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Enzo estaba sentado en el césped de la cancha de entrenamiento, a su lado Julián, que trataba de mantener cierta distancia de su cuerpo, tomaba agua mientras esperaba que le toque jugar.

Volvían de una nueva charla con los representantes de ambos, con el detalle de que esta vez se habían sumado también dos trabajadores de la AFA responsables del área de marketing.

Enzo prefirió no emitir palabra durante la reunión siendo que estaba bastante en deuda con su representante, simplemente asintió ante todo lo propuesto. Lo mismo que Julián, aunque él suele ser así.

Les habían comunicado cómo iban a llevar a cabo el resto de las semanas, entregándoles un calendario con la tarea que tenían que hacer cada día. Todo con el objetivo de profesionalizar el acuerdo y conseguir que se hable de la relación entre los jugadores.

Ante el pedido de permiso para ir a bailar a la noche, les comunicaron que a la salida del boliche, en la madrugada, tendrían que ir a un hotel juntos y pasar la noche ahí. Iban a envíar a una persona a hacerles fotos al momento de entrar y salir. Enzo escuchó que su amigo suspiró y eso sirvió para que le emocione un poco la idea, iba a ser interesante.

Por esa razón estaban juntos en este momento, el entrenamiento era grabado por TyC Sports y sería raro que no concentren juntos, para evitar cualquier rumor de discusión. De todas formas, Enzo pensaba que no iba a resultar porque Julián no estaba dispuesto ni a fingir una sonrisa, así que si nadie lo creía iba a ser su culpa.

El menor había recapacitado un poco sobre la discusión que tuvieron ayer, no sabía cómo afrontar la idea de que quizás su amigo sentía algo por él, le comía la cabeza. Si bien la relación entre ellos estaba tensa hace bastante, estuvieron dispuestos a ignorar la situación y fingir demencia, pero era una realidad que el morocho hace mucho sospechaba su orientación sexual. Enzo había recapacitado que no había estado bien lo que le dijo, sin embargo mantenía su postura, la salida de Julián del restaurante causó todo, pero realmente más que enojarlo le causaba una ligera emoción.

- Antes de que nos llamen, ¿podemos hablar?- Comenta Julián por primera vez desde que empezó el entrenamiento.

- Sí, obvio. - Contesta Enzo de manera receptiva. - ¿Qué?

- Nada, que tratemos de hacer lo mejor posible lo que nos pidieron, asi esto termina rápido y listo.

- Está bien. - Muy en el fondo, Enzo se negaba a la propuesta.

- ¿Tan fácil? - Julián lo mira rápidamente. - Me tengo que preocupar.

- No, en serio. Tenés razón, vamos a tomarlo con profesionalismo.

- Yo siempre lo tomé con profesionalismo, vos sos el problema. - Acota el mayor con un tono mordaz.

- ¿Ya querés pelear?

- No peleo, fue una observación nomás. - Rueda los ojos y Enzo sonríe de costado.

- Bueno, lo voy a tomar con más profesionalismo entonces. - Busca la mirada de Julián pero este lo ignora por estar tomando agua. Decide colocar su mano entera por sobre el muslo del mayor, que tenía las piernas estiradas en el césped. - Empiezo ahora.

Julián casi se ahoga con el agua pero intenta disimularlo. Tiene que verse natural, como si estuvieran acostumbrados a tocarse casualmente de esa manera.

Enzo sabe, aunque prefiere no analizarlo demasiado, que sus acciones ponen nervioso a Julián, disfruta de eso. Lo mismo con la situación de ayer, donde se acercó tanto que parecía que iba a besarlo.

consecuencias ; julienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora