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—¡Al fin llegaron!— Alzó los brazos agradecido con el de arriba por haber escuchado sus oraciones.

Tan solo pusieron un pie en el decimotercer piso fueron arrastrados hacia la oficina del menor, sin tiempo para preguntar qué estaba sucediendo.

El secretario Min cerró todas las cortinas posibles, desactivo momentáneamente las cámaras de seguridad y aseguró la puerta con cerrojo.

—¿¡Min, qué diablos esta pasando!?— Preguntó exasperando su jefe.

—¡Los directivos, eso está pasando!—Grito exasperando. —Después de que colgarás la llamada, volvieron a llamar por ti y como buen secretario dije lo que me pediste.— Comenzó a relatar.

—¿Qué les dijis~

—Eso no importa.— Interrumpió a TaeHyung, quien estaba en el sillón, no queriendo que se enterase lo que le había dicho a su secretario. —Continúa.—

—Pues al parecer no les agradó mucho que los mandara más allá del carajo y no paran de llamar. Desconecte tu línea y la mía, pero ahora están llamando a los empleados.— Dijo Min, frotándose la frente con frustración. —Trate de solucionarlo por mi cuenta, pero no van a parar de hasta tener una cena con TaeHyung.— Terminó de relatar.

—¿¡Conmigo!?— Preguntó incrédulo.

—Sí, exactamente.— Confirmó Min, mirando a TaeHyung con seriedad. —Al parecer, llegó hasta sus oídos que: "el maravilloso prometido del presidente Jeon le había dado una paliza al viejo Manobal."— Imitó la voz de la secretaria chismoso de uno de los directivos. —Y ahora se mueren por conocerte.—

—Eso no tiene sentido.— Dijo TaeHyung, tratando de procesar la información. —¿Qué tiene que ver una cena conmigo con todo esto?—

—No lo sé y no me quedé para preguntar.— Respondió Min, con un suspiro cansado. —Ahora sí me disculpan, tengo trabajo que hacer.—

Con eso, Min volvió a activar las cámaras de seguridad, abrió las cortinas y, por supuesto, quitó el cerrojo de la puerta para salir por ella.

El silencio inundó la oficina y ninguno supo que decir. Ni siquiera se atrevieron a intercambiar miradas.

El azabache suspiró de la frustración.

—Perdón por haberte involucrado en esto, cariño.— Se acercó a el doncel y tomó sus manos, mientras se sentaba sobre la mesa del centro. —

—No es tu culpa.— Sonrió consoladoramente. —Seguramente es una prueba para ver si soy buena opción para ser tu prometido.—

—Entonces le diré a YoonGi que organice una cena con los directivos.—

—¿¡Qué?!— TaeHyung soltó las manos del contrario y se levantó abruptamente del sillón. —¡¿Estás loco?!— Comenzó a dar vueltas por la habitación, agarrándose el cabello en un gesto de desesperación.

—¿Está mal?— Preguntó JungKook, temiendo la reacción del doncel.

—¿¡Acaso no me has visto comer?!—Exclamó TaeHyung, con una mezcla de incredulidad y angustia.

—¿Qué tiene de malo?—

—¿Qué que tiene de malo?— Preguntó casi con sarcasmo. —Habló con la boca llena, no sé que tenedor usar ni siquiera sé para que sirven esas pinzas extrañas.— Comenzó a enumerar sus malos modales.

—Las pinzas son para comer cangrejo.— Explicó.

—Lo ves, me van a comer vivo a mí.— Frustrado, se lanzó al otro sillón doble de la oficina y comenzó a quejarse.

Suggar Baby 《▪︎JJK+KTH▪︎》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora