Stranger in the Mirror. [TotallyNotASecretAO3Account]

24.

 La cultura civilizada.

El gas mutagénico fue puramente una obra de arte.

Cada molécula tenía que ser modificada; el mutágeno no era una sustancia normal y, en su estado original, siempre permanecería en estado líquido, incluso en las situaciones más extremas. Se lo podía congelar casi a cero absoluto, calentarlo a mil grados centígrados y nunca se convertiría en sólido ni en gas. 

Para poder cambiarlo, había que modificarlo.

Donatello había hecho esto una vez; bueno, más o menos. Cuando Timothy se convirtió en el Hombre mutágeno, y para derrotarlo, lo congeló para que se descongelara solo una vez que pudiera salvarlo. Pero a pesar de su apodo, no era realmente mutágeno; era una mezcla similar a la mutagénica de células humanas licuadas, pero "Hombre de mutágeno líquido de células humanas" no sonaba bien. Por lo tanto, ni siquiera Donatello había convertido el mutágeno en sólido ni en gas... incluso si odiaba que su contraparte hubiera logrado hacer esto, tenía que admitir que era impresionante, una hazaña que se esforzaría por derrotar en el futuro después de que todo esto terminara.

El Nuevo Donnie nunca había explicado realmente el proceso, pero ahora que Donatello estaba en la habitación de pie frente a la máquina gigante, su mente daba vueltas y tejía las respuestas por sí sola. La máquina era absolutamente hermosa; una bestia gigante de metal brillante de 20 pies de altura bombeando mutágeno a través de ella y enviándolo a través del tubo al final, que conduce directamente a la ventana donde se dispersa en la atmósfera. Esta máquina era lo que realmente cambiaba el mutágeno líquido a su forma gaseosa; absorbía el mutágeno de un tanque gigante frente a ella que se extendía desde el piso hasta el techo, con solo un pequeño pestillo en la parte superior para abrirlo.

El Nuevo Donnie debe haber cambiado los componentes de ese mutágeno líquido. Parecía casi idéntico a su versión normal, pero el hecho mismo de que esa máquina funcionara en él significaba que era diferente. Donatello frunció el ceño, preguntándose qué sustancias químicas se habían añadido o qué partes de cada molécula se habían modificado. Eso era algo que tendría que preguntarle a su homólogo más tarde.

Por ahora, tenía que lidiar con lo que tenía frente a él.

—Entonces, ¿cuál es el plan, jefe? —preguntó Casey, dándole una palmada en el brazo a Donatello y luego poniéndole el brazo sobre los hombros, molesto. Donatello lo ignoró y luego señaló la parte superior del tanque.

—Tengo que subir para echar un poco del Retromutágeno —explicó Donatello mientras sacaba un objeto de su bolso—. Incluso este pequeño frasco que tengo será suficiente para cambiar todo el tanque. Luego, esa máquina hará el trabajo por nosotros y esparcirá la cura por toda la ciudad.

—Y luego podemos quitarnos estos trajes, ¿no? —preguntó el Nuevo Rafa, finalmente caminando hacia los dos. Después de que el Pequeño Mikey había cerrado las puertas, había arrancado un tubo de la pared para doblarlo sobre las manijas y mantenerlo cerrado. Donatello se sintió aliviado de que esos tubos no fueran importantes, y solo goteaba un poco de agua de ellos. Si los estuvieran usando activamente para algo, habrían estado en muchos más problemas. El Pequeño Mikey estaba sentado en la parte trasera del caparazón de su hermano, tirando del traje en su brazo como para enfatizar su mutuo malestar.