La luz del atardecer entraba por las ventanas del apartamento de Aiden Valenwood, bañando la habitación con un resplandor dorado que acentuaba cada detalle. Aiden y Ethan Thornwood estaban inmersos en una pasión desenfrenada, sus cuerpos entrelazados en una danza salvaje de deseo y amor. La química entre ellos era palpable, cada caricia, cada beso, avivaba el fuego que ardía intensamente entre ambos.
-Ethan... -Aiden jadeó, sus manos recorriendo el torso de Ethan con urgencia.
-Aiden... no pares...
Sus cuerpos se movían al unísono, guiados por una conexión profunda que trascendía el mero deseo físico. El calor de sus pieles, el sonido de sus respiraciones entrecortadas, todo contribuía a crear una atmósfera cargada de electricidad y pasión.
En medio de ese frenesí, ninguno de los dos escuchó el sutil clic de la puerta al abrirse. Laura, la ex novia de Aiden, se deslizó silenciosamente en el apartamento, su mirada fija en la escena que se desarrollaba ante ella. En sus manos, un arma relucía bajo la tenue luz del atardecer.
Laura observó con una mezcla de odio y tristeza, sus ojos oscuros llenos de una determinación peligrosa. Se acercó sin hacer ruido, hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para ver cada detalle del encuentro entre Aiden y Ethan. Un grito de rabia quedó atrapado en su garganta mientras alzaba el arma, apuntando directamente a ellos.
-¡Deténganse!
La voz de Laura resonó en la habitación, fría y cargada de veneno. Aiden y Ethan se separaron abruptamente, la sorpresa y el miedo grabados en sus rostros. Aiden reconoció inmediatamente la voz y, al girarse, encontró a Laura con el arma en la mano, su expresión desquiciada y decidida.
-Laura, ¿qué haces aquí, otra vez?
-Vine a buscarte, Aiden. No puedes escapar de mí. ¡Nunca podrás hacerlo!
Ethan dio un paso adelante, interponiéndose entre Aiden y Laura.
-Laura, por favor, baja el arma. No tiene por qué terminar así.
-¡Cállate! Tú no tienes derecho a hablar. ¡Tú me lo robaste, pedazo de mierda!
Aiden levantó las manos en un gesto de apaciguamiento, su voz temblando ligeramente.
-Laura, vamos a hablar. No tiene por qué ser así. Podemos encontrar una solución.
-¿Solución? ¿Después de lo que vi? ¡Nunca! Aiden, tú me perteneces. Y si no puedes estar conmigo, entonces no estarás con nadie.
-Laura, por favor, escucha. Te ayudaremos. Pero tienes que bajar el arma.
Laura ignoró las súplicas de Ethan y fijó su mirada en Aiden, sus ojos llenos de lágrimas y rabia.
-Dime una cosa, Aiden. ¿Sexo o amor? ¿Qué es lo que realmente tienen ustedes dos?
Aiden y Ethan intercambiaron una mirada, buscando las palabras adecuadas. Aiden fue el primero en hablar, su voz calmada y firme.
-Laura, lo que tenemos Ethan y yo va más allá del sexo o del amor. Es una conexión profunda, una comprensión mutua que trasciende cualquier etiqueta. Hemos encontrado en el otro lo que siempre hemos buscado: aceptación, apoyo y una pasión que no se puede apagar. Es como si fuera un casamiento físico y mental, como si hubiese sido realizado por algún ente místico.
Ethan asintió, acercándose lentamente a Aiden, sus ojos fijos en los de Laura.
-No es solo deseo, Laura. Es una unión de almas. Nos complementamos, nos fortalecemos. Lo que tenemos es real y significativo. Un lazo que, por ahora, es totalmente inquebrantable.
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¿Sexo o Amor? | +18
RomanceEn la vibrante y soleada ciudad de Los Ángeles, donde los sueños se entrelazan con la realidad, Ethan Thornwood, un joven de 20 años, pelirrojo, de ojos verdes, musculoso y abrumadoramente atractivo, se enfrenta a una vida de aparentes certezas y em...