10-Ana Karenina y la Dama De Las Camelias

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El lunes tuvimos la primera clase de bordado

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El lunes tuvimos la primera clase de bordado. Nadie lo hubiera imaginado pero éramos 40 estudiantes. Incluso gente de otros cursos. Incluso Quiñones.

- Con lanas delgadas - habló la profe - Que queden muy elegantes y bonitas.

Yo estaba concentrado en mi lo mío. La verdad es que el bordado no se me daba nada mal, no era la mejor, pero tampoco es que me fuera tan mal. En cambio a Eva, quien estaba sentada a mi lado, no le iba nada bien, parecía que estaba haciendo un nudo.

- Señorita Samper. ¿Qué es ese enredo tan espantoso que tiene ahí?

- Profesora, no me llamo señorita Samper. Me llamo Eva. Y pues lo que pasa es que no sé cómo funciona esto.

- ¿Y no le da vergüenza con sus compañeros que siendo una de las dos únicas niñas de la clase sea la que menos da pie con bola? - cuando la profe dijo eso no pude evitar mirarla mal. Vieja cansona.

- No, profe, no me da ni cinco de vergüenza. A la que debería de darle es a usted por no saber cómo enseñar. - después de que Eva dijo eso todos hicieron los que estaban en clase hicieron ruidos como "uhhh" o "ushhh"

- Señorita Samper, por favor, tenga usted respeto.

- Me llamo Eva. El respeto no se exige, se gana.

- ¿Eva ha hablado con alguno de ustedes? ¿O Andrea después de lo del viernes?

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- ¿Eva ha hablado con alguno de ustedes? ¿O Andrea después de lo del viernes?

- No, conmigo no

- Ni conmigo

- Con Andrea hablé el viernes pero después de eso ya nada

- Yo si quisiera saber si con Eva si somos novios o no. Porque entonces lo que pasó en el club, ¿qué?

- Bueno, yo, sinceramente, no creo que sea novia de ustedes cuatro al mismo tiempo - le dije yo

- ¿Y entonces? - volvió a hablar Arbeláez

¡𝙇𝘼 𝙋𝙍𝙄𝙈𝙀𝙍𝘼 𝙑𝙀𝙕! | 𝘼𝙇𝙑𝘼𝙍𝙊 𝘾𝘼𝙎𝙏𝙍𝙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora