Julián miraba disimuladamente a Enzo que estaba parado en el medio de la cancha, preparado para arrancar el segundo tiempo del partido.
No habían podido charlar en todo el día ni ayer, cuando Enzo parecía enojado por lo que Julián había dicho, así que todo seguía tenso entre ellos. Sin embargo, el castaño notó que su amigo estaba algo arrepentido de hablarle mal al instante de hacerlo, pero no pudo comprender su enojo completo, ya que, segundos después de su comentario, entraron varios compañeros a la cocina y de ahí en más no tuvieron ningún momento a solas.
Julián había estado asustado por un momento, pensando que Enzo iba a desmentir todo lo dicho por él y hacerlo quedar como un ridículo, pero no fue lo que pasó. El morocho simplemente lo ignoró durante el resto de la noche, y en lo que iba del día se había mantenido bastante alejado, pero por el momento sabía que no había negado nada con respecto a él.
Julián decidió tomar la misma actitud. No quería parecer desesperado ni mostrar interés en Enzo, estaba cansado de quedar siempre a la deriva con sus sentimientos tan expuestos. Pero, por más que lo intentaba, sus ojos seguían buscándolo inconscientemente, todo el tiempo. Y lo más inquietante era que encontró a Enzo mirándolo primero en varias ocasiones como si estuvieran atrapados entre sí.
Entonces, ya no había dudas. Ahora para el resto de sus compañeros, ellos eran pareja, y eran, por consecuente, homosexuales. Sería ingenuo creer que alguien en el equipo no lo supiera, los rumores habían corrido.
El árbitro dio inicio al segundo tiempo, y el partido arrancó normalmente. Julián intentó enfocarse en el juego, pero su mente seguía atada a todos los pensamientos sobre Enzo y, ahora, sobre lo que pensarían sus compañeros de él. Cada pase, cada jugada, era un esfuerzo por concentrarse, por evitar que su mirada vaya hacia donde estaba su amigo. Enzo tampoco se la dejaba fácil, parecía ocupar cada rincón de la cancha.
La pelota pasa cerca de él, y Julián la toma, controlándola con seguridad, mientras esquivaba a un defensor. Justo cuando va a hacer un pase hacia su derecha, ve a Enzo correr por su costado. Impulsivamente, empujó la pelota hacia él y su amigo recibió el pase sin problemas. La jugada no prosperó mucho ya que el morocho se apuró a patear y el arquero la atajó sin problemas. El castaño buscó la mirada de Enzo, en un gesto tranquilizador, pero este ni siquiera lo miró. Una frialdad que golpeó a Julián bastante fuerte, por más ridícula que sea.
La distancia y los problemas que habían entre ellos últimamente, también se habían trasladado al campo de juego, hace tiempo que no lograban una buena jugada.
El resto del partido transcurrió normalmente. Argentina ganaba 3 a 0, por lo que fue un final tranquilo y positivo, ya con la ilusión de los cuartos de final.
El vestuario ahora estaba lleno de murmullos y risas, mientras Julián intentaba encontrar el momento adecuado para acercarse a Enzo. Quería preguntarle algo, lo que sea, nomás para hablar con él. En un momento del partido, su amigo se había caído bastante fuerte y parecía haberse lesionado. Por suerte fue solo un susto, pero Julián lo toma como una oportunidad para entablar una conversación con él.
Sin embargo, no se anima. Tenía que mantenerse firme a su postura y seguir en la misma línea que el menor.
Podía escuchar las risas y charlas a su alrededor, pero todo sonaba lejano, le estaba costando al castaño olvidarse del hecho de que todos ahí piensan que es puto. De repente, sintió una mano en su hombro. Se gira rápidamente, esperando, quizás, encontrar a Enzo, pero no era él. Un compañero le hace un chiste sobre una situación en el partido, y Julián, aunque no se ríe, prefiere ponerse a hablar con él antes que seguir buscando a alguien que ni lo mira.
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consecuencias ; julienzo
FanfictionEnzo supo ni bien había terminado el vivo de instagram que había estado mal. Al otro día fue peor, varios compañeros de su club salieron a opinar sobre su acción. No temía las consecuencias, ¿qué podría pasar? Sabía que para el Chelsea era un jugado...