CAP. 2: ¿Una familia?

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Después de aquella conversación, no hablamos más hasta terminar cada uno su bebida. Salimos en silencio y un coche increíble nos recogió, uno de esos que solo podía ver pasar por la ventana de mi habitación.

Llegamos una media hora después si esque las matemáticas no me fallaban del todo. Una Academia bastante grande, en la puerta principal en las ventanas había sombrillas, el se paró frente a la puerta y yo también.

– ¿Lista, Evelyn? – Me pregunto mientras me volteaba a ver, lo voltee a ver y después de tragar saliva, asentí con la cabeza y alguien abrió era un..¿Mono, chango, chimpancé?, ¿Qué demonios?.

– Bienvenidos, pasen..todos ya los esperan, por aquí. – Dijo el, no sabía que los animales hablarán y se pararán en dos patas. Pero no quise ser grosera y pase, por dentro era bastante grande, era como entrar a una mansión de los ricos.

No me atreví a pasar al salón principal sola, y aunque se viera cobarde de mí parte, pase detrás de Reginald, el se paró frente a unos chicos uniformados, y yo me escondí detrás de el con algo de nerviosismo.

– Niños, eh traído a una nueva integrante de la Academia Umbrella, ella es..¿Dónde..?, sal de ahí, Evelyn. – Dijo Reginald cuándo noto que estaba detrás de él, con la mirada baja salí lentamente y levante la mirada hacía el grupo de niños que me miraban muy atentos.

– Ella, niños..es su nueva hermana, Evelyn. Me pareció importante recalcar que ella formará parte de la Academia de ahora en adelante. – Dijo Reginald mientras ponía su mano en mi hombro, no me atrevía a hablar, no sabía porque...pero no podía vocalizar ninguna palabra.

– ¿Una nueva hermana?, ¿Esperas que aceptemos a una desconocida como una hermana más?, además es una...¡Bruja maldita! – Dijo uno de los chicos, una muy pésima bienvenida. Y ¿Bruja maldita?, claro...había visto lo que los niños del orfanato me habían puesto en el brazo, que idiota.

– !Número Cinco!, disculparte en este momento sería lo correcto, además sí yo digo que será parte de la Academia de ahora en adelante, lo será y punto. Ahora disculpate. – Dijo Reginald enojado, aquél chico "Cinco", bufo y rodeo los ojos, me miro de arriba a abajo y hablo.

– Lo siento. – Dijo fríamente mientras me miraba con molestía, claramente no fue una disculpa sincera..pero respondí.

– Está bien...estoy acostumbrada a que me digan así. – Dije con lástima, bajando la mirada para ver si lo regañaban, y no estaba mintiendo, me decían así a diario en el orfanato, pero no me afectaba ya últimamente.

– ¿Ves lo que has provocado, número Cinco?, ahora la has echo sentir mal. Estás castigado, después de esto vendrás a mí oficina y te asignare tu castigo. – Hablo Reginald, me tape la boca ocultado una sonrisa maliciosa y la quite para volver a mí expresión triste con la mirada baja. El chico frunció en cejo y me miró con odio, se cruzó de brazos y aparto la mirada.

– Niños, ahora tienen que presentarse y decir su habilidad para que ella los conozca. – Hablo Reginald, levanté la mirada y el primer chico se presentó.

– Soy Luther, el líder de todos ellos, mi poder es la super fuerza. Un placer, Evelyn – Dijo mientras me miraba y me escaneaba de arriba a abajo, le sonreí amablemente y dirigí la mirada a el siguiente chico.

– Soy Diego, y puedo hacerte una demostración de mis poderes, Evelyn... – Dijo mientras sacaba unos cuchillos y con una sonrisa hizo que aunque no los tomara podían estar flotando, hizo algunos movimientos increíbles, sorprendida lo mire con detenimiento, el me sonrió y se guardo los cuchillos de nuevo.
Le sonreí de nuevo y mire a la siguiente, una chica..muy linda en realidad.

– Soy Allison, puedo hacer que las personas hagan lo que yo quiera con solo decir la frase "escuché un rumor..", un gusto, Evelyn. –  Me dijo con una pequeña sonrisa amistosa, le devolví la sonrisa y voltee al siguiente, un chico que parecía agradable.

– Soy Klaus, puedo comunicarme con los muertos, un gusto conocerte, nueva hermanita. – Dijo con una sonrisa, el más amigable de todos a mí parecer, le sonreí de vuelta y..ush, el chico que me dijo bruja maldita, genial.

– Soy Cinco. Me puedo teletransportar y puedo hacer viajes en el tiempo, blah, blah, blah. Un no gusto conocerte. – Dijo groseramente, que chico más grosero, rodeé los ojos y me dirigí al chico al lado de el.

– Soy Ben, y bueno..puedo sacar tentáculos de mi abdomen y eso...un placer conocerte. – Dijo el chico un poco tímido para mí parecer, me pareció agradable y le sonreí. Y finalmente volteé a la última chica.

– Soy Vanya y no tengo ningún poder...– Dijo con vergüenza bajando la mirada, ¿Ninguno?, me cuestione a mi misma pero igualmente no me interesaba mucho si tenía poderes o no, era ahora mí nueva hermana.

– Ahora debes presentarte tú, Evelyn diles que sabes hacer y tú nombre. – Hablo Reginald volteandome a ver, tragué saliva y trate de hablar, balbucee y me trabe un poco por los nervios al principio pero hablé.

– Soy Evelyn...eh, mi poder es bueno,¿cómo llamarlo?, bueno..en sí puedo controlar los cuatro elementos, agua, fuego, aire y tierra. Y mis heridas se desvanecen es como decir...que es imposible que tenga marcas de alguna herida porque se curan solas y hace parecer que no me a pasado nada. Supongo que es eso..un gusto conocerlos a todos. – Dije, todos asintieron y suspiré un poco.

– Ahora, tu nueva madre te llevará a tu habitación para que la conozcas y te familiarises un poco con tu nuevo hogar. ¿De acuerdo?, más tarde bajarás a rellenar algunas cosas. – Dijo Reginald y una mujer sonriente me extendió la mano para que la tomara, la mire de arriba a abajo y le tome la mano, subimos unas escaleras y después de dos habitaciones entramos a la mía.

Era grande comparada a mi pequeño cacho de habitación que compartía con otras 8 niñas en el orfanato, una habitación solo para mí. Muy linda y con algunas plantas, una cama que se veía muy cómoda con algunos peluches, un conejo blanco con tutú rosa y un moño rosa en la oreja izquierda, un oso de peluche con un listón blanco y un peluche de un pingüino con capucha verde. Muy lindos..una sábana color blanca con pequeños estampados de flores rosas. El tapiz era blanco con paredes color rosa claro, demaciado rosa para mí..pero muy linda aún. Un tocador con espejo y algunas cosas para peinarme, un armario grande para mi y una estantería color blanco llena de libros y algunas cosas de decoración.

Mi nuevo hogar, mi nueva familia, mi nueva vida...

𝓗𝓲𝓵𝓸 𝓻𝓸𝓳𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora