La primera vez que me enamoré...
⇣
Está es mi historia de amor y auto-descubrimiento, ambientada en una época de gran transformación en Colombia.
∘₊✧──────✧₊∘
Andrea, con su sonrisa radiante y su personalidad arrolladora, había sido siempre la herm...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la expulsión, mi familia y yo empezamos a buscar un nuevo colegio. Mi padre quería que fuera a un lugar más estricto, donde me pudieran "enderezar". Pero mi madre tenía otras ideas.
- Creo que deberías ir al José María Root - me dijo un día, mientras desayunábamos. - Es un buen colegio, y Tomás ya está allí.
Tomás es mi hermano mayor, pero perdió un año escolar, así que está en el mismo grado que yo. Siempre ha sido un buen estudiante, pero su fracaso en el año pasado lo hizo sentirse un poco avergonzado.
- ¡Uyyy noo! - me dijo, cuando se lo conté. - ¡Yo no quiero que vaya al mismo colegio que yo!
- ¿Por qué no, Tomás? - le pregunté, sorprendida.
- Porque no quiero que me hagas quedar mal - me respondió, con una sonrisa burlona. - Eres una rebelde, Andrea. Y no quiero que me asocien contigo.
Me sentí dolida por sus palabras, pero traté de no mostrarlo.
- Bueno, no te preocupes, Tomás - le dije. - No voy a ir al José María Root si no quieres.
Pero mi madre ya había tomado la decisión.
A la noche, a la hora de la comida mi mamá habló.
- Andrea va a ir al José María Root - le dijo a Tomás, luego de enterarse de su oposición. - Y punto.
Tomás se enfadó, pero no pudo hacer nada para cambiar la decisión de mi madre. Así que empecé a prepararme para ir al nuevo colegio, con la esperanza de que fuera mejor que el anterior.
El José María Root era un colegio tradicional, que siempre había sido solo para hombres. Pero ese año, habían decidido empezar a aceptar mujeres. Mi madre pensaba que era una buena oportunidad para mí, para que pudiera estudiar en un lugar más desafiante. Pero yo no estaba tan segura.
- ¿Qué pasa si no me gustan las clases, mami? - le pregunté.
- Bueno, siempre puedes hablar con tus profesores - me respondió. - Y si necesitas ayuda, Tomás estará allí para apoyarte.
Pero Tomás no parecía muy dispuesto a apoyarme.
- No te preocupes por mí, hermana - me dijo con cierto tono sarcástico cuando le pregunté si podía mostrarme el colegio. - Puedes ir sola.
Me sentí un poco sola, pero traté de no mostrarlo. Sabía que tenía que ser fuerte, para enfrentar este nuevo desafío. Así que me preparé mentalmente para ir al José María Root, con la esperanza de que fuera una buena experiencia.