La sensación de pérdida se apoderó de mí, mientras el dolor y la tristeza embargaban mi corazón. No saber nada de Jimin era como si hubiera perdido una parte de mí mismo. Cada momento sin noticias suyas era una agonía insoportable, llena de preguntas sin respuestas y un vacío que me consumía.
En medio de ese torbellino de emociones, veo a la presunta culpable de mi pérdida, colgando de los pies, totalmente desaliñada, no hay rastro de aquella chica palida que solia gustarme, ahora la sola idea de pensar en ella de esa forma causa desagrado y un profundo desprecio.
Un torrente de rabia y dolor se apodera de mí cuerpo, y las ganas de acabar con ella se hicieron inmensas. Sin embargo, sabía que debía contenerme, calmarme y sacarle toda la información que pudiera. El deseo de venganza se mezclaba con el anhelo de respuestas y la necesidad de encontrar la verdad.
Aunque el instinto me empujaba a actuar de inmediato, me recordaba que la paciencia y la estrategia eran clave para lograr dar con el paradero de Jimin. Debía sacarle cada secreto, arrancarle cada palabra y obtener la verdad que tanto anhelaba aunque aquello me llevara a torturarla hasta la agonía y finalmente la muerte.
La rabia ardía dentro de mí con su sola presencia, pero me mantenía controlado, esperando el momento adecuado para actuar y hacer justicia.
—¡Jungkook! —exclama, asombrada de verme ahi frente a ella. —U-ustedes tienen a la persona incorrecta idiotas —.
Dice después de un rato, la saliva parece ahogarla resbalando por su boca, nariz hasta perderse en el inicio de su cabello.
—No lo creo, de todos los miembros en esta manada, tu eras la unica que deseaba que Jimin desapareciera.
Sasha boquea, pero sabe que tengo razón.
—Ademas nunca lo trataste bien —apunta Wolf crusando los brazos sin dejar de ver a Sasha quien desvía la mirada hasta él.
—Tienen razón, tengo mis motivos para querer que desapareciera pero, jamas lo haría… Jungkook, sabes que no lo aria. Jamas aria algo… que pudiera dañarte. Debes ver a tu alrededor, quien mas querría que Jimin desapareciera.
Una lagrima rueda por su frente, la punta de sus dedos han perdido el color palido y rosado, ahora el morado prevalece en el cincuenta por ciento de su cuerpo.
Cierro los ojos tratando de llamar a Jimin a través de nuestro lazo, necesito una señal de que el está bien, pero aunque el pueda oirme, no estoy seguro si es capaz o no de usar esas cualidades extraordinarias que ha adquirido, todo fue tan repentino…
No tuve tiempo para ayudarle a descubrir sus nuevos dones después de la marca, después de pasar su celo.
Si solo no lo hubiera dejado salir ese día, si lo hubiera retenido un poco mas a mi lado después de confesarnos, las cosas parecían haber salido bien después de la visita de Sasha, Jimin y yo habíamos tenido nuestra primera charla como gente civilizada; ahora todo eso era un triste recuerdo al cual me aferraba dia con dia, ya que su presencia seguia en esos rincones de la vieja cabaña olvidada, y a una semana de su ausencia el olor comenzaba a desvanecerse, de las sabanas, y la casa.
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El encantador de lobos
WerewolfCuenta la leyenda que la primer luna emparejada a un lobo era muda y en honor a ella se nombró a la manada; ahora después de casi una centuria el alfa de la manada «Luna silenciosa» se ha impregnado de un joven veterinario al cual detesta por su odi...