15: Enfrentando las sombras

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Andrew se sentía agitado mientras se preparaba para el entrenamiento. La cancelación de las prácticas con Miyagi-Do y Eagle Fang había cambiado el ritmo de su rutina diaria. En lugar de entrenar junto a sus compañeros en un ambiente colaborativo, estaba en el dojo de Cobra Kai, enfrentándose a los más duros oponentes bajo la mirada crítica de Terry  y Kreese.

El dojo parecía más hostil que nunca, el aire cargado de expectativas y competencia. Mientras ajustaba sus vendajes, Andrew no podía evitar sentir una presión creciente en su pecho, como si la misma atmósfera del lugar lo estuviera oprimiendo. Era como si toda la bondad que alguna vez había conocido en el karate se hubiera desvanecido, dejando solo la brutalidad y la fuerza bruta.

Cuando comenzó el combate número tres, la tensión era palpable. Andrew había demostrado su habilidad en las dos primeras rondas, ganando con decisión. Cada victoria había sido meticulosa, cada movimiento movimiento calculado, pero cuando Terry eligió a Kenny como su oponente para la tercera ronda, la sorpresa lo tomó desprevenido. Kenny, a pesar de ser menos experimentado, era rápido y escurridizo. Andrew sabía que enfrentarse a él no sería fácil, pero confiaba en su agilidad y técnica.

El primer round fue intenso. Kenny, con su velocidad, parecia estar un paso adelante en cada intercambio. Andrew podía sentir el sudor resbalando por su frente, sus ojos enfocados en cada movimiento del chico. Sin embargo, su experiencia y astucia lo llevaron a derribar a Kenny. Cuando estaba a punto de dar el golpe final, su abuelo pidió un tiempo fuera.

El tiempo fuera lo desconcertó. ¿Por qué detenerse ahora? Andrew respiraba con dificultad, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a disiparse, dejando solo la confusión. Miró a su abuelo, buscando una respuesta en su rostro, pero no encontró nada más que un gesto tranquilo y calculador.

Cuando el combate continuó, Andrew se lanzó con determinación, golpeando a Kenny con fuerza. Sin embargo, algo en Kenny había cambiado. Sus bloqueos eran más precisos, y aunque no contraatacaba con agresividad, su resistencia comenzó a agotar a Andrew. Cada golpe que lanzaba parecía menos efectivo que el anterior. La frustración comenzó a acumularse en su pecho, su mente llenándose de dudas. ¿Por qué no podía acabar con esto? ¿Por qué, de repente, Kenny parecía inquebrantable?

En medio de su confusión, Andrew lanzó una mirada rápida a Kreese, buscando algún tipo de señal o aprobación. Pero en ese instante, Kenny aprovechó su distracción y le lanzó una patada directa al pecho. El golpe fue devastador. Andrew cayó al suelo, el aire escapando de sus pulmones mientras una oleada de dolor se extendía por su torso. Las risas resonaron en el dojo, crueles y humillantes.

Andrew apretó los dientes, su mirada fija en el suelo mientras intentaba recomponerse. Escuchó la voz de su abuelo cortando el aire con su burla:

— Aquí un claro ejemplo de cómo Miyagi-Do es el lugar perfecto para convertirlos en débiles que piensan que una patética filosofía de paz puede salvarlos en el mundo real. Sigue aprendiendo a 'encerar y pulir', Andrew, mientras los verdaderos guerreros te aplastan sin esfuerzo. —

Cada palabra de su abuelo fue como una cuchillada en el orgullo de Andrew. ¿Cómo podía su abuelo, un hombre al que siempre había admirado, permitir esto? La rabia creció dentro de él, mezclada con una sensación de traición. Sus victorias anteriores habían pasado desapercibidas, pero ahora, en su derrota, Terry se regodeaba en su humillación.

Sin poder soportarlo más, Andrew se levantó lentamente y se alejó del área de entrenamiento, ignorando las miradas de los demás. La frustración y la ira lo consumían. En lugar de enfrentarse a ellos, decidió canalizar su furia en los sacos de boxeo. Cada golpe que lanzaba era más fuerte que el anterior, sus manos comenzaban a sangrar, pero no se detenía.
Golpeaba y golpeaba hasta que todos los sacos estuvieran completamente destruidos. El dojo, un lugar de disciplina y control, ahora parecía un campo de batalla, los sacos de boxeo destrozados y colgando precariamente.

{INFILTRED} - Anthony LaRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora