Toma todo de mí, desgárrame si quieres, pero dime... ¿qué te queda por ofrecer cuando el último pedazo de mí haya sido arrancado?
La historia Chaotic explora el caos que gobierna el corazón del protagonista, quien se ve obligado a tomar decisiones c...
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Lo observé desde la esquina de aquel burdel, rodeado por sus amigos. Me acerqué sutilmente, como un cazador que se aproxima a su presa. Justo cuando iba a tomar impulso para hablarle, una mujer jodidamente sexy y buena se acercó, lo besó apasionadamente, como si no hubiera nada más en el mundo.
Él correspondió con la misma intensidad, besándose descaradamente frente a todos. Claramente, no había problema si esa mujer era su prometida.
Algo en mi mente me decía que quería a alguien como él, un hombre ardiente y lleno de pasión, aunque solo fuera por una noche. ¿Qué podía hacer yo, un simple mortal, comparado con esa mujer? Nada. Solo quedaba disfrutar del ambiente, beber y bailar con la música, celebrando el éxito de cerrar un negocio en Nueva York.
Él, heredero de una fortuna familiar, llevaba adelante el legado con una sonrisa que reflejaba su felicidad. Todo marchaba como él quería.
- Liam. - La voz familiar de mi amiga Blair interrumpió mis pensamientos. Estaba sentada a mi lado, sonriendo con entusiasmo. - Vamos a divertirnos. Esta es nuestra oportunidad para destacar en la empresa.
La miré, asintiendo. Tenía razón. En este mundo corporativo, hacerse notar y respetar era clave para triunfar. Y tener la amistad del jefe era el boleto dorado hacia una vida llena de respeto y poder. Pero yo era diferente. La timidez me convertía en un extraño en este mundo de negocios. ¿Cómo podría manejar a un jefe si apenas podía relacionarme con mis compañeros?
Blair y yo habíamos ingresado a la empresa al mismo tiempo, formando una alianza por necesidad en este terreno desconocido. Ella era mi única aliada, pero su ambición era palpable. Quería ser alguien, y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para lograrlo.
Me pregunté si podría seguir su ritmo, si podría dejar atrás mi timidez y unirme a su carrera hacia el éxito. ¿Qué pensaba Liam? ¿Podría mantener el paso con Blair y su inagotable energía? Me preguntó internamente.
Blair, percibiendo mi inacción, se levantó con determinación. Su mirada brillante y segura iluminó la habitación. Con una sonrisa radiante, se dirigió hacia el grupo, decidida a hacerse notar. Su presencia era imposible de ignorar, como una fuerza magnética.
Su cabello castaño, largo y liso, caía sobre sus hombros, reflejando la luz y acentuando su rostro pálido y perfecto. Sus ojos cafés brillaban con intensidad, emitiendo un llamado silencioso que atraía a todos hacia ella.
Mientras tanto, yo me quedé atrás, sintiéndome como un objeto inanimado. Mi inseguridad me mantuvo clavado en mi lugar, observando cómo Blair conquistaba el espacio con su carisma. Me sentí como un espectador en un juego que no sabía cómo jugar.
Mi corazón latía con envidia y admiración. ¿Cómo podía alguien ser tan seguro y confiado? Ella parecía tener un don natural para conectar con la gente, mientras yo me sentía extraño en mi propia piel, incapaz de establecer conexiones significativas.
