02: El Primer Encuentro

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El primer día en la nueva escuela era siempre una mezcla de emoción y ansiedad, pero para Andrew Silver (Anderson, ahora), el día tenía un peso adicional. Había sido ingresado con la ayuda de su abuelo en el mismo salón que Anthony LaRusso, el chico que sería clave para su misión. Miró alrededor del aula con una mezcla de expectación y nervios, recordando la últimas reglas que le había dicho su abuelo antes de bajar del auto, una de ellas era no usar el apellido Silver para nada, ya que siempre era bueno prevenir.

Andrew se dirigió a la fila de pupitres vacíos, notando a un grupo de chicos reunidos al fondo. Anthony estaba en el centro, hablando animadamente con algunos compañeros. Era evidente que Anthony no solo era conocido, sino también respetado. Andrew sintió una punzada de duda; acercarse a alguien así no sería fácil.

Tomando una respiración profunda, Andrew se dirigió hacia el grupo. La conversación se detuvo momentáneamente cuando entró en el círculo. Anthony, con su cabello oscuro y ojos atentos, miró a Andrew con curiosidad.

—Hola —dijo Andrew, tratando de sonar casual. —Soy Andrew. Acabo de mudarme aquí.

Anthony levantó una ceja y estudió a Andrew con desconfianza. —¿En serio? ¿Y qué te trae por aquí?

—Mi abuelo pensó que esta escuela sería buena para mí. —Andrew trató de parecer sincero. —He oído cosas buenas sobre este lugar y, bueno, aquí estoy.

Anthony asintió lentamente, aún sin mostrar mucho interés. —Entiendo. Bueno, todos estamos ocupados con las clases y diversas cosas, así que no esperes que todo sea fácil.

Andrew asintió, sintiendo la tensión en el aire. —Lo entiendo. Solo quería conocer a algunos compañeros y, si es posible, encontrar mi lugar aquí.

Anthony parecía estar considerando algo, y luego, con un gesto leve, se volvió hacia sus amigos. —Chicos, ¿podemos dar a Andrew una bienvenida decente? A veces es bueno tener a alguien nuevo alrededor.

Uno de los amigos de Anthony asintió con una sonrisa, aunque parecía más por cortesía que por entusiasmo genuino. Andrew sintió un ligero alivio al ver que la situación no se volvía aún más incómoda.

—Entonces, ¿qué te gusta hacer? —preguntó Anthony, intentando abrir un poco la conversación.

—Me gustan los videojuegos y el karate, en realidad —respondió Andrew, tratando de usar una conexión común. —He estado practicando durante años.

Anthony pareció sorprenderse. —¿Videojuegos? Eso es interesante. ¿Cuál es tu favorito?.—preguntó ignorando por completo lo que había mencionado sobre karate.

Andrew tomó un momento para ajustar su respuesta. —Realmente es difícil elegir sólo uno.

Anthony lo miró con un poco más de interés. —Bueno, eso es un buen comienzo. Deberíamos jugar alguna vez.

Andrew sonrió, sintiendo que al menos había encontrado un terreno común. —Sí, me gustaría eso. Estoy seguro de que habrá muchos que jugar aquí.

Anthony asintió, su expresión relajándose un poco. —Bueno, me caíste bien, si tienes alguna duda sobre la escuela o necesitas ayuda, avísame. Todos necesitamos una mano amiga de vez en cuando.

Andrew agradeció el gesto, sintiendo que el primer paso hacia la integración en su nueva vida había sido dado. —Gracias, Anthony. Lo tendré en cuenta.

A medida que el timbre sonó y la clase comenzó, Andrew se sentó en un pupitre cercano, aliviado de haber superado el primer obstáculo. Sabía que la relación con Anthony y el resto de los compañeros tomaría tiempo, pero al menos había comenzado con una nota positiva. La conversación había sido un pequeño triunfo aunque este no pareció interesado en el tema del karate, un primer paso hacia el objetivo de su abuelo ya se había dado que era lo que importaba, y hacia la posibilidad de descubrir quién era realmente bajo la presión de sus circunstancias.

{INFILTRED} - Anthony LaRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora