7. Ray

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The Other Woman by Lana del Rey

Siempre creí que mi vida era tranquila y completa

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Siempre creí que mi vida era tranquila y completa. Tenía un trabajo estable en una galería de arte, mi familia me amaba y yo a ellos, mis amigos más cercanos me invitaban todos los fines de semana a salir para buscar algo emocionante entre las calles oscuras de la noche.

Claro que era feliz, pero siempre sentía esa falta de algo en mi corazón, algo que no era capaz de descifrar de qué se trataba, pero pronto llegó alguien de la manera más inesperada.

Una de esas noches cuando salía con mis amigos, uno de ellos, Don, decidió invitar a Ray. Según mi amigo, el chico de cabellos oscuros era alguien muy dedicado al trabajo y un "come libros".

Él estaba presente en la fiesta, pero a la misma vez no. Mientras todos nos divertíamos en la fiesta y disfrutábamos la compañía de los otros, él solo se limitaba a observar la pantalla de su celular, y de vez en cuando le dirigía una palabra a Don.

A medida que la noche avanzaba, él lucía cada vez más aislado de todos los presentes. Se encontraba sentado en una silla de las barras mientras tomaba un trago. Decidí acercarme a él, total, no perdía nada.

—Hola, tú eres Ray, ¿no? —me senté junto a él.

—Si, ¿pasa algo? —dijo y tomó un poco más de su vaso.

—Ah, no es nada —sonreí—. Es solo que te había visto algo alejado de todos nosotros, tal vez, ¿no te sientes cómodo?

—No es nada de eso, no te preocupes —terminó el líquido en su vaso y lo colocó sobre la barra.

Después de esa conversación, traté de entrar en confianza con él. Nos presentamos y me contó unas cuantas cosas sobre su vida laboral, algo muy interesante a decir verdad.

—¿Y por qué decidiste venir? —le pregunté.

—Fue porque... —hizo una pequeña pausa mientras me miraba fijamente a los ojos—. Porque tenía ganas de salir.

—Bueno, creo que deberías de salir más seguido con nosotros. Tal vez te sientas más cómodo si traes a alguien contigo —continué—. ¿No tienes novia?

Se tardó un poco en responder, no sabía por qué, después de todo no es una pregunta tan extraña de hacer.

—No... no tengo novia —comentó con un sonrisa.

La conversación siguió, y sentí que me había divertido más hablando con el que bailando en la pista o haciendo cualquier otra cosa. Era increíble esta conexión que estaba teniendo con un chico que recién acababa de conocer.

Pero había algo en él que me atraía con una fuerza inexplicable, había una razón por la cual todas las noches, sin falta, lo dibujaba en mis cuadernos.

Tal vez era su cabello oscuro y rebelde, su mirada penetrante y afinada que parecía conocer cada rincón de mi vida, su nariz perfecta o sus labios rosáceos que lucían tan suaves.

One Shots | The Promised NeverlandWhere stories live. Discover now