{INFILTRED} - Anthony LaRusso

13: Encontrando Un Refugio

El sol se estaba poniendo lentamente, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Andrew se sentó al borde del muelle, dejando que la brisa marina le acariciara el rostro. Había logrado tomarse un día lejos del Valle, de su abuelo y de la misión, mientras sus pensamientos se agolpaban en su mente. La salida con Anthony había dejado una profunda huella en él. Su amor por Anthony estaba claro, pero eso chocaba contra su lealtad hacia su abuelo. ¿Cómo lo tomaría él? Andrew se sentía atrapado entre la culpa y la confusión.

El sonido de pasos aproximándose hizo que Andrew levantara la vista. Al mirar, vio a tres figuras familiares: Andy, Jared y Olivia, sus amigos de Malibú y los únicos. Aunque no los había visto en meses, su presencia era un bálsamo para su agitada mente. Ellos se acercaron, y Andrew notó la preocupación genuina en sus rostros.

Andy, normalmente el más vivaz del grupo, se acercó con una expresión más seria de lo habitual.

— Hey, Andrew. ¿Por qué no me has llamado? —dijo Andy—. Nos preocupábamos por ti. No hemos tenido noticias tuyas en un tiempo. —

Andrew bajó la vista, sintiendo una mezcla de alivio y vergüenza. Jared y Olivia se sentaron a su lado, y Olivia, con un tono cálido y nostálgico, rompió el silencio.

— Hablamos con tu abuelo —dijo Olivia—. Nos dijo que estabas enfermo. No fue difícil encontrarte; siempre que decías eso, venías al muelle. Nunca cambias, ¿verdad? —

La calidez en la voz de Olivia y la referencia a su viejo refugio le hicieron sonreír débilmente. Aunque estaba agradecido por su presencia, la confusión seguía en su mente.

— Nunca pensé que se preocuparían tanto —dijo Andrew, su voz temblando—. Pero estoy realmente perdido. La misión de mi abuelo resultó ser más difícil de lo que pensaba. Me tiene consumido por completo. Siento que lo estoy traicionando, y al mismo tiempo, no puedo ignorar lo que siento por Anthony. El blanco más fácil para la misión de mi abuelo. He estado evadiéndolos a ustedes y haciendo todo por mi cuenta, haciendo a un lado a los únicos que realmente me importan. Ustedes se preocupan por mí y yo solo los ignoré. —

Con un suspiro profundo, Andrew decidió ser completamente honesto. Se volvió hacia sus amigos, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas.

— Todo ha sido tan complicado —comenzó—. Mi abuelo siempre ha sido la única figura paterna que he tenido. Él ha estado conmigo desde que era pequeño, y nunca quise defraudarlo. Pero conocí a Anthony, y me doy cuenta de que lo amo de verdad. Veo otro punto de la batalla, algo diferente a lo que creí encontrar. Me siento atrapado entre dos lealtades que parecen irreconciliables. He estado evadiéndolos porque no sabía cómo enfrentar esto, no quería que ustedes estuvieran involucrados en algo así, y ahora me doy cuenta de cuánto los he extrañado. —

Mientras hablaba, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Era la primera vez que se permitía llorar frente a alguien, y la vulnerabilidad era una mezcla de alivio y angustia. Andy, Jared y Olivia se acercaron, ofreciendo su apoyo sin reservas.

Jared pasó un brazo alrededor de Andrew, su mano reconfortante en su espalda.

— No tienes que enfrentar esto solo —dijo Jared—. Estamos aquí para ti, sin importar lo difícil que sea. No importa lo que esté pasando, siempre seremos tus amigos. No debiste alejarnos. Te amamos, sin importar lo peligrosa, insignificante o tonta que sea la situación, siempre estaremos para ti. —

Olivia le dio un abrazo cálido, y Andy se unió a ellos, su rostro reflejando una tristeza profunda pero también un fuerte sentido de compañerismo.

— Nunca vamos a dejarte solo, Andrew —dijo Andy—. Aunque las cosas cambien, nuestra amistad no lo hará. Estamos aquí para ti, en lo bueno y en lo malo. —

Andrew sintió una oleada de gratitud al experimentar el apoyo de sus amigos. Los había extrañado como nunca. Sus lágrimas continuaron fluyendo mientras los abrazos y palabras de aliento lo envolvían. El ambiente que había sido tan pesado se llenó de un sentido de camaradería genuino.

El crepúsculo envolvía el muelle en una suave penumbra, y el sonido de las olas proporcionaba una melodía tranquila. En ese momento, Andrew comprendió que, aunque su camino estaba lleno de incertidumbre, el compañerismo y el amor de sus amigos ofrecían un faro de esperanza. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Andrew comenzó a sentirse más en paz, sabiendo que, aunque enfrentaba decisiones difíciles, no lo haría solo.