-05

2.6K 243 253
                                    

Shinazugawa estaba hecho mierda, dando vueltas y vueltas en su hogar pensando en lo impulsivo que fue y lo jodido que se debe sentir Giyuu.

Pero tampoco pensaba que podían echarle toda la culpa, Tomioka siempre se ponía histérico con cualquier mención hacia o sobre Kanae.

Bien, da igual, mañana lo solucionará, ahora solo debe ir a dormir y pensar en como disculparse con él sin tener que sacar el tema de hacer pública su relación.

.

Dos días en los que nuestro peliblanco no ha podido tener contacto alguno con el azabache. Este había salido de misión, pero aún así no contestaba ninguna de sus cartas (escritas con ayuda del patrón), su cuervo las devolvía tal cuál como las envío.

Y eso lo estaba cabreando.

Bien, quizás no debió sacarlo de su casa, pero Giyuu también compartia la culpa, ¿por qué siempre se pone de ese modo? Él bien sabe el mundo de mierda donde vive, exponerlos es demasiado para él.

Y peor sabiendo el hecho de que ahora el heterocromático estaba enterado. Confiaba en él, pero lo conocía demasiado como para estar tranquilo mientras él lo sabe, también tomando en cuenta su muy mala relación con Tomioka.

Pero, ¿cómo él sabría que su pareja que a quien si contestaba cartas era él mismo chico que acaba de decir se lleva fatal?

.

"¿Seguro que todo esta bien?

No me importas, pero quiero una razón para golpear a Shinazugawa.

Att: Iguro Obanai."

"Si, esta todo bien.

No necesitas golpearlo, podrías acabar herido.

Att: Tomioka Giyuu"

"¿¡Me estas llamando débil!?

Maldito engreído.

"Att: Iguro Obanai junto a sus ganas de golpearte a tí también."

Giyuu solto una risa, aún que la carta que recién leyó fuera una amenaza de golpearlo. Pero esta bien, al menos ese era un avance, antes Obanai no podía ni mirarlo a la cara.

Volvió a lo suyo, matar demonios.

Eran débiles, pero la cantidad es jodidamente molesta y no podía irse hasta asesinar a todos. El problema es que cada noche aparecen más y más.

Veía como sus cuerpos se hacían cenizas y luego aparecía otro, así sucesivamente hasta que finalmente no sintió el aura de ningún otro demonio alrededor. Guardo su katana y tomo camino a su lugar de hospedaje, en donde los estaba esperando otra carta de Shinazugawa.

-El patrón o quien sea que le este ayudando a escribir ya debe estar agotado... -Susurro para él mismo, tomando la carta y desenvolviendola.

"Giyuu, ¿hasta cuando no me piensas contestar?

Estoy preocupado por ti, responde a mis cartas si no quieres que vaya a buscarte.

Att: Shinazugawa Sanemi."

Bien, Tomioka no quiere más problemas. Tomo tinta y una pluma.

"Estoy bien, Sanemi, no necesitas venir.

Lamento no contestar tus cartas, mañana estaré devuelta y podremos hablar, si eso es lo que buscas. Pero espero una disculpa de tú parte.

Att: Tomioka Giyuu."

La envolvió en la pata del cuervo y le dijo que se marche.

.

Shinazugawa lo esperaba en la finca del azabache, hace unas horas recibió su carta así que eso significa que ya estaba en camino hacía acá.

Y efectivamente, escucho como la puerta era abierta por un ojiazul sorprendido al verlo en su hogar sin previo aviso.

-Hola, Sanemi. -Hablo, cerrando la puerta y yendo en dirección a su habitación.

-Giyuu-

-Dejame cambiarte y bañarme primero, ¿si? Estoy casando.

Al peliblanco le toco esperar veinte largos minutos en lo que su pareja se bañaba y vestía, finalmente salió en dirección a sentarse.

-¿Qué ocurre?

-Perdón, ya sabes, por reaccionar así. -Dijo el ojimorado refiriéndose a la última vez que se vieron.

-Bien, no te perdono.

-¿Qué?

-¿Crees que sera así de fácil? ¡Prácticamente me hechaste de tu casa a gritos, Sanemi! ¡A gritos! -Elevo el tono de voz, completamente jodido.

-Giyuu, mi amor. Tú sabes que odio hablarte así. -Menciono acercándose a su pareja y abrazándolo por detrás. -Pero tú me haces verme obligado a reaccionar así, ¿sabes?

-¿¡Ahora es mi culpa!?

-Eres tú quien empieza con esto... Yo no quiero que las cosas vayan así, sabes que te amo mucho y que esto es por nuestro bien.

-... -Bajo la cabeza. Quizás realmente si eran su culpa todos los problemas que tenían, probablemente si sobre reaccionaba demasiado.

-¿Ya me perdonas? Sabes que esto no es culpa mía.

¿Acaso... La culpa es suya?

Si... definitivamente lo es.

-Yo... Lo siento... -Se disculpo, devolviendo el abrazo a su pareja.

-Te amo demasiado, Giyuu, no vuelvas a hacer esos escándalos, ¿sí? No quiero más problemas. -Menciono el peliblanco acariciando su suave y azabache cabello mientras lo abrazaba.

Tomioka asintió aceptando que la culpa era suya, pero aún así algo en el fondo de él no estaba bien, algo en su pecho dolía demasiado, como si el cuerpo de Sanemi contra el suyo no fueran caricias, si no cuchillas pellizcando cada parte de él que esta siendo tocada por ese hombre.

No, son alucinaciones de él, él ama a Sanemi, y Sanemi lo ama a él.

Inconscientemente empezó a llorar, con lágrimas silenciosas sin emitir señal alguna de que su rostro estaba siendo mojado.

.

Obanai se preguntaba recostado en su cama si Shinazugawa y Tomioka ya habían solucionado sus problemas. Vaya que relación más problemática tenían esos dos.

Por un lado entendía las preocupaciones del peliblanco, la sociedad que viven es una mierda, solo de milagro es que sus compañeros no comparten esa mentalidad homofobica. Pero también entiende la perspectiva de Giyuu, tal como dijo antes, sus compañeros no tendrían problemas con su relación, y lo cabreante que debe ser ver a tu pareja ser emparejado con alguien más sería una puta basura.

Obanai en su lugar, moriría de celos.

Y ahora en otro lado de su mente, el haber consolado al idiota de Tomioka.

Debía estar muy loco y fallado de la cabeza para hacer tal estupidez, pero tampoco era un monstruo como para simplemente dejarlo ahí llorando.

Aún que se sintió raro, no se sintió asqueado o arrepentido como lo hubiera hecho en otra ocasión.

-Kaburamaru... ¿Me estare volviendo loco? -susurro a la serpiente que dormía a su lado mientras el estaba recostado en el suelo mirando hacía el techo.

Si, definitivamente se esta volviendo completamente loco por pensar en esos dos idiotas, y más en específico, en el idiota del cara de rata de Tomioka Giyuu.

Maldito imbécil.

.

.

Empezamos con la manipulación emocional, amo estas cosas y hecharle cada vez más veneno.

Capitulo algo corto, pero meeh.

Hasta que no salga de exámenes y de los proyectos que tengo pendientes se tendrán que acostumbrar a las actualizaciones por finde semana, necesito estudiar y ajá, el premio por excelencia académica no llegara solo.

En fin, chaito.

Mi lindo consuelo (Obagiyuu/Giyuuoba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora