Exigiendo explicaciones.
—Koji habla de una vez ¿Qué es lo que me ocultas?— Murmuraba enojado intentado que nadie oyera lo que sucedía en unos de los tantos jardines del local.
—No oculto nada que te involucre o que tenga que ver contigo— Le respondió intentando calmar a licántropo que solo mantenía la vista puesta en el rostro de Samuel.
—No me lo dirás, estás aún tan enfadado conmigo que prefieres tener secretos con él— Se giró para salir sintiendo como su estómago ardía, odia a Samuel, se sentía amenazado con su presencia.
Lo seguía en dirección hacia la calle, estaba molesto, molesto por haber llevado las cartas a Yuu, molesto por haber incluido a Ryu en sus planes y molesto de estar otra vez siguiendo a Marcus.
—Entonces debo seguirte, otra vez— Subía su voz para que lo escuchara a través del sonido de los carros que pasaban.
—No debes seguirme-- Se volteó para mirarlo— ¿Por qué tienes secretos con Samuel?, ¿Por qué con él?
—Marcus— Se aproximaba.
—Tienes secretos con Adolfus, con Adolfus con el único en este reino que no puede guardar un maldito secreto— Se quejaba molesto— ¿Por qué no me incluyes en tu vida, aún estás enojado conmigo?
—Solo te diré uno de los dos secretos y si mi padre se entera, te lo juro Marcus te faltarán días de tu vida para que te arrepientas si le dices a mi padre— Se detuvo dejándolo de seguirlo.
—No le diré a tu padre, te lo juro— Hablaba mientras ahora era el quién seguía a Koji.
Cuando llegaron a un parque vacío con un visible Koji nervioso que se movía de un lugar a otro y Marcus tomaba su mano para tranquilizarlo.
—Mi madre dejo muchas cartas antes de dejarnos, dejo cartas para mí y Ryu, para mis abuelos, mi padre y mis tíos... También dejo unas cartas para Yuu Ikeda, yo las tome y se las lleve el día que me viste en la clínica, lo hice sin autorización de mi padre— Le contó apretando con fuerza la mano de Marcus.
—¿Tú hiciste qué?— Intentaba procesar toda la información que Koji dejo salir de golpe, sabía de las cartas y conocía y sabía quién era Yuu Ikeda.
—No me regañes, no sabes lo nervioso que estoy, si esto no funciona para que mi padre esté con su omega, no sé de qué sería capaz si lo descubre y no funciona que ellos estén juntos— Intentaba soltarse de la mano de Marcus.
—Koji— Lo acerco con cuidado a su cuerpo— No le diré a tu padre, lo juro.
Estar en la presencia de Taro, que solo los observaba sin dejar de prestarle atención, era la tortura que Koji y Ryu nunca desearon pasar.
—Quédate conmigo esta noche— Le pidió Koji a Marcus cuando vio que era tarde en el departamento de Banon.
—Está bien, me quedaré— No se podía resistir a la cara afligida de Koji.
Uno al lado del otro, sin tocarse, se acomodaron en la cama, en silencio.
—No quiero que vuelvas hacerme un berrinche— Koji lo miraba con sus hermosos ojos almendrados.
—Yo... Hacerte un berrinche— Lo veía ofendido.
—Sí, y Marcus estoy cansado de seguirte si te marchas ya no te seguiré— Dejaba salir todo el aire de sus pulmones.
—No me alejaré, me quedaré a tu lado, que más quiere que yo cambie— Sabía que era justo y lógico que Koji pidiera cosas que él tendría que cambiar— Pero no me pidas que no odie a Samuel, soy celoso, muy celoso y lo odio, por el reino como lo odio— Gruñía solo recordando la cara del vampiro.
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Marcus y Koji
FantasyPara las personas a las qué le gustas las historias de fantasía románticas y llorar pero con un final feliz Este es el cuarto libro de la saga