𝑊𝐼𝐿𝐷𝐸𝑆𝑇 𝐷𝑅𝐸𝐴𝑀𝑆 | 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯

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una pequeña reunión en el consejo de la reina Rhaenyra se llevaba a cabo, todos exigiendo hacía la reina que atacara primero y enviara dragones.

—su majestad, si me permite, la princesa Rhaenys vigilará el gaznate, mientras que Baela y yo podemos vigilar Riverlands—propuso la princesa Isabella

—es arriesgado, los verdes van por las tierras de Riverlands y por Harrenhal—

—por eso es que debemos patrullar, el rey Daemon tomará Harrenhal mientras que nosotras vigilamos sus alrededores para estar prevenidos, los verdes son impulsivos pero nosotros podemos ser precavidos—

—es una petición excelente, majestad, los verdes podrán atacar en cualquier momento, debemos estar prevenidos—hablo un miembro del consejo de la reina

—considerare tu petición, Isabella—

—su majestad, si me permite, hay un asunto que ya no puede esperar—hablo otro miembro del consejo llamando la atención de la reina

—hable ya—

—el hijo del usurpador, el príncipe Jaehaerys a sido asesinado y se le acusa a usted cometer tal acto—ante las palabras del lord todos miraron a la princesa Isabella con lástima y a ella le solían incomodar y molestar las miradas sobre ella y más si eran de ese tipo, su mirada se mantuvo baja, limpio las pocas lagrimas que lograron salir y respiro profundamente para luego volver a mirar a todos en la mesa como si no le afectara en lo absoluto, su madre siempre le repetía que debía mostrarse fuerte ante los demás, porque la vulnerabilidad hacía que te vieran como una persona indefensa.

—como paso?—fueron las únicas palabras que la princesa pudo pronunciar sin que su voz no se quebrara

—aún no se sabe como entraron a la fortaleza pero el niño fue asesinado en su cama, su cabeza le fue cortada, algunos dicen que la madre presenció el atroz acto—la princesa se llevo una mano a la boca y sus lagrimas no tardaron en salir

—Isabella, puedes retirarte si lo deseas, lamento mucho tu perdida—hablo su media hermana e Isabella asintió para luego retirarse del lugar

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la princesa yacía sentada en la arena con su vista perdida en las olas del mar, le dolía la perdida de su sobrino pero le dolía más el saber que Helaena y Aegon estaban sufriendo su perdida solos.

—Isabella—la voz del hombre que amaba la hizo salir de sus pensamientos, sus mirada se encontraron, el príncipe pudo notar el dolor en la mirada de la princesa, sus ojos rojos e hinchados por el llanto la delataban, él se sentó a su lado sin decir ni una palabra—siento mucho lo de Jaehaerys—fue lo único que dijo, la princesa lo miró intentando sonreír pero el llanto le ganó, esta vez él era quien la abrazaba y le daba consuelo, podía escuchar los sollozos de la princesa ahogados en su pecho—está bien, ya pasará—acarició la cabellera de la princesa logrando que esta se sintiera tranquila ante su tacto y en cuestión de segundos la princesa ya se había separado de el príncipe y tranquilizado un poco

—gracias—

—está bien, yo siempre estaré para ti, Isabella—la princesa le sonrió por unos cuantos segundos y volvió a desviar su atención hacía el mar

—es horrible pensar en lo que le hicieron a Helaena—hablo la princesa—Aegon es fuerte pero Helaena, ella es frágil y nadie entiende eso, tendría que estar ahí para ella—

—deberías de descansar un poco o relajarte, son demasiadas emociones en poco tiempo, perdiste a tu padre y ahora a tu sobrino y no se te dio tiempo de que las superaras a tú manera o si quiera las lloraras—