Colors by Halsey
Nunca antes me había sentido tan enamorada como lo estaba ahora. Simplemente el llegó y fue como si mi mundo estuviera al revés.
Aunque sabía que el no era el mejor tipo, ni la persona adecuada, como decía mi madre. Pero quería comprenderlo, saber sobre su mundo y cada pequeña parte de él.
Yuugo era uno de los chicos de mi clase, y aunque había entrado apenas este ciclo, bastó para sentir ese cosquilleo en mi cuerpo al verlo entrar.
Llevaba una sudadera gris bastante gastada, sus pantalones de mezclilla de un azul muy fuerte tenían algunos parches, y lo que más llamó mi atención fue su cabello negro despeinado con mechones blancos adornando su cabeza.
Tenía una mirada inexpresiva, con un ligero toque de cansancio, por las ojeras que tenía debajo.
Desde ese día no había dejado de mirarlo, analizar cada parte de él y tener tanta curiosidad por cada cosa que hacía.
Me acerqué a él y traté de volverme su amiga, pero costaron varios meses para lograrlo, y que se dignara a mirarme aunque sea solo una vez. Y solo eso me bastó para sentirme llena de esta emoción llamada amor.
Pero el se veía vacío, gris y solitario. Era alguien antipático y nunca tenía ganas de hablar con nadie, por eso la mayoría solía evitarlo.
—¿Cómo es que toleras al raro de Yuugo? —una de mis amigas me cuestionó.
—Solo trato de ser amable y comprensiva con él —sonreí—. En el fondo sé que el no es un mal tipo.
—Aveces eres muy generosa, Amber —dijo uno de mis amigos.
Pero gracia a que siempre me empeñaba en permanecer a su lado, el comenzó a considerarme, de vez en cuando solía buscarme y hablábamos por mensaje.
Solo que yo fui la primera en caer, en enamorarme de él, de su rostro fino y amargado, de sus cabellos ondulados y su actitud indiferente.
Así que cuando nuestra amistad avanzaba, el solía invitarme a su casa bastante seguido, y ya parecía que yo vivía ahí.
La primera vez que fui, pasaron demasiadas cosas en tan solo un par de horas, pero aunque fue una visita extraña, la segunda vez que me invitó no dudé en ir.
Aquel día estaba tan nerviosa cuando toqué la puerta de su casa, de veía como un hogar regular, nada que la distinguiera de las otras.
Pasé un buen rato esperando, pero por más que tocara la puerta nadie abría, hasta que tuve que enviarle un mensaje a Yuugo para que saliera.
—Perdón -se rió—, estaba algo ocupado.
—No te preocupes —entré dentro de la casa algo tímida.
Casi muy cerca de la puerta, estaba su madre viendo la tele mientras comía, y reía cuando uno de los presentadores decía algo gracioso.
No entendía, ella estaba demasiado cerca de la puerta pero prefirió ignorarme y dejarme afuera de su casa.
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One Shots | The Promised Neverland
FanficOne-shots sobre los chicos de The Promised Neverland, espero te guste y te diviertas leyéndolo.