17: Traición Revelada

90 17 0
                                    

El dojo de Miyagi-Do estaba en plena actividad. A solo dos días del torneo All Valley, los estudiantes entrenaban sin descanso. Andrew había asumido la posición de sensei para Anthony, lo que les permitía pasar más tiempo juntos.

De manera abrupta, las puertas del dojo se abrieron bruscamente, revelando la peor pesadilla de los presentes y para Andrew en especial: su abuelo Terry Silver y el Sensei Kreese, entrando al dojo con una presencia imponente y sonrisas llenas de soberbia, superioridad y encanto. Todos los Miyagi-Do y Eagle Fang se pusieron a la defensiva al ver a los dos sensei del dojo rival en su terreno.

Daniel y Johnny salieron rápidamente para tomar posición frente a sus estudiantes.

— ¿Qué están haciendo aquí? —demandó Daniel, con una mezcla de sorpresa y enojo.

Terry sonrió con arrogancia.

— Oh, en Cobra Kai tenemos la creencia y la cortesía de desearles suerte a nuestros oponentes —soltó con una sonrisa viva—. Creemos que es algo muy significativo para fomentar la paz entre nosotros —dijo con burla.

Johnny frunció el ceño.

— Váyanse al diablo ustedes y su paz y lárguense de aquí antes de que tengamos que echarlos —amenazó.

Kreese intervino con una sonrisa maliciosa.

— Claro que nos iremos, pero no sin antes obtener lo que nos pertenece —dijo Kreese, dejando a todos con una expresión de confusión, lo que le provocó una risa—. Es claro que son más tontos de lo que pensaba. Nosotros siempre vamos un paso adelante, Johnny. ¿O acaso no has notado que tienen a una cobra entre sus filas?

Todos en el dojo se miraron entre sí, confundidos por lo dicho. Andrew sintió un nudo formarse en su estómago. Sabía lo que estaba por venir, y el pánico comenzó a apoderarse de él. Miró a Anthony, que le devolvió una mirada preocupada, sin comprender del todo la gravedad de la situación.

— ¿Qué estás diciendo, Kreese? —preguntó Johnny, intentando mantenerse intimidante.

Terry, disfrutando de la confusión, dio un paso adelante.

— Está hablando de mi nieto, Andrew —dijo, su voz llena de satisfacción—. Ha estado con ustedes todo este tiempo, ayudándonos desde dentro.

El dojo quedó en absoluto silencio. Todos los ojos se volvieron hacia Andrew, quien sentía que el mundo se derrumbaba a su alrededor. Anthony negaba repetidamente con la cabeza, incapaz de creer lo que acababa de escuchar. ¿Su chico era nieto de Silver? ¿Era parte de Cobra Kai? ¿Un traidor? ¿Todo había sido una mentira? La mente de Anthony se llenó de preguntas sin cesar.

— Andrew es uno de los nuestros. Ha estado acatando todas nuestras órdenes y trabajando con nosotros todo este tiempo. Nos ha proporcionado información valiosa sobre sus horarios de entrenamiento y estrategias. Veo muy improbable que tengan alguna posibilidad de ganar. Él ha sido nuestro infiltrado, su traidor. Les pusimos una trampa y me satisface decir que han vuelto a caer una vez más.

Los susurros comenzaron a escucharse en el dojo.

—No... no esto no puede ser cierto —susurró Anthony, mientras negaba con la cabeza incrédulo.

— ¡Anthony, espera! —gritó Andrew, corriendo tras él.

Andrew podía sentir las miradas acusadoras y  no pudo evitar escuchar las palabras de decepción de sus compañeros mientras salía lo más rápido que podía

—No puedo creer que Andrew sea un traidor.—

—No creí que ahora los Cobra Kai admitan a cualquiera.—

—¿Creí que él y Anthony estaban saliendo?—

—Sé que esto está mal, pero ¿no les parece que hay algo raro en todo esto? Tal vez estaba siendo manipulado al igual que los demás.—

—Pensé que éramos amigos.—

—Es un mentiroso.—

—Creo que tenemos una nueva víctima.—

—Es nieto de Silver; está en su sangre ser malo.—

—¡Ant! ¡Ant! —gritó Andrew, saliendo del dojo y observando cómo Anthony caminaba rápidamente hacia el auto de su padre—. Anthony, yo... yo no quería que esto pasara. ¡Por favor, déjame explicarte!

Anthony, con el corazón roto, lo miró con dolor y confusión.

— ¿Es cierto lo que escuché? ¿Eres nieto de Silver? ¿El mismo tipo que intentó arruinar la vida de mi padre? ¿Lo nuestro ha sido una mentira? ¿Soy parte de tú plan? —preguntó, su voz quebrándose.

—Sé que todo esto es muy confuso y debes odiarme, y lo entiendo. No tengo siquiera una explicación que justifique todo, pero te amo y... si tan solo pudiéramos hablar de cómo sucedieron las cosas o el porqué de todo esto. Créeme, no es una mentira lo nuestro y mucho menos el apoyo que les he demostrado a todos desde el principio, yo...

— ¡Cállate! —interrumpió Anthony—. Ya no quiero escucharte. Creó que me he enterado de lo suficiente. Y ahora tú vas a escucharme a mí. Te he contado toda mi maldita vida, te conté lo mal que me hace sentir mi padre y lo mucho que él siempre me ha apartado, dándole prioridad a mi hermana. Sabes todo acerca de mí y aún así no tenías ninguna intención de contarme tu verdad. Tuve que enterarme por tu maldito abuelo que me estabas mintiendo en la cara. Dime, Andrew, ¿qué pensabas hacer en realidad? ¿Tenías pensado siquiera decirme alguna vez sobre toda tu misión y cómo me mentiste en la cara?

—Sé que estuve mal y lo reconozco, pero yo solo estaba intentando... —volvió a callar al ver la mirada de advertencia de Anthony.

—Nada puede justificar que trabajes para alguien como él, y mucho menos puedo ignorar el hecho de que seas su nieto. Mi papá casi perdió todo por culpa de ese hombre. ¿Cómo puedes siquiera considerarlo?

—No es que quiera estar con él, Anthony. Cuando comencé con el plan, lo admito, estaba dispuesto a hacer lo que él me pidiera, pero cuando te conocí, las cosas cambiaron. He tratado de parar, pero estoy atrapado. Es mi abuelo, y no tengo a nadie más que a él. No sentí que tuviera otra opción.

—Me tenías a mí —aclaró Anthony, con tristeza—. Siempre hay otra opción. Podrías haber acudido a nosotros, podrías habérmelo contado a mí. Por más difícil que fuera, créeme, lo habría entendido y habría intentado ayudarte. En cambio, decidiste mantenerlo en secreto y ahora estás metido en este lío. Y por si aún no te ha quedado claro, todo ha terminado entre nosotros. No quiero tener nada que ver contigo.

Con esas palabras, Anthony se alejó, dejando ahora sí a Andrew devastado por completo. De vuelta en el dojo, Samantha LaRusso se acercó rápidamente a él.

—No puedo creer que hicieras esto. Por eso siempre callabas cuando hablábamos sobre las cobras, no participabas porque eres uno de ellos —dijo Samantha, su voz llena de desprecio—. No quiero volver a verte cerca de Anthony o si no...

En ese momento, Robby Keene y Tory Nichols aparecieron, habiendo bajado rápidamente del auto de Terry al verla. Samantha se calló al verlos, y Robby solo tomó a Andrew de los hombros, con la intención de sacarlo de allí mientras intentaba tranquilizarlo.

Tory se acercó a Samantha con una mirada desafiante.

—Escucha bien, LaRusso —dijo con un tono amenazante—. Tal vez Andrew sea un traidor para ustedes ahora, pero no te equivoques, sigue siendo uno de los míos. Si tú o cualquiera de tus amigos de Miyagi-Do intentan hacerle algo, no querrás saber lo que soy capaz de hacerte. Mantente alejada de él si sabes lo que te conviene.

Poco después, Terry y Kreese salieron del dojo, visiblemente felices, dejando atrás a todos los de Miyagi-Do y a Anthony. Andrew, con el corazón completamente destrozado, subió al auto, sabiendo que había perdido mucho más que una pelea ese día.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

{INFILTRED} - Anthony LaRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora