La progresión de Harry convirtiendo a Louis en un "mariquita". Cuando se conocen por primera vez, Louis es uno de los "chicos" con su vello facial y chándales bebiendo pintas de cerveza y besándose con su novia. Pero cuando Louis y su novia rompen...
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UNO
Las rupturas no suelen ser fáciles. Uno tiene que procesar una serie de emociones negativas para poder sanar y seguir adelante después de un amor fallido. En el caso de Harry Styles, tras superar el shock y la negación de todo, el dolor, la ira, los deseos desesperanzados de una solución, las incontables fantasías de cómo las cosas podrían haber sido diferentes, finalmente pudo seguir adelante y estar abierto a la posibilidad de volver a salir con alguien si le interesaba.
Así fue como aceptó una invitación para reunirse con los muchachos en el pub, algo que había rechazado durante casi medio año. Vestido con ropa elegante e informal, entró al pub junto a Nick y Niall. Pidieron bebidas y encontraron una mesa, charlando y riendo mientras se ponían al día.
—Ahí está —gritó Niall al ver a otro amigo—. ¡Payno, Payno! —gritó.
Durante los siguientes veinte minutos, llegaron más miembros de su grupo de amigos. Luego, casualmente, aparecieron también amigos de amigos y se fusionaron en un gran grupo. Harry conoció al menos a siete personas nuevas. No podía contar ni un solo detalle sobre la mayoría de ellos, y mucho menos recordar sus nombres. Pero su atención fue inmediatamente captada por un muchacho de ojos azules llamado Louis "Tommo" Tomlinson.
Era un muchacho típico. Un poco ruidoso, de humor descarado, que llevaba zapatillas y chándal mientras bebía cerveza a grandes tragos. Aunque el vello facial del que hacía alarde era sexy, Harry sabía que el hombre se vería aún más hermoso bien afeitado. Mientras bebía un sorbo de vino tinto, Harry admiró discretamente al hombre de los fantásticos pómulos y los brillantes ojos azules.
Decir que Louis era el tipo habitual de Harry no sería exacto. Harry tenía preferencia por los hombres más afeminados y siempre era el dominante en una relación. Con su novia sentada en su regazo mientras se besaban regularmente delante de todos, Louis no gritaba exactamente "gay" o "pasivo". Pero a Harry le gustaba pensar que había rumores de posibilidades.
—¿Cuánto tiempo llevan juntos? —preguntó Harry. En realidad no le importaba la respuesta, solo quería una excusa para iniciar una conversación con Louis.
—Casi diez años —respondió la novia con aire de suficiencia.
—Diez años —repitió Harry. —Felicidades —se obligó a decir.
"Somos una pareja perfecta", se jactó mientras se sacudía el pelo oscuro. "Todo el mundo dice eso".
—Bien —dijo Harry lentamente—. ¿Casados, hijos? —preguntó mirando específicamente a Louis con la esperanza de que pudiera unirse a la conversación.
—Como si hubiera sometido a este cuerpo a los horrores del parto —dijo mi novia encogiéndose de hombros—. Pero todavía no estamos casados —miró a Louis con una mirada significativa—. Pero como se acerca nuestro décimo aniversario, estoy segura de que Louis tiene algo especial planeado.
Después de varios intentos fallidos de conseguir que Louis participara en la conversación, Harry se disculpó para pedir otra bebida como una forma educada de evitar hablar con su novia. Volvió con una copa de vino tinto y eligió otro asiento en la mesa. Hizo el esfuerzo de sumarse a la conversación con quienes lo rodeaban, pero siguió observando a Louis.
Observó cómo el hombre de ojos azules se metía casi un paquete entero de chicharrones de cerdo en la boca antes de beberse una cerveza, soltar un fuerte eructo, acomodarse los pantalones y luego ganar una pulseada contra Liam. En general, Louis era muy varonil y aparentemente muy heterosexual. Al ver los múltiples besos entre Louis y su novia, Harry tuvo que admitir que se besaban bien. No parecía desordenado ni incómodo en absoluto. Aun así, no pudo evitar fantasear un poco.
Con los ojos verdes clavados en el cuerpo de Louis, Harry imaginó cómo luciría sin el vello facial y sin la novia colgando de su brazo. Imaginó a Louis sin el chándal holgado y lo imaginó con un conjunto de lencería y tacones. Podía imaginar a Louis luciendo sensual y delicado, engañosamente inocente con esos impresionantes ojos azules mientras se desmoronaba debajo de él, rogando por la gran polla gorda de Harry.
Mientras bebía un sorbo de vino, Harry se estaba poniendo duro y su mente lo tentaba con la idea de convertir a Louis en un mariquita. Si la novia no estuviera en el panorama, tal vez Harry podría al menos intentar llevar a Louis por el camino de la afeminación.
