8. Lucas

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fantasmas by HUMBE

Cada noche tengo un sueño que se repite muy seguido

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Cada noche tengo un sueño que se repite muy seguido. Un sueño del cual deseo jamás despertar, porque siempre despierto con los ojos empapados y con la boca temblorosa.

En ese gran sueño la felicidad es eterna, el mundo está pintado de muchos colores y las personas bailan con deleite.

Pero cuando me encuentro ahí, mi felicidad no solo se centra en correr por el pasto con mis pies desnudos o nadar en los ríos llenos de peces. Sino que me alegro cuando puedo ver las perlas de tu boca, acariciar tu roja cabellera y poder tocar tu piel una vez más.

Siempre espero que me digas que estás conmigo, que yo no me he quedado sola en ningún momento. Pero nada de eso ha salido de tu boca jamás.

Cuando te recuestas en mi pecho siempre repites las mismas cosas de siempre, las mismas promesas que me hiciste antes de irte.

"Cuando salgamos de aquí, te prometo que te haré la mujer más feliz".

Pero es irónico que tú digas eso, ya que no puedes hacerlo.

Tus palabras se las lleva el viento, pero mis lágrimas no. Siempre están ahí dispuestas a salir sin importar que.

Por eso siempre he preferido estar dormida que despierta. Prefiero mil veces hundirme en la almohada y soñar que estoy contigo, que estar despierta mirando los ojos hinchados que tengo en mi espejo.

También sueño con la última vez que nuestros labios se unieron esa noche cuando decidiste abandonarnos a todos. La noche en la que fuiste un héroe junto a Yuugo.

Fue un acto heroico y admirable, pero no tienes ni la menor idea de cuánto me he arrepentido por no haber sido yo la que sufriera en esa explosión.

Yuugo y tú siempre fueron mi compañía más cercana, pero con eso no me refiero a que los niños no lo fueran, sino que después de todo con ustedes había crecido.

Pero ahora solo soy yo, y cada que ellos me llaman "mamá", siento que me desmorono porque no estás aquí a mi lado para criarlos conmigo como solíamos hacerlo.

No soy una mujer feliz por más que trato de serlo, intento no romper en llanto cuando me obligan a sentarme en la mesa a comer, deseando solamente mirarte comer tu platillo favorito con una sonrisa de oreja a oreja.

Los niños han sido muy pacientes conmigo desde el incidente, y me siento orgullosa por ellos al haber podido superar el dolor, pero en cambio me decepciono de mi misma por no lograrlo.

Siempre he estado enamorada de ti, desde que era niña el sentimiento crecía y crecía con el pasar de los días.

Había encontrado la felicidad en tus ojos, una felicidad que creí que sería eterna. Anhelé todos estos años pasarlos a tu lado, como lo habías prometido hacía mucho tiempo.

Cuando escapamos, siempre me mantuviste a tu lado, cuidaste de mí en mis noches de llanto y sanabas las heridas que me hacía cuando intentaba conseguir provisiones.

Entonces llegó el momento de partir a Goldy Pond, y no sabíamos el infierno que nos esperaba pacientemente.

Ni siquiera soy capaz de poder describir lo que sucedió ahí, es imposible decirlo sin tener que soltarme a llorar, por eso prefiero hoy evitarme esa pena.

Te extraño tanto que me duele hasta el alma, extraño absolutamente todo de ti. Desde tu forma tan simple de caminar hasta tu sonrisa única para mí.

Jamás sabrás lo difícil que es despertarme todas las mañanas y no verte tomando una taza de café junto con tu compañero, y que me mires con ese característico brillo en tus ojos.

En este tiempo me he dado cuenta de que me es imposible amar a alguien como te amo solamente a ti. Los chicos se han empeñado en que debería de conocer a alguien nuevo y salir de mi zona de confort, pero por más que lo intento es imposible.

Han sido varias veces en las que fingí ir a la cita y me detuve en la puerta del lugar en el que se llevaría a cabo, rehusándome a entrar ahí.

Después camino por las calles entre lágrimas que son incapaces de ser controladas. Siento la mirada confundida y clavada en mi de todos los que pasan al costado, y deseo desaparecer para no seguir llorando más.

La única vez que tuve el valor de entrar a conocer a la persona que me esperaba pacientemente en una cafetería, fue un total desastre.

Sus ojos eran idénticos a los de Lucas, claro, los de Lucas eran más hermosos, intensos y llamativos, pero el parecido era tan sorprendente y cruel a la vez.

—Hola, tú debes de ser Amber ¿cierto? —él se levantó de su asiento dispuesto a saludarme, pero pronto se alejó al ver que caían lágrimas de mis ojos.

Su figura también era similar a la de Lucas, pero lo que realmente me quebró y destrozó por completo, fue el tono miel en sus ojos, el brillo y la calidez que sentía al observar a aquel hombre que amé más que a mi misma. Provocando que la herida se abriera de nuevo.

Todos los presentes en la cafetería nos observaban con juicio y extrañeza, creyendo que el chico con el que tendría la cita me había hecho daño. Mi llanto era un espectáculo para ellos, pero nadie sabía realmente quién era el causante de mis lágrimas.

Después de eso, le pedí a los niños que jamás volvieran a buscarme alguna cita, pues no iría incluso si me pagaran por ello. Jamás.

En serio espero que me creas cuando digo que trato salir adelante cada día. Me fuerzo a levantarme de la cama incluso si me siento hundida en esta misma, trato también de ya no llorar frente a los chicos para que eviten preocuparse por mí. Lo digo en serio.

Después de lo que sucedió no creo poder encontrar el amor, pues tú ya no estás presente, y y no hay nadie a quien amar como solía hacerlo contigo, nadie ocupa tu espacio grabado en mi corazón, nadie a quien besar que tuviera esos labios tuyos.

Odio las mañanas, odio llorar, odio sentirme sola, odio las alarmas que me alejan de mi único refugio, odio la luz del sol sobre mi rostro, me odio a mí misma por ser tan insuficiente, pero odio más el hecho de que no estás aquí.

Tal vez algún día dejaré de sentirme así, pero aunque lo veo muy lejano, tengo la esperanza de que llegará en algún momento, y podré sonreír como si te tuviera a mi lado.

Hoy se cumplen cinco años desde que te fuiste junto con Yuugo, cinco años desde que me diste un último beso y la última vez que nos dijimos "adiós".

Y aunque tú te despediste de mí desde hace tanto tiempo, yo sigo atrapada en este cruel vacío que has dejado en mi vida, siendo incapaz de soltarte y decirte un último "adiós".

















¡Nota de la autora!
Holi, lo siento d vdd por hacer pura historia triste pero sentía que era una idea muy buena de hacer.

Está un poquito corto pero no sabía que mas agregarle, solo espero q les guste y muchas gracias por todo el apoyooooo!!

One Shots | The Promised NeverlandWhere stories live. Discover now