1. Ray

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🫧 Dive by TWICE.

Estuve toda la mañana arreglándome para la fiesta de graduación, hoy dejaba esta escuela para entrar a la universidad, un momento de suma importancia para muchas personas, incluyéndome

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Estuve toda la mañana arreglándome para la fiesta de graduación, hoy dejaba esta escuela para entrar a la universidad, un momento de suma importancia para muchas personas, incluyéndome.

Desde ayer no podía evitar sentirme nerviosa, y hoy no era excepción.

Muchas personas se atreven a hacer cosas que nunca hicieron en estos últimos días, ya que algunos no nos volveríamos a ver, pero yo aún estaba dudosa.

Me gusta mi mejor amigo, y eso era un gran problema porque nunca se lo dije por miedo a arruinar nuestra amistad, pero hoy quería hacerlo, quería decirle todo lo que sentía.

Había hablado esto con mis amigas, y ellas me apoyaron para que yo tuviera la valentía de hacerlo, pero tenía miedo de retractarme en cualquier momento.

Ya estaba completamente lista y dentro del carro, mirándome en el espejo retocando un poco mi maquillaje y mi cabello.

En el camino mis piernas temblaban, y cuando nos deteníamos en algún semáforo estaba a punto de abrir la puerta y bajarme del carro.

Recibía muchos mensajes de mis amigas, animándome para confesar mis sentimientos, y mientras les contestaba que estaba decidida a hacerlo, les mentía.

Ya me estaba retractando otra vez, no quería,
no podía. ¿Qué tal si el me decía que le gustaba alguien más y nuestra amistad acababa ahí?

No sabía cómo decirlo, seguramente me trabaría al hablar y saldría corriendo de ahí de la vergüenza.

Mi madre se estacionó delante del salón de eventos, que era un enorme edifico y se despidió de mí con una sonrisa, pero yo aún seguía dudando en bajar del carro.

Pero no importaba ya, no tenía nada de qué temer y me despedí igualmente de ella, saliendo del carro y entrando en aquel edificio.

El salón se encontraba en el último piso, así que entré al elevador y marqué el número al que quería ir.

Por el elevador se podía mirar toda la ciudad y un precioso atardecer de tonos cálidos, que me hacía sentir relajada.

Las puertas de elevador se abrieron y delante de mí había ahora otra enorme puerta donde era mi graduación.

Entré con seguridad y decidida a confesarme, ¿qué más da?

Busqué con la mirada a mis amigos, que algunos de ellos ya estaban sentados en una de las mesas haciéndome señas para que me acercara a ellos.

Ray, mi mejor amigo, no estaba con ellos, y por lo que me dijeron el no había llegado aún.

Todos los que estaban en la mesa sabían sobre mis sentimientos, y estaban dispuestos a ayudarme a que pudiera decirle lo que sentía hoy.

One Shots | The Promised NeverlandWhere stories live. Discover now