy haciendo nada estúpido ㅡsu tono de voz bajó ante cada palabra.

Un silencio incómodo se formó entre los tres, Rai hipaba, Sabrina miraba la taza ya vacía entre sus manos y Carlos mantenía los ojos cerrados.

"Fue mala idea decírselo de la nada", pensaron los dos.

[♡]

El fin de semana pasó volando, los tres caminando por la arena, pisando el agua y huyendo de las pequeñas olas, comprando cosas pequeñas en las ferias artesanales del centro del lugar, descansando en su casa junto al mar mirando las aguas, o viendo películas.

Rainelis se levantó a cuestas de su cama, con un mal humor. A regañadientes fue al baño a hacer sus necesidades básicas y salir vestida con otra ropa.

Último día.

ㅡ Buenos días ㅡsaludó Sabrina como siempre, sonriente.

Rai no contestó, no estaba enojada con sus progenitores, estaba molesta consigo misma.

Cogió una manzana y le dió una pequeña mordida, estaba ácida y dulce, hizo una mueca que logró sacarle carcajadas a sus padres.

ㅡ No se rían ㅡgimoteó. Fue la última palabra en ese momento.

ㅡ ¿Rai, mi vida, podrías pasarme esa camiseta por favor? ㅡcuestionó Sabrina de espaldas ordenando la maleta de la menor. La tenía completamente desordenada.

La menor se la pasó con brusquedad, no sabía muy bien por qué estaba enojada pero eso la estaba estresando. Sabrina terminó de ordenar su maleta, la dejó junto a la puerta de entrada y se sentó junto a ella, quien estaba acostada en el sofá mirando el techo.

ㅡ ¿Te pasa algo pequeña? ㅡla menor se encogió de hombros.ㅡ ¿Te molesta algo? ㅡhizo lo mismo otra vez.ㅡ ¿Necesitas hablar de algo? ㅡotra vez.ㅡ Rai tienes una puta boca para hablar, ¿qué mierda te sucede?

ㅡ Abusaron de mí ㅡrespondió con simpleza, eso la tenía de mal humor. Saber que no pudo defenderse, saber que estuvo débil y desamparada.ㅡ Eso me sucede.

ㅡ ¿Qué? ㅡSabrina susurró sintiendo un nudo en la garganta.

Espero les esté gustando la historia.